“Twisted Metal” en una brillante y explosiva adaptación del videojuego

Twisted Metal es una de las sagas de videojuegos más longevas; su historia abarca desde 1995 hasta 2012. Es un juego de combate de vehículos que comparte similitudes con varias películas del mismo género que se originaron en la década de 1970. Su evolución ha corrido en paralelo con la tecnología, y acertadamente se le ha dado el formato de serie, ya que un largometraje no le habría permitido diferenciarse tanto de otros que ya han circulado, incluso en la actualidad.

En un mundo postapocalíptico, John Doe (Anthony Mackie) es un mensajero que consigue productos escasos y transporta objetos a las pocas ciudades que quedan, todas ellas completamente amuralladas. Fuera de estos enclaves seguros, Estados Unidos es una tierra sin ley donde cada uno sobrevive como puede, generalmente conduciendo vehículos también equipados para el combate.

La suerte de John parece cambiar cuando la directora de operaciones de Nueva San Francisco, Raven (Neve Campbell), le ofrece la ciudadanía a cambio de que consiga un paquete de Nueva Chicago. La misión, ya peligrosa de por sí, resulta ser además un engaño por parte de Raven. En el camino, John se encuentra con Quiet (Stephanie Beatriz), una fugitiva que ha perdido a su hermano y huye del agente Stone (Thomas Haden Church) y su ayudante. También se cruza con Sweet Tooth (Joe Seanoa, con la voz de Will Arnett), un payaso psicópata que era un emblema en los videojuegos y que aquí no podía faltar, dado que tiene mucho material para ofrecer.

Quiet y John Doe son una pareja de marginados y aventureros que luchan o se unen en diferentes momentos hasta convertirse en compañeros de ruta. La serie es una road movie y, al mismo tiempo, una screwball comedy clásica que se integra bien con el mundo de acción y violencia de la ciencia ficción al estilo de Carrera mortal y Mad Max. Capítulos cortos, violencia, mucho humor y buenas escenas de acción conforman un cóctel que, por supuesto, incluye muchos autos y persecuciones, así como combates, aunque estos no siempre están en primer plano como en el juego.

Las posibilidades de una ficción de esta naturaleza son prácticamente inagotables. Aunque hoy en día este tipo de narrativas sigue una lógica que se mantiene a lo largo de toda la temporada, hace algunas décadas los dos protagonistas podrían haber tenido aventuras por todo Estados Unidos durante una gran cantidad de episodios. La banda sonora, que por razones de guion solo puede incluir canciones de décadas pasadas, es un verdadero espectáculo de éxitos de todo tipo, desde los más alegres hasta los más melancólicos, pero siempre reconocibles, lo que añade un toque de simpatía a la serie.

Anthony Mackie, conocido por sus numerosos roles en cine y por ser Falcon en el Universo Cinematográfico de Marvel, demuestra su eficacia como héroe de acción y comediante. Stephanie Beatriz, la actriz nacida en Argentina, ya ha demostrado ser ruda y divertida en su papel de Rosa Díaz en la comedia Brooklyn Nine-Nine. Su química es el elemento más importante para que todo funcione, y por eso la serie, que no es una superproducción, resulta tan entretenida y amena de ver. Los fans del videojuego tendrán su recompensa no solo al comienzo, sino hasta el final de la temporada.

Los dos primeros episodios de Twisted Metal están disponibles en HBO Max.