El vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli también se convirtió en querellante en la causa que investiga el espionaje ilegal a políticos, gremialistas, jueces y periodistas, confirmaron a Infobae fuentes judiciales. Santilli se presentó hoy en los tribunales federales de Lomas de Zamora, justo cuando se conocía la noticia de un allanamiento en la casa del secretario de Mauricio Macri, Darío Nieto, y se entrevistó con el juez Federico Villena para conocer las pruebas de los seguimientos que se hicieron sobre él y su entorno.
“Me constituí en calidad de querellante no sólo por mi familia sino por el país en el que vivo”, confirmó Santilli, luego de ver las pruebas en el expediente. “En lo personal estoy tranquilo y estoy seguro de que se hará justicia porque confío en la institución que trabaja para ello”, agregó.
Santilli afirmó que cuando se enteró “que había sido víctima de escuchas ilegales” le generó “una sensación de mucha tristeza y decepción”. “No sólo por verme implicado en primera persona, sino porque evidencia la precariedad del sistema y cómo se emplean recursos y tiempo valioso en acciones sin sentido, cuando debemos ocuparnos de asuntos que sí hacen la diferencia y nos permitirían desarrollarnos como país”, afirmó.
Infobae había dado cuenta sobre los seguimientos que le hicieron los espías de la AFI que están acusados en la causa de Villena. En el teléfono de Leandro Araque, uno de los imputados, encontraron una carpeta con fecha 16 de agosto de 2018 que se llama “Informe. Asunto: (Objetivo Pibe”) y detalla los movimientos de Santilli en su casa y en reuniones barriales. La vigilancia también incluyó a “esposa del objetivo”, es decir la ex modelo y empresaria Analía Maiorana.
Uno de los espías investigado llegó al colmo de sacarse una foto con Santilli y compartirla en el grupo “SuperMarioBross”, en donde se concentraba gran parte de la información que el grupo de agentes de la AFI producía.
“¿Qué tal, doctor? ¿Me dejaría sacarme una foto con usted?”, le dijo el agente Emiliano Matta a Santilli, según contó otro espía acusado, el ex penitenciario y Policía de la Ciudad Jorge “Turco” Sáez. “Se saca una foto el agente orgánico con Santilli. Un trapo, un trapo”, afirmó al declarar hace una semana ante la comisión bicameral de seguimiento y fiscalización de organismos de inteligencia.
Otro de los agentes investigados, el abogado Facundo Melo, pidió una entrevista en ese momento con Santilli y fue avisarle que lo estaban siguiendo para ponerlo en alerta. Según contó Sáez, después de eso “se pudrió todo” y terminaron apartados del grupo que se dedicaba a esas tareas.
En su indagatoria, sin embargo, Alan Ruiz, el jefe de operativos especiales de la era Cambiemos, hoy detenido por la causa del espionaje en el Instituto Patria, dio otra versión: afirmó que esos subordinados hacian “trabajos políticos” por su cuenta e incluyeron ahí el episodio de Santilli. En una grabación que le hicieron en forma clandestina, Ruiz habría dicho que había que seguir a Santilli por su nivel de gastos y daba a entender que el presidente Mauricio Macri le había “bajado el pulgar”.
En declaraciones periodísticas tras la revelación del escándalo del espionaje ilegal, Santilli afirmó: “Yo trabajo hace muchos años en el espacio en el que estoy y siento que (el ex Presidente) no tiene nada que ver”.
Ahora, Santilli podrá querellar en el expediente de Villena. Ya ocupa ese rol el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, la vicepresidenta Cristina Kirchner, el gremialista Pablo Moyano, el ex indendente Pablo Bruera o el obispo Jorge Lugones, entre otros.
El juez apuraba las citaciones de los primeros convocados en el marco de la ley de víctimas, que se había visto demorada días atrás porque varios de los citados tienen coronavirus o estaban aislados por haber tenido contacto estrecho con personas infectadas. Tal fue el caso de Martín Insaurralde y de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, junto a los ex legisladores del PRO Nicolás Massot y Emilio Monzó. Ya comenzaron a desfilar también como víctimas otros convocados, entre ellos Fabián De Sousa, Gerardo Ferreyra o el ex funcionario de Planificación Rafael Llorens.
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