Mario Vargas Llosa: "El amor es probablemente la experiencia más enriquecedora que un ser humano puede vivir"

En diálogo con la revista dominical del New York Times, el escritor reveló detalles íntimos de su vida

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Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa

Con 59 libros publicados a lo largo de 55 años, muchos podrían considerar que Mario Vargas Llosa merece tomarse un descanso por tiempo indefinido. Pero el único peruano en haber ganado un premio Nobel, parece no tener ninguna intención de retirarse definitivamente de su oficio literario.

Vargas Llosa tiene tres nuevos libros de inminente lanzamiento, las traducciones al inglés de su emblemática novela "Cinco Esquinas", que explora los turbulentos y corruptos años de la era Fujimori en Perú, además de su colección de ensayos políticos bajo el nombre de "Sables y utopías: visiones de América Latina" y un nuevo volumen para España de "La llamada de la tribu".

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En una entrevista otorgada a la revista dominical del periódico norteamericano The New York Times en la fastuosa residencia de Puerta de Hierro, Madrid, propiedad de su actual pareja Isabel Preysler, el escritor repasó sus casi seis décadas de trayectoria literaria. A punto de cumplir 82 años, el hombre consagrado como "el último titán" literario del mundo hispanohablante, reconoce que ha escrito cada mañana de su vida.

Distinguido por su lucha incansable contra el nacionalismo y el populismo, el artículo destaca que Vargas Llosa continúa siendo uno de los máximos defensores de la libertad individual y la democracia en Latinoamérica y que sus ataques contra el autoritarismo le han ganado una infinidad de enemigos a lo largo de los años, tanto conservadores como socialistas.

El escritor reconoce que la violencia doméstica que sufrió durante gran parte de su infancia a manos de su padre, hizo que se refugiara cada noche en la seguridad que le brindaba la ficción y poesía. Pero fue ese mismo progenitor abusivo el que, bajo la creencia de que la literatura era "un pasaporte hacia el fracaso en la vida y que las novelas eran la obra de bohemios y homosexuales", decidió enviar a su hijo de 14 años a una academia militar, con el objetivo de que reconsiderara sus prioridades.

"Mi padre pensó que la escuela militar sería la mejor cura para la literatura y para aquellas actividades que el consideraba marginales. Pero, en realidad me terminó dando un tema para mi primera novela". Publicada en 1963, "La Ciudad de los Perros" sigue siendo al día de hoy vigente, debido a la temática centrada en la intimidación y el hostigamiento que reina en el mundo castrense.

Mario Vargas Llosa junto a Isabel Preysler
Mario Vargas Llosa junto a Isabel Preysler

El New York Times traza un paralelismo entre las carreras de Vargas Llosa y de Gabriel García Márquez, quienes junto a Julio Cortázar, Carlos Fuentes, José Donoso, Juan Rulfo, Miguel Ángel Asturias y Guillermo Cabrera Infante, fueron parte de una era de transformación literaria en Latinoamérica.

El artículo destaca que mientras el realismo mágico de García Márquez "se ganó un sitio en las bibliotecas y planes de estudio de los EEUU", los trabajos más oscuros de Vargas Llosa fueron, durante mucho tiempo, relegados a un segundo plano. Su postura como un escritor más democrático, hizo que se distinguiera como un defensor del libre mercado, los derechos homosexuales y las elecciones abiertas, entre otras causas.

A diferencia de García Márquez, quien se volvió un férreo defensor de Fidel Castro, Vargas Llosa cambió su postura sobre la revolución en Cuba a medida que fue pasando el tiempo. El New York Times destaca que, a pesar de que en un momento el escritor llegó a albergar en su propia casa a la madre del Che Guevara, luego se distanció del régimen, tras visitar La Habana y enterarse del tratamiento que estaban recibiendo los homosexuales.

Luego de enviar una carta privada a Castro, para expresarle su descontento, el escritor reunió a sus colegas y amigos, entre los que se encontraban Cortázar, Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre, para redactar y posteriormente publicar en Le Monde su ya emblemática carta del "Caso Padilla" en denuncia por la detención y enjuiciamiento del poeta Heberto Padilla. Tras ese episodio, el escritor pasaría a ser visto como un referente ideológico sin miedos a ir contra la corriente, a pesar de lo que se esperaba de un intelectual para la época. 

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No menos importante es el repaso que el escritor realizó de la contienda electoral por la presidencia de Perú que perdió contra Alberto Fujimori, quien lo criticó en su momento por su falta de religiosidad, su intelectualismo y sus novelas atrevidas. El reportaje detalla que el Fujimorismo allanó el camino para una nueva oleada de autoritarismo en Venezuela, Ecuador y Bolivia, marcado por sus "escuadrones militares de la muerte, desprecio por la libertad de prensa, el chantaje de oponentes políticos y la corrupción generalizada".

"No solo respeté la elección, también fui uno de los primeros en felicitarlo" confesó Vargas Llosa. "Durante los primeros dos años de su gobierno legítimo como presidente, no hice la más mínima expresión de oposición" agregó, pero años más tarde Vargas Llosa se convertiría en el enemigo íntimo de Fujimori, lo que lo obligaría a pedir asilo en España e irse de Perú.

Con respecto a su nueva celebridad asociada al mundo del glamour y la moda de Preysler, Vargas Llosa expresó su visión sobre un tipo de fama que no estaba acostumbrado a sobrellevar. "Hay cientos de publicaciones además de programas de radio y televisión, que alimentan una curiosidad mórbida que consiste básicamente en revelar la vida privada de las personas. Creo que es una verdadera profesión mostrar tu privacidad, es como un striptease especialmente sexual y erótico. Es un mundo que literalmente me produce horror".

Consultado acerca de los motivos que lo llevaron a terminar un matrimonio de 50 años con Patricia Llosa, la madre de sus tres hijos, para iniciar una relación formal con Presley, el escritor no dudó en aclarar los tantos. "El amor es probablemente la experiencia más enriquecedora que un ser humano puede vivir. Pero al mismo tiempo es una experiencia privada, si se hace pública se vuelve barata, llena de lugares comunes. Por eso es tan difícil escribir sobre el amor en la literatura. Creo que una persona no debería hablar del amor dado que es algo tan importante en la vida" sentenció, nuevamente distanciándose de la corriente actual que aparentemente obliga a celebridades y aspirantes a la fama, a ventilar todo aspecto de su vida privada, para que el mundo lo desnude.

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