Sonya Massey, la mujer afroamericana a la que un agente del sheriff de Illinois disparó mortalmente en su casa este mes, murió de una herida de bala que le atravesó la cabeza, según el informe de la autopsia publicado el viernes.
La Oficina del Forense del Condado de Sangamon dijo que la bala entró por debajo de su ojo izquierdo, perforó una arteria carótida y salió por la parte posterior de su cuello. Además de la herida mortal de bala, Massey también presentaba heridas leves por objeto contundente en la pierna derecha, según los examenes. Los resultados se hicieron públicos el viernes por la mañana, tres semanas después del asesinato.
Sean Grayson, de 30 años, fue acusado de asesinato en primer grado la semana pasada. Un experto en uso de la fuerza de la Policía del Estado de Illinois, que investigó el tiroteo, determinó que no estaba justificado, dijo la fiscal Mary Rodgers en documentos judiciales.
Massey, de 36 años, era madre de dos adolescentes, un hijo y una hija. Le encantaba cocinar, peinar y estar con sus hijos, según una página de GoFundMe creada por su familia. Pesaba 112 libras y estaba en camisón y pijama cuando fue asesinada, según el informe de la autopsia.
El asesinato ha suscitado la condena generalizada, incluida una gran protesta el jueves en Manhattan, y el dolor entre los estadounidenses de raza negra. Más de 1.170 personas han muerto a manos de la policía en los últimos 12 meses, según una base de datos de The Washington Post, y la tasa de muertes de estadounidenses de raza negra es más del doble que la de estadounidenses de raza blanca.
Esta semana, el presidente Biden pidió al Congreso que aprobara la Ley de Justicia Policial George Floyd, un conjunto de reformas que llevan el nombre del hombre afroamericano de 46 años asesinado por la policía de Minneapolis en 2020.
Fue aprobada por la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, en marzo de 2021, pero las negociaciones fracasaron en el Senado. Un renovado impulso para aprobarlo en 2023, después de que la Policía de Memphis matara a Tyre Nichols, un hombre afroamericano de 29 años, también fracasó debido a la oposición de los republicanos.
“La muerte de Sonya a manos de un agente nos recuerda que, con demasiada frecuencia, los estadounidenses de raza negra temen por su seguridad de un modo que muchos de nosotros no tememos”, dijo Joe Biden en un comunicado.
Massey llamó al 911 desde su casa de Springfield (Illinois) el 6 de julio para denunciar la presencia de un merodeador. Cuando Grayson y otro ayudante del sheriff se presentaron sobre las 12.50 horas, inspeccionaron la vivienda e interactuaron con ella durante casi 20 minutos.
Entonces, cuando Grayson vio una olla en la estufa, le dijo que la sacara del quemador, según mostraron las imágenes de la cámara corporal publicadas el lunes. Massey lo hizo y la llevó al fregadero. Cuando Grayson dijo que se iba al salón para alejarse del «agua caliente y humeante», ella dijo: «Te reprendo en el nombre de Jesús».
Grayson entonces sacó su pistola y apuntó a Massey, amenazando con dispararle en la cara. Ella se agachó y dijo: «Vale, lo siento». Grayson se acercó a ella y supuestamente disparó tres veces.
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