Vacuna contra el VPH: el miedo que pone en riesgo a miles de niñas en Perú

Aunque se trata de una medida preventiva clave, muchas familias en comunidades rurales todavía dudan en autorizar su aplicación debido a creencias erróneas y a la falta de orientación confiable por parte del personal médico

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En zonas rurales del Perú,
En zonas rurales del Perú, la cobertura de inmunización contra el VPH es considerablemente menor que en áreas urbanas. | Foto: Agencia Andina
La OMS recomienda incluir la vacuna contra el VPH en los calendarios de inmunización rutinarios, priorizando niñas de entre 9 y 14 años antes del inicio de su actividad sexual. Las vacunas disponibles en Perú, como Gardasil y Cervarix, protegen contra los tipos de VPH que causan aproximadamente el 70 % de los casos de cáncer cervical. Según la OMS, ese cáncer es prevenible con una cobertura del 90 % antes de los 15 años.

A pesar de su impacto en la reducción de mortalidad y morbilidad, en Perú se enfrenta un obstáculo persistente: la baja aceptación de la vacuna por parte de los padres, especialmente en áreas rurales y de menores recursos.

Padres que rechazan la vacuna: ¿qué los frena?

Diversos estudios en América Latina identifican que los principales motivos de rechazo incluyen falta de información, creencias erróneas y temor a efectos adversos. En Huánuco, un estudio reveló que el 27 % de los padres no acepta la vacuna, y este rechazo está relacionado con “creencias” erróneas y nivel educativo bajo.

Los mitos más comunes incluyen ideas de que la vacuna puede perjudicar la salud de las niñas, provocar infertilidad, fomentar conductas sexuales tempranas o causar “enfermedades extrañas”—un fenómeno similar al ocurrido en Colombia en 2014, donde cientos de niñas reportaron síntomas tras recibir la vacuna y se generó un pánico mediático.

Gardasil y Cervarix están disponibles
Gardasil y Cervarix están disponibles en Perú y protegen contra los tipos de VPH que causan el 70 % de los casos de cáncer cervical. (AP Foto/Charles Rex Arbogast, Archivo)

Zonas rurales: la brecha que mata

La cobertura de la vacuna en áreas rurales sigue siendo sustancialmente menor que en zonas urbanas. Según la OMS y otras fuentes, en Perú la cobertura urbana llegó a rozar el 100 %, mientras que en entornos rurales persisten desafíos logísticos e informacionales.

Un informe de PATH sobre un proyecto piloto en el país señala que, aunque en algunas zonas se alcanzó más del 80 % de cobertura, esto no es representativo del total nacional. La OMS afirma que la cobertura global en América Latina está por debajo de lo esperado, debido a barreras similares.

Barreras sociales, educativas y geográficas

Un estudio en Montería (Colombia) —con hallazgos relevantes también para Perú— identificó barreras clave entre padres de niñas de 9 a 17 años:

  • Barreras educativas e informativas: 84 % de los padres no relacionan la vacuna con prevención de cáncer; 58 % cree que no es segura.
  • Barreras culturales y de percepción: 70 % muestra resistencia a vacunar a sus hijas.
  • Barreras de acceso al sistema de salud: 73 % nunca recibió recomendación médica para vacunar, y un 30 % reportó falta de disponibilidad del biológico en sus centros de salud locales.

Estas dificultades se agravan en zonas rurales, donde la distancia a los centros de salud, la falta de campañas educativas y la carencia de personal entrenado perpetúan la desinformación.

La OMS recomienda inmunizar a
La OMS recomienda inmunizar a niñas entre 9 y 14 años antes del inicio de su vida sexual para prevenir el cáncer cervical. Foto: Secretaría de Salud

Género, religión y escolaridad como factores determinantes

En Huánuco, se observó que la escolaridad, la religión y las actitudes personales están directamente relacionadas con la aceptación de la vacuna; padres con nivel educativo medio o alto, sin creencias antivacunas, fueron más propensos a autorizarla.

Además, la religión católica mostró una correlación positiva con la aceptación, pero las creencias erróneas y la falta de confianza en las vacunas constituyen una barrera mayor.

¿Cómo revertir la resistencia y aumentar la cobertura?

Expertos y organizaciones recomiendan varios caminos:

  1. Fortalecer campañas educativas: involucrar a padres, maestros y líderes comunitarios para aclarar que la vacuna es segura, eficaz y no promueve actividades sexuales precoces.
  2. Capacitar al personal de salud: para que informe correctamente y promueva activamente la vacuna en zonas rurales.
  3. Vacunación escolar eficaz: coordinada entre salud y educación, con consentimiento informado adecuado.
  4. Monitoreo de cobertura: identificar áreas desatendidas y priorizarlas para acciones puntuales.

Creencias vs. realidad: el caso de Colombia

El episodio en El Carmen de Bolívar (2014) sigue siendo un ejemplo de cómo las creencias pueden frenar campañas exitosas: de una cobertura del 88 % de dosis completas en 2012, se pasó a solo 5 % en 2016. Los análisis posteriores descartaron relación causal con la vacuna, pero la confianza se desplomó.

Este precedente resuena en Perú. Uno solo rumor o desinformación puede afectar significativamente la aceptación de la vacuna a nivel comunitario.

Riesgo para miles de niñas

Perú corre el riesgo de desaprovechar una herramienta poderosa contra el cáncer cervical. La vacunación contra el VPH no solo protege la salud individual, sino que es una política de salud pública coste-eficiente y preventiva. Sin embargo, persisten miedos, mitos y barreras estructurales, especialmente en zonas rurales y entre comunidades con menor acceso a la información.

Para revertir esta tendencia, se requiere una estrategia integral: campañas informativas claras, vacunación escolar vinculada a consentimiento, formación del personal de salud y vigilancia de la cobertura. La meta: que ninguna niña quede atrás, y que se logre la eliminación del cáncer cervical como prioridad nacional.