Entre el brillo, los flashes y el glamour, la gala del Martín Fierro de la Moda 2024 se guardó un lugar para la emoción y el recuerdo. Entre los ausentes físicos, uno impactó más, por lo reciente de su partida. Se trata de Roberto Giordano, el emblemático estilista de los famosos, quien falleció dos semanas antes de la ceremonia y tuvo su propio obituario en la ceremonia transmitida por Telefe y realizada en los estudios del canal.
Valeria Mazza, conductora junto a Iván de Pineda del evento, fue la encargada de anunciarlo “Este homenaje es para un hombre que revolucionó la moda. Tal vez si no hubiese sido por él, yo hoy no estaría acá, porque fue el primero que me descubrió”, admitió la súper modelo con la misma gratitud con la que siempre se refirió al coiffeur. “Él fue un visionario que llevó la moda y los peinados a la televisión. Recordemos hoy al queridísimo Roberto Giordano”.
Luego de los aplausos, proyectaron un clip que sintetizó vida, obra y legado del estilista. La voz en off de Susana Giménez lo describió como “arriesgado, con sentido del humor, pionero de los macro desfiles de peinado y moda en las playas”. Su relato en primera persona habló de un apasionado de ese trabajo del que se enamoró a primera vista, cuando fue a barrer a una peluquería. “Me quedé alcanzando ruleros, después lavando la cabeza y llegaba a Quilmes con los bolsillos llenos de propinas. A mi marido Vos quedate tranquila, mamá, que yo voy a ser tan famoso como esa gaseosa que tomás”.
Las imágenes, primero en blanco y negro y luego en color, simbolizaron una etapa de la argentina glamorosa, y su proyección televisiva lo acercó a esa popularidad que le había prometido a su madre. Así lo documentaron los desfiles por toda la Argentina, su química inolvidable con Teté Coustarot y la pasión inalterable por Boca Juniors, como unas postales selectas de ello.
Porque el joven de Quilmes no tardó mucho en hacer realidad sus sueños y trabajar con algunas de las modelos más reconocidas del país, como Valeria Mazza, Pampita, Andrea Frigerio, Nicole Neumann y Dolores Barreiro. Durante la década del 90, se convirtió en un símbolo de la moda argentina. Sus icónicos desfiles de verano en Punta del Este se volvieron un clásico de la temporada, extendiéndose también a destinos turísticos como Mar del Plata y Pinamar.
La magnitud de sus eventos era impresionante: trabajaba en la planificación durante meses y cada desfile incluía entre 10 y 15 modelos por pasada, llegando a alcanzar hasta 36 recorridas en una misma noche. En su búsqueda de la perfección, se inspiraba constantemente en los desfiles de París para traer ese glamour a las playas sudamericanas. Entre los asistentes de sus shows más memorables estuvieron figuras internacionales como Sophia Loren, Alain Delon, Claudia Cardinale, Geraldine Chaplin, Margaux Hemingway y Jean-Claude Van Damme, además de grandes nombres del espectáculo argentino como Mirtha Legrand, Susana Giménez y Marcelo Tinelli.
La carrera de Roberto Giordano también estuvo acompañada de frases inolvidables que lo hicieron aún más popular. Una de las más recordadas surgió en un Superclásico del fútbol argentino. Fanático de Boca Juniors, el estilista se vio rodeado por hinchas de River Plate al llegar al estadio Monumental. En un intento por calmar la situación, improvisó una frase que quedó grabada en la cultura popular: “No me peguen, soy Giordano”.
Otro de sus sellos fue el clásico “¡Qué noche, Teté!”, frase que repetía en sus desfiles junto a la conductora Teté Coustarot. Según relató la propia Coustarot, la frase nació como un chiste en una noche en la que intentaban animar al público. “Cuando dije ‘¡Qué noche, Roberto!’, todos empezaron a aplaudir y él respondió ‘¡Qué noche, Teté!’. Así quedó para siempre”, recordó entre risas.