"Entre médicos decimos que los pacientes tiene la edad de sus arterias. La salud vascular depende de factores de riesgo inmodificables, como la edad, el sexo, la raza y la genética familiar. Sin embargo, existen también factores de riesgo modificables que solo dependen de nosotros, ya que tenemos el poder de revertirlos y erradicarlos", contó a Infobae Rubén Mühlberger, experto en medicina orthomolecular, genómica y anti aging.
Por qué envejecen las arterias
Prestarle atención al envejecimiento vascular, según el especialista, resulta imprescindible para evitar tanto el envejecimiento prematuro como múltiples enfermedades (tanto crónicas como letales); entre ellas el colesterol, anemias, arritmias, hipertensión, aneurisma aórtica, arterioesclerosis, hipotensión, insuficiencia renal, lipotimia, ACV (accidente cerebro vascular), infarto de miocardio y muerte súbita entre otras.
Las enfermedades cardiovasculares están dentro de las principales causas de muerte en el mundo: sólo en la Argentina, producen más de 90 mil fallecimientos al año. Además, las cifras indican que el 34% de los mayores de 18 años sufren de hipertensión, por lo que los especialistas destacan la importancia de prestar atención al envejecimiento vascular.
"Conocer nuestra edad arterial es indispensable para comenzar con una verdadera terapia anti aging que nos permita revertir la rigidez arterial: el factor cardiovascular olvidado", dijo el experto.
"Por suerte, hoy existen nuevos estudios para poder determinar el envejecimiento vascular prematuro, el cual comienza, irreversiblemente, a partir de los 30 años. Medir la elasticidad de las paredes arteriales, el colesterol, el estrés oxidativo, las placas de arterosclerosis no sólo indicarán nuestra verdadera edad fisiológica (no la cronológica) sino que nos ayudarán a predecir lesiones futuras a través de la detección temprana de cambios subclínicos", comentó el profesional.
Factores de riesgo
Según la Organización Mundial de la Salud, (OMS), las personas con enfermedades CardioVasculares (ECV) con alto riesgo cardiovascular debido a la presencia de uno o más factores de riesgo -como la hipertensión arterial, la diabetes, la hiperlipidemia o alguna ECV ya confirmada-, son fundamentales la detección precoz y el tratamiento temprano, por medio de servicios de orientación o la administración de fármacos, según corresponda. Además, la OMS aclara que la mayoría de las ECV pueden prevenirse actuando sobre los factores de riesgo comportamentales.
Según Mühlberger, el estilo de vida que llevan las personas es el principal factor de protección o riesgo: "La vida sedentaria, el consumo de tabaco, cafeína, alcohol, el estrés, atentan día a día contra nuestra salud vascular".
En cuanto a los indicadores, la rigidez arterial es uno de los primeras alarmas de que la persona va por el mal camino. Modificar los hábitos de acción y alimentación es la mejor forma de prevenir complicaciones futuras ya que los factores de riesgo son los que generarán inflamaciones dentro de las arterias produciendo lesiones irreversibles dentro de nuestros vasos sanguíneos. En estas pequeñas heridas, se depositarán sustancias como el colesterol que inician la formación de placas que, a su vez, impedirán la normal circulación de la sangre por donde la arteria lleva ese flujo vital y esencial.
"Los consejos obvios vienen a la perfección para contrarrestar los efectos de la rigidez arterial: hacer ejercicio diario como caminar una hora todos los días, practicar yoga u algún arte de meditación que nos ayude a lidiar con el estrés y nos ponga en eje, y llevar una dieta sana rica en ajo, semillas de chía, aceite de oliva, avena, frutos secos, pescados azules, tomate, nos ayudarán a destapar y limpiar nuestras arterias. Los modelos de dieta para bajar los triglicéridos y antioxidantes funcionan muy bien", concluyó Mühlberger.
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