El profundo dolor de Luis Brandoni ante la muerte de Héctor Alterio: “Una vida muy intensa pero también muy dichosa”

En medio de la tristeza que dejó la partida del reconocido actor a los 96 años, su amigo y colega lo recordó con afecto y emoción

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Ante el fallecimiento de Héctor Alterio a sus 96 años en España, Luis Brandoni expresó su angustia al referirse a su partica (TN)

El mundo del arte despidió este sábado a una de sus figuras más emblemáticas: Héctor Alterio murió a los 96 años en Madrid y la noticia resonó tanto en Argentina como en España, donde supo construir una carrera colosal. El anuncio, confirmado por la Academia de Cine española, generó una oleada de homenajes, historias y anécdotas compartidas por colegas, discípulos y admiradores en ambos continentes. Pero la conmoción por su partida encontró especial eco en las palabras de Luis Brandoni, quien visiblemente emocionado manifestó la incidencia humana y artística que deja el legado de Alterio.

En diálogo con TN, el actor se refirió a la trayectoria de su amigo. “Es una gran tristeza... Héctor vivió una vida muy intensa pero también muy dichosa en sus primeros años con el teatro independiente y, posteriormente, en el teatro profesional. Hizo cosas muy importantes y fue un grandísimo actor”, destacó Brandoni, haciendo un recorrido rápido por la vasta carrera de su compañero. “Y ahora, a los 96 años, se despidió de nosotros y yo lo lamento mucho, pero debo reconocer que vivió intensamente, le pasaron muchas cosas en la vida, se radicó en España casi de una manera involuntaria pero tuvo la suerte de volver a la Argentina las veces que quiso”, añadió.

Brandoni también quiso poner en palabras el costado humano detrás del mito. “Héctor fue uno de los cinco amenazados por la Triple A, por lo que fue muy notable, popular… Una cosa muy estremecedora de ese episodio que vivimos todos, entre ellos yo”. Recordó que el exilio de Alterio no fue una elección personal ni profesional, sino una situación forzada por el clima político de los años setenta. “Él estaba en el Festival de San Sebastián presentando La tregua. Fue una escena inolvidable... Un actor extraordinario”, señaló, reconstruyendo el episodio de 1974 en el que el actor decidió quedarse en España de manera abrupta tras haber recibido amenazas de muerte.

La Patagonia Rebelde, uno de
La Patagonia Rebelde, uno de los proyectos que compartió Brandoni con Alterio (Archivo)

Acto seguido, Brandoni continuó: “Lo lamento por su esposa e hijos. Supo vivir, pudo recuperarse de un shock tan impresionante como recibir una amenaza de muerte y no poder volver a su país por mucho tiempo, una cosa muy rara. Pero, de todos modos, se lo recordó mucho, muy bien y se lo va a hacer seguir haciendo como uno de los grandes actores argentinos”.

La historia profesional de Alterio, quien había nacido en Buenos Aires en 1929, comenzó sobre las tablas a fines de los años ‘40, con el estreno de Prohibido suicidarse en primavera de Alejandro Casona. Tras graduarse en Arte Dramático, fundó la compañía Nuevo Teatro, espacio desde el que impulsó la renovación del teatro argentino durante los años ‘60. El salto al cine lo encontró junto a algunos de los directores más importantes de la época, Leopoldo Torre Nilsson, con quien aportó su prestigio a la ola creativa que marcó la modernidad cinematográfica nacional.

Alejado de la Argentina, Alterio supo reconvertirse y construir una segunda carrera en la Península Ibérica, integrándose de lleno al cine español. Bajo la dirección de figuras como Jaime Chávarri (A un dios desconocido, Concha de Plata a Mejor Actor en San Sebastián), Pilar Miró (El crimen de Cuenca) y Jaime de Armiñán (El nido, nominada al Oscar), el actor cosechó aplausos, premios y el reconocimiento unánime de la crítica europea.

El actor supo dejar su
El actor supo dejar su huella imborrable tanto en Argentina como en España (EFE/ Daniel González)

A pesar de la distancia, Alterio nunca dejó de ser parte fundamental del cine argentino. Participó en las primeras cuatro producciones nacionales que lograron nominaciones al Oscar: La tregua (1974), Camila (1984), La historia oficial (1985, con la que el país obtuvo su primera estatuilla) y El hijo de la novia (2001). El respeto de la industria se tradujo en galardones: en 2004 recibió el Goya de Honor (España), que le fue entregado por sus hijos, Malena y Ernesto Alterio, y en 2008, el Cóndor de Plata por su aporte al cine argentino. Su último trabajo cinematográfico fue en 2015, en la película italiana Due uomini, quattro donne e una mucca depressa, de Anna di Francisca, mientras que en 2014 participó en Kamikaze de Álex Pina.

Alterio deja una huella imborrable, la de un artista universal, apasionado y valiente, que supo desafiar la adversidad para seguir haciendo arte a ambos lados del océano. El teatro, el cine y la memoria cultural argentina y española tendrán, por siempre, su voz única y su legado como referencia.