Le disparó 5 veces por 2 mil soles: la confesión de un sicario que mató a un chofer en Santa Anita

Un conductor de transporte público murió baleado en plena ruta, mientras la captura de sus atacantes desató una persecución en varios distritos y reveló la contratación por dos mil soles para ejecutar el crimen

Guardar

Una persecución que atravesó varios distritos de Lima finalizó con la captura de dos sospechosos relacionados con el homicidio de Humberto Antonio Yépez Álvarez, un conductor de transporte público de la línea 505 asesinado en plena ruta. Los detenidos, identificados como Antony José Guevara y Luis Miguel López Guerrero, ambos de nacionalidad venezolana, habrían recibido instrucciones para ejecutar el crimen a cambio de un pago acordado de dos mil soles.

Una persecución que puso en vilo a la ciudad

La secuencia de los hechos inició en Santa Anita y se expandió por los distritos de El Agustino y Santiago de Surco. En medio del tráfico, los sujetos intentaron escapar en una motocicleta luego de disparar en varias ocasiones al conductor de la cúster, según imágenes recogidas por cámaras de seguridad. Durante la huida, abrieron fuego contra agentes de serenazgo y la Policía Nacional, exponiendo a transeúntes y conductores al intercambio de disparos.

Le disparó 5 veces por
Le disparó 5 veces por 2 mil soles: la confesión de un sicario que mató a un chofer en Santa Anita - Buenos Días Perú

Testimonios de agentes y personal de serenazgo de los municipios involucrados relataron que, pese al enfrentamiento armado, lograron coordinar su intervención en medio de una congestión vehicular. Ellos no portaban armas y, aun así, enfrentaron a los sospechosos.

Nueva modalidad para ejecuciones y extorsión

Las investigaciones preliminares indicaron que el ataque fue ejecutado por encargo. Uno de los perpetradores se hizo pasar por pasajero, subió a la unidad e identificó a su objetivo antes de accionar el arma en al menos seis ocasiones. “Como cinco disparos”, admitió Antony José Guevara en una confesión grabada y difundida por las autoridades peruanas.

El crimen reveló una modalidad empleada por ciertas bandas criminales conocidas en el sector por actos de extorsión contra empresas de transporte urbano. Las autoridades atribuyen la autoría intelectual a un miembro local, quien habría coordinado el ataque y proporcionado datos al sicario. De acuerdo con la declaración de Guevara, “el peruano” fue quien le indicó el objetivo y organizó la entrega del arma.

Le disparó 5 veces por
Le disparó 5 veces por 2 mil soles: la confesión de un sicario que mató a un chofer en Santa Anita - Buenos Días Perú

La confesión, las pruebas y la investigación en curso

Durante su interrogatorio, Guevara reconoció haber recibido una oferta de “dos mil soles” para cometer el asesinato, aunque alegó que nunca cobró el dinero pactado. También detalló que recibió el arma de fuego en el distrito de Puente Piedra mediante otro sujeto, al que identificó como compatriota y colaborador del supuesto autor intelectual peruano. “El venezolano fue que me comunicó un número colombiano y de ahí no me comuniqué más”, explicó en presencia de la Policía.

Además de la confesión, el caso suma imágenes de vigilancia, testimonios de pasajeros, análisis balísticos y pruebas forenses. Funcionarios de la DIRINCRI (División de Investigación Criminal) tienen bajo custodia a ambos acusados y evalúan otras conexiones con organizaciones criminales dedicadas a la extorsión del sector transporte, según fuentes consultadas por Buenos Días Perú.

Impacto y siguiente etapa judicial

La investigación estará a cargo de la fiscalía, que determinará la vinculación de los sospechosos con otros hechos similares en Lima. Los implicados permanecen detenidos en la comisaría de Salamanca, a disposición de las autoridades judiciales, mientras avanzan las indagaciones sobre la estructura criminal detrás del atentado.

“Fue un encargo para asesinar, me ofrecieron dos mil soles”, confesó Guevara según el registro policial. Las autoridades buscan identificar si existen otros responsables y esclarecer la cadena de mando en la organización señalada por los sindicados.