Cuando se habla de la industria cinematográfica, muchos piensan en los grandes productores, en los directores y en los artistas de renombre. Sin embargo, la realidad es que el llamado “séptimo arte” también sirve como fuente de ingresos para muchos otros trabajadores, que apenas aparecen en los créditos al final de los films.
Por eso, desde que la pandemia por el coronavirus impidió que se sigan realizando filmaciones en nuestro país, hubo una gran cantidad de personas cuyos trabajos dependen de la realización de películas, que se quedaron sin sustento. Y encontraron una original manera de hacerle llegar su reclamo al Estado Nacional, para que los tenga en cuenta en alguno de sus planes de emergencia económica.
Utilizando como cortina la música de “Libertango”, de Astor Piazzola, los trabajadores grabaron un video que simula el final de una película, en el que en el lugar de los créditos aparecen los roles de todos los que hacen posible la realización de un film, aunque sin nombres propios. Y, en simultáneo, a la derecha de la pantalla, aparece su reclamo escrito con letras blancas y rojas. Se dio a conocer el 23 de mayo, en el Día del Cine Nacional.
“Somos lxs que aparecemos al final de cada película, mientras el público se levanta de sus butacas. Lxs invisibles que hacemos posible el cine argentino. Y que hoy el Estado ignora. Trabajamos en relación de dependencia de manera discontinua. Nuestra actividad se encuentra suspendida”, comienza diciendo el mensaje.
Y luego continúa: “Exigimos que funcionarios del Estado nos encuadren en alguno de sus programas de ayuda económica. Urgente. En esta película nos dejaron afuera”. La firma del comunicado, obviamente, es de los Trabajadores Cinematográficos.
La realidad es que la cuarentena dispuesta por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, ha puesto en jaque a toda la industria del entretenimiento. El 16 de marzo, el mandatario dispuso la cancelación de todo tipo de espectáculo teatral o musical, que implicara la aglomeración de personas. Y, en paralelo, la Asociación Argentina de Actores dispuso el cese de actividades de sus afiliados, por lo que se hizo imposible continuar con la producción de ficción en todo el país.
Ante esta situación, los actores le han reclamado a los canales de televisión que pasen repeticiones de las producciones nacionales, como para que ellos puedan percibir lo que les corresponde por derecho de imagen. Y, de la misma manera, los compositores y cantantes se unieron para pedir que los medios de comunicación difundan música argentina, que es lo que a ellos les permite mantener un ingreso como autores y/o intérpretes.
Sin embargo, en todos los rubros relacionados al espectáculos, hay miles de trabajadores que sin estar en relación de dependencia directa viven de la realización de los mismos. Y que hoy se ven impedidos de continuar con sus actividades. Entre ellos se puede mencionar a sonidistas, microfonistas, choferes de combis, escenógrafos, encargados de catering... Y la lista sigue.
Pues bien, en ese grupo se encuentran los trabajadores cinematográficos, que saben que para que la industria se reactive no solo es necesario que se levante el confinamiento, sino que también es necesario que haya una reactivación económica en el país. Así que lo más probable es que, tal como adelantaron los productores teatrales y musicales, recién puedan retomar sus actividades a partir del año que viene. Situación que dudan poder enfrentar sin ningún tipo de ayuda.
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