Manejás una vieja moto. También podés viajar en el sidecar. Apenas tenés unos segundos para adaptarte al vehículo y, ya en la primera curva, viene un avance abrupto y potente; el ruido del motor te lo hace saber, también las palpitaciones del corazón. Durante al más de tres minutos serán siete las aceleradas vertiginosas. El viento te pega de frente en la cara. Escuchás los gritos de los que vienen detrás o delante tuyo. Frenás de golpe. Y volvés a arrancar, a una velocidad que llega a los 80 kilómetros por hora. Subís por un tramo empinado, escalás unos 20 metros y, en determinado momento -a los 70 grados de inclinación-, el camino se corta abruptamente. Entonces, la moto va marcha atrás 150 metros, a una velocidad nada despreciable. Se detiene en la oscuridad total. Hasta que desciende, repentinamente, hacia las profundidades del Bosque Prohibido que los fanáticos de Harry Potter conocen a la perfección. La luz del sol permite distinguir en el paisaje el contraste del verde de la vegetación y el gris de construcciones en ruinas. Curvas y contracurvas, giros y gente que grita y levanta las manos para sentir el viento. Un par de aceleradas más. Y, finalmente, llega la calma.
Habrá terminado entonces el recorrido de algo más de 1500 metros de la nueva atracción que, desde el jueves pasado, se convirtió en la montaña rusa más larga de Florida, Estados Unidos, sede central de los más famosos parques de diversiones. Con esta inauguración, se agrandó The Wizarding World of Harry Potter en el parque Island of Adventure de Universal Orlando Resort.
Un grupo de 200 periodistas de distintos países -entre ellos este cronista de Infobae– tuvo la posibilidad de experimentar por anticipado la nueva montaña rusa, que se llama Hagrid's Magical Creatures Motorbike Adventure. Fue el martes 11 por la tarde a plena luz del día. Horas después se llevó a cabo la fiesta de apertura para invitados especiales a la que asistieron varios actores de las películas de Harry Potter, entre ellos Tom Felton, Rupert Grint, Evanna Lynch Warwick Davis y los gemelos Phelps.
Hubo fuegos artificiales y todos los asistentes se transformaron en pasajeros de la moto que en las películas transporta por el aire a inmenso Hagrid y a Harry Potter. La recorrida nocturna resultó ser muy distinta: la luz delantera de la moto ilumina el camino de la aventura y las luces rojas traseras le dan un tono más tenebroso al viaje; en la oscuridad acrecientan el vértigo y el temor de este frenético paseo.
Los fanáticos de la saga de Harry Potter no necesitan que Hagrid sea presentado. Aquellos que no conocen mucho del mundo creado por J.K Rowling deben saber que Rubeus Hagrid es un semigigante de algo más de dos metros altura que cuida el Bosque Prohibido, cercano a Hogwarts, y es el profesor que introdujo a Harry Potter en el mundo de la magia.
En el predio donde la atracción fue instalada se plantaron 1200 árboles para que la sensación de andar a toda velocidad en el bosque fuera lo más cercana a la realidad de la ficción de Harry Potter.
Para llegar a sentarse en la moto y comenzar el veloz recorrido hay que pasar -haciendo fila- por las ruinas del Bosque Prohibido. Esas ruinas fueron creadas de manera conjunta por los creativos de Universal en colaboración con los encargados de diseño y arte de las películas. Allí aparece la diminuta casa del semigigante Hagrid y se ve material de la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, como huevos de dragones que están a punto de salir del cascarón. El público también pasa por una guardería en la que Hagrid mantiene a otros de los fenómenos: los escregutos de cola de dragón.
Una vez que se llega al inicio del viaje habrá que decidir: manejar la moto como Hagrid o acompañar en el sidecar como Harry. Son dos experiencias diferentes. Al volante de la moto se percibe con mayor fuerza cada una de las aceleraciones. En el sidecar se padecen mucho más las curvas pronunciadas. En ambos casos, convengamos, se siente un poco de miedo.
Durante el turbulento recorrido también hay margen para descubrir algunas de las Criaturas Mágicas del universo Harry Potter. En los tramos en los que la moto frena para dar respiro a los agitados motociclistas, se puede ver a Fluffy el perro guardián de tres cabezas, a los Duendecillos de Cournalles (Cornish pixies), al Centauro y el unicornio. Y por supuesto, al imponente Hagrid.
Desde que los pasajeros se suben a la moto y hasta que termina la vuelta, pasan cinco minutos. Pero son algo más de tres minutos en los que se concentra la sensación que van a buscar miles de personas por día cuando se asoman al filo de ese peligro simulado que implica subir a una roller coaster (montaña rusa).
Así que, aquellos que puedan ir a los parques de Orlando, tienen una nueva cita desde el jueves: la de la moto de Hagrid que en Universal llaman "story coaster" y aseguran que es la montaña rusa más larga del estado de la Florida. La adrenalina que producen las subidas y bajadas, los giros inesperados, las frenadas y las aceleraciones vertiginosas de este nuevo juego está garantizada a todos por igual. Pero, para los PotterHeads (fanáticos de Harry Potter), seguramente la satisfacción será doble.
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