“Necesito medicamentos y no tengo dinero ni para comer”: el desesperado pedido de una argentina varada en Francia

Luciana Quiroga (36) viajó a los Alpes franceses en busca de una oportunidad laboral, pero por la pandemia cerró el resort en el que trabajaba. Sin ingresos no puede solventarse ni pagar el boleto de repatriación para volver a Tucumán. No es la única, hay otros 200 varados en ese país

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Luciana Quiroga viajó por trabajo a Francia, por la pandemia el resort que la había tomado cerró sus puertas y se quedó sin ingresos. Necesita medicación y no tiene dinero.
Luciana Quiroga viajó por trabajo a Francia, por la pandemia el resort que la había tomado cerró sus puertas y se quedó sin ingresos. Necesita medicación y no tiene dinero.

Fuera de la situación de la pandemia la escenografía idílica de los Alpes franceses dista mucho de la pesadilla que está viviendo Luciana Quiroga. Cielo azul, montañas y árboles recubiertos de nieve durante 6 meses al año: una postal típica de L’Alpe d’huez, una de las pistas de esquí más exclusivas de Europa. En temporada baja la habitan nada más que mil personas, en los meses invernales la invaden un millón de turistas. Las oportunidades laborales allí son muchos, y a eso viajó esta tucumana.

Sin trabajo estable en su provincia, decidió ir a probar nuevamente suerte a Francia; lo había hecho en 2019, y quiso repetir la experiencia en 2020. “La cadena hotelera con la que trabajé quedó conforme y me ofreció volver esta temporada. Llegué un 21 de febrero para asistir a la recepción, limpieza y en las áreas que me necesitaban. Había mucho demanda”, relata.

La rápida propagación del coronavirus por el mundo -y en especial en Europa- desató el pánico y se decretó la cuarentena obligatoria. "El 17 de marzo cerraron el hotel y hubo cese de todas las actividades turísticas, entonces me quedé sin trabajo. Lo único que conservo, hasta el 30 de abril, es el hospedaje que la empresa nos habilitó hasta la finalización del contrato. Ya no cuento con dinero porque no tengo manera de percibir ingresos”.

Antes de que se desatará la pandemia
Antes de que se desatará la pandemia

Su contrato laboral finalizaba el 14 de mayo, de modo que aún no había comprado un boleto de avión para volver a Tucumán. “Los vuelos de repatriación no son gratis, cuestan alrededor de los 700 euros más 89 euros para el equipaje. No tengo manera de acceder a un vuelo tan caro”. Varada, y desesperada tramitó la ayuda económica del gobierno francés. “No califico porque cuento con una visa temporal de extranjeros”.

Sin poder solventar sus gastos -"solo me queda un paquete de fideos para comer esta noche”-, y sin dinero para el pasaje de retorno, decidió solicitar asistencia al consulado argentino en París. “Llamé por teléfono, envíe emails. Lejos de contenerme me sugirieron acudir a mi familia en la Argentina, algo imposible para mí. Mis padre es jubilado con el haber mínimo y mi madre es ama de casa. Soy yo la que los asisto económicamente. Somos de bajos recursos”.

Otra de las sorprendentes recomendaciones que obtuvo por parte de los funcionarios es que pidiera un préstamo. “No estoy bancarizada en la Argentina. Estoy en situación apremiante. La contestación más insólita me llegó hace un par de días por correo. El texto decía: ‘Esperamos que pueda acudir a la ayuda de amistades o familiares que puedan facilitarle los recursos económicos para abonar un pasaje de regreso al país, si es esa su prioridad. De lo contrario, deberá proveerse los recursos para permanecer en Europa de forma indefinida’”, se angustia.

"No tengo pasaporte. No tengo permiso para trabajar aquí. ¿Qué voy hacer?. Enfermarme o contagiarme de coronavirus quedó en un segundo plano. No sé donde voy a vivir ni tengo para comer”.

El mail que recibió de la Sección Consular
El mail que recibió de la Sección Consular

Para sumarle angustia, Luciana necesita medicación diaria para regular el azúcar en sangre tiene síndrome metabólico. "La dosis es de dos pastillas de metformina pero para estirarla estoy tomando una sola. Me quedan muy pocas. Ya siento cierto malestar en el cuerpo”.

En diálogo con Infobae, Cancillería explicó que por lo menos un cuarto de los varados en el exterior reciben asistencia para sus gastos. “En el caso puntual de Quiroga se la contactó en grupo prioritario cuando surgió la posibilidad de este vuelo. Rechazó comprarlo. No califica como beneficiaria de las garantías atribuibles en el art. 3 a la Resolución 62 del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto”.

Al tratarse de una emergencia sanitaria, el Ministerio de Salud solo autoriza el ingreso de hasta 700 personas por día. Todavía quedan más 9.000 personas que no pueden regresar el país. El próximo vuelo sale el 1 de mayo desde París, por Air France, con 170 pasajeros.

Rocio Romero llegó el 27 de diciembre a Francia y quedo varada
Rocio Romero llegó el 27 de diciembre a Francia y quedo varada

No es la única argentina varada en Francia, en el grupo de Whatsapp e Instagram que crearon hay otros 200. Tal es el caso de Rocío Romero, también tucumana, de 25 años. Si bien tiene alojamiento, ya que fue a visitar a su novio al coqueto pueblo francés Annecy, no tiene forma de pagar su ticket de vuelta a casa. “No me voy a morir de hambre ni frío, pero necesito retornar y no tengo cómo solventar el pasaje. Mi vuelta por Alitalia fue cancelada y la aerolínea no quiere hacerme el reembolso. Estoy como rehén. Quiero ese dinero, porque es mi único capital para poder repatriarme. Tengo 20 euros en el monedero”.

Romero se contactó con el consulado, y las respuestas fueron parecidas a las que recibió Quiroga. “Me escriben por Whatsapp -porque no tengo ni chip francés para hacer una llamada de línea - aconsejándome que pida dinero a familiares porque si la situación ya era difícil ahora, más adelante empeoraría. Lo siento hasta como una amenaza".

Mientras su estadía no contemplada se extiende, tiene miedo a contagiarse. "Estoy apenas a 200 kilómetros de Lombardía en Italia, una de las zonas más afectadas por la pandemia. Invertir el poco dinero que tenía en el seguro de asistencia al viajero de manera preventiva. Ya no me queda otra opción, tengo que esperar”.

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