El Supremo Tribunal de Brasil rechazó un pedido de liberación de Lula da Silva

Tres de los cinco jueces votaron contra un recurso de la defensa del ex mandatario condenado a 12 años y un mes por corrupción

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El ex presidente brasileño Lula da Silva llegó el pasado 7 de abril al cuartel general de la Policía Federal, donde cumple una sentencia de 12 años y un mes de prisión (AFP PHOTO / Heuler Andrey)
El ex presidente brasileño Lula da Silva llegó el pasado 7 de abril al cuartel general de la Policía Federal, donde cumple una sentencia de 12 años y un mes de prisión (AFP PHOTO / Heuler Andrey)

La Segunda Sala de la Corte Suprema de Brasil conformó este miércoles una mayoría para negar el pedido de libertad del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde el pasado 7 de abril para cumplir una pena por corrupción.

El magistrado Gilmar Mendes votó este miércoles contra la liberación del ex mandatario, como ya lo hicieron días atrás sus colegas, Luiz Edson Fachin, instructor del caso en la máxima corte del país, y José Antonio Dias Toffoli.

De esta forma, la Segunda Sala, integrada por un total de cinco jueces, ya ha conformado una mayoría de tres votos, si bien la decisión no se ratificará hasta que se pronuncien los magistrados Ricardo Lewandowski y José Celso de Mello. Hasta ese momento, cualquiera de los cinco puede cambiar de opinión, algo que raramente ocurre.

Lewandowski y Celso de Mello tienen hasta mañana jueves para publicar su opinión sobre el recurso, cuya discusión se trasladó al plenario virtual del tribunal, en el cual los magistrados tienen un plazo limitado para votar a distancia.

El edificio del Supremo Tribunal Federal, en Brasilia
El edificio del Supremo Tribunal Federal, en Brasilia

Lula fue condenado en julio del año pasado a 9 años y 6 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, en un caso relacionado con los millonarios desvíos que ocurrieron en el seno de la petrolera estatal Petrobras.

En este caso, uno de los siete que acumula en la justicia, la mayoría por sospechas de corrupción, el ex jefe de Estado (2003-2010) fue sentenciado por recibir, en concepto de soborno, un apartamento de tres plantas en el litoral de Sao Paulo de parte de la constructora OAS, implicada en la trama.

Esa pena fue ratificada y ampliada en enero pasado hasta los 12 años y un mes de prisión por un tribunal de segunda instancia que determinó su ingreso en prisión una vez agotados todos los recursos en esa corte.

El ex gobernante comenzó a cumplir su pena el pasado 7 de abril en una celda de la sede la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, en el sur del país.
La defensa del expresidente solicitó entonces en el Supremo su liberación ya que, a su entender, la prisión fue decretada cuando aún había recursos pendientes de análisis por el tribunal de apelación que le condenó.

El juez Mendes indicó este miércoles en su voto que el caso específico de Lula “fue apreciado y juzgado en el pleno” de la Corte Suprema, conformada por once magistrados, al referirse al recurso de “habeas corpus” intentado por la defensa y negado por el tribunal un día antes de que decretasen su ingreso en prisión.

A pesar de su delicada situación jurídica, Lula, quien se considera un “preso político”, ha reafirmado a través de mensajes desde la cárcel su intención de seguir siendo candidato por el Partido de los Trabajadores (PT) para las elecciones de octubre. Sin embargo, su candidatura está en el aire, pues la legislación brasileña impide que condenados en segunda instancia, como es su caso, puedan presentarse a cargos electivos.

Con información de EFE

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