Murió Miguel Reynal, un apasionado por la naturaleza que fundó Vida Silvestre en homenaje a su hija

Quienes trabajaron con él recuerdan que una de sus características diferenciales fue el empuje y la decisión con la que buscó incluir en el proyecto a todos los sectores

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Miguel Reynal, fundador de la Fundación Vida Silvestre Argentina, murió a los 83 años
Miguel Reynal, fundador de la Fundación Vida Silvestre Argentina, murió a los 83 años

Emprendedor, visionario, apasionado y líder nato. Estas son algunas de las palabras que describían a Miguel Reynal, fundador de la Fundación Vida Silvestre Argentina, quien falleció a los 83 años. “Con profundo pesar despedimos hoy a Miguel Reynal, fundador y ex presidente de nuestra organización. Hace ya 43 años Miguel reunió a un grupo de entusiastas amantes de la Naturaleza en un proyecto que parecía utópico pero que, gracias a su empuje y convencimiento, terminó siendo la Fundación Vida Silvestre Argentina”, escribieron en su mensaje de despedida los miembros de la ONG.

Reynal nació en Mercedes, Corrientes, el 21 de septiembre de 1937. Una de sus pasiones era recorrer los ambientes y geografías que lo desafiaban y maravillaban. No era biólogo ni agrónomo. Se había graduado en la Escuela de Negocios de Harvard. Hasta los 40 años trabajó en el ámbito privado hasta que, en sus propias palabras, en 1977 un doloroso final fue el principio de muchas cosas.

“Corría el año 1976. Mi hija, Alix Reynal y yo habíamos programado un viaje al Cerro Fitz Roy y a los Hielos continentales australes guiados por el andinista José Luis Fonrouge. En aquella aventura, compartíamos la travesía en Unimog con el cineasta y fotógrafo cubano Andy Pruna. José Luis nos quiso mostrar los senderos y la ruta que había tomado en su famosa ascensión al Fitz Roy y, al mismo tiempo, acercarnos al sitio por donde accedió a los hielos continentales. Con tales anhelos –en la caja de aquel vehículo, casi torturante- emprendimos un viaje largo y agotador desde Puerto Madryn hasta el Río de las Vueltas. El pueblo Chalten, por entonces, no existía. Tampoco, el asfalto. Fueron cientos los kilómetros de ripio –y el serrucho- que ponían a prueba nuestra tolerancia”, escribió en una carta que la ONG publica en su memoria.

Reynal era un apasionado de la naturaleza
Reynal era un apasionado de la naturaleza

En aquella travesía, su hija perdió la vida. “Nuestros compañeros de tantos viajes, José Luis y Julio (que años más tarde también desaparecerían de modo trágico) me insistieron en que nuestro duelo y recordatorio debía transformarse en un hecho creativo, un acto de vida por la memoria de Alix. Así fue que su amor por la naturaleza, compartido por todos nosotros, nos inspiró, motivando la creación de una organización dedicada a la conservación de la vida silvestre argentina”, contaba Reynal.

Y así lo hizo. Para poder comprender el valor del legado de Reynal hay que transportarse 43 años atrás cuando pensar en la naturaleza o en la conservación no era algo muy común. Quienes trabajaron con él recuerdan que una de sus características diferenciales fue el empuje y la decisión con la que buscó incluir en el proyecto a todos los sectores: no sólo los expertos y conservacionistas, sino también sumar a representantes del mundo empresario que él bien conocía y también buscar incidencia política; todo eso con el apoyo de grandes naturalistas. Siempre tuvo un liderazgo con la capacidad de sumar a quienes admiraba, entre ellos grandes naturalistas.

Hace cinco años Reynal pasó por los estudios de Infobae. A pesar que los años pasaban, nunca se cansó de batallar por la naturaleza y el ambiente. “El cambio climático es el problema más dramático que enfrenta la especie humana”, decía e insistía en que no se trata de un tema ideológico porque nos afecta a todos. “Argentina tiene una característica muy particular y positiva: es uno de los dos o tres países del mundo que tienen mayor diversidad ecológica, mayor variedad de ecosistemas”, indicó Reynal. Los salitrales de Jujuy, la Pampa Húmeda y el glaciar Perito Moreno, en Santa Cruz, son sólo algunos ejemplos de la diversidad que se puede encontrar en el país y que lo convierten en un lugar interesantísimo para cualquier persona que quiera conocer más sobre la naturaleza.

Miguel Reynal
Miguel Reynal

“Parte del proceso de Vida Silvestre es tratar de educar al ser humano en las necesidades del cuidado de esos ecosistemas”, contó. Para él, la clave estaba primero en enseñarle a la gente cómo debe interactuar con la naturaleza, para que luego las autoridades brinden su apoyo y esto logre trasladarse hacia acciones concretas: “En la medida en que permitas que los intereses madereros te corten los bosques, obviamente eso no es una forma de proteger, o que los cazadores salgan y te liquiden a los animales salvajes tampoco es una forma de cuidar. O nos salvamos todos o nos vamos al tacho”, resaltó.

“Sin Miguel Fundación Vida Silvestre Argentina no existiría. Quienes somos Vida Silvestre hoy, nos comprometemos a mantener su idea y su creación más viva que nunca y seguir luchando por la defensa de nuestros recursos naturales”, lo despidieron en la ONG que se transformó en una de las referentes de la Argentina.