¿Juan Luis Cipriani puede participar de la elección del nuevo papa? Esto dijo el secretario de la Conferencia Episcopal Peruana

El padre Guillermo Inca, secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana, explicó que el cardenal Juan Luis Cipriani, con sanciones vigentes debido a acusaciones de abuso sexual, tiene la posibilidad de involucrarse en el proceso de elección del sucesor del papa Francisco, quien falleció el lunes 21 de abril a los 88 años. Según explicó, el exarzobispo de Lima puede participar en las primeras reuniones conocidas como congregaciones, donde se discuten las cualidades necesarias para el futuro líder de la Iglesia Católica.

En diálogo con RPP, detalló que estas congregaciones iniciales son espacios de diálogo y reflexión en los que los cardenales tienen la oportunidad de expresar sus opiniones y contribuir al perfil que debería tener el próximo papa. Según el religioso, estas reuniones son fundamentales para establecer las bases del proceso de elección, ya que permiten identificar las características y habilidades que se consideran esenciales para el liderazgo de la Iglesia en el contexto actual.

El representante de la institución también subrayó que, tras estas primeras congregaciones, los cardenales electores llevan a cabo una conversación más profunda, acompañada de oración, para tomar la decisión final sobre quién será el próximo pontífice. Este proceso, según explicó, busca garantizar que la elección esté guiada por la reflexión espiritual y el discernimiento colectivo.

“Como todos los cardenales, tiene la posibilidad de llegar a las primeras congregaciones. Puede aportar, buscar diálogos, opinar… lo que se busca en estas congregaciones es un perfil de qué cualidades debe tener el próximo paso, y ya después los que eligen tomarán una conversación más profunda con mucha oración para elegir al próximo pontífice", mencionó el padre.

La elección de un nuevo papa es un evento de gran relevancia para la Iglesia Católica y para los más de 1.400 millones de fieles en todo el mundo. Este proceso no solo define el liderazgo espiritual de la Iglesia, sino que también tiene implicaciones significativas en términos de dirección pastoral, doctrinal y administrativa.

La figura del papa Francisco, quien ha liderado la Iglesia Católica desde 2013, ha marcado un periodo de importantes reformas y cambios en la institución. Su sucesión plantea interrogantes sobre la continuidad de estas transformaciones y sobre el rumbo que tomará la Iglesia en los próximos años.

¿Qué se sabe del proceso de elección?

Según informó el padre Guillermo Inca, el Cónclave para designar al nuevo pontífice deberá comenzar, como máximo, el próximo 11 de mayo en el Vaticano, una vez concluidas las exequias del líder religioso. “Según las normas, el inicio del cónclave debe ser entre los 15 a 20 días después del fallecimiento del Santo Padre. [...] Mientras tanto, hay las reuniones correspondientes en las que están el camarlengo, el decano de los cardenales acompañando, hay varios cargos involucrados. Es interesante recordar que hay al menos cuatro funciones que no se mueven, los demás cesan todos en sus cargos”, manifestó.

“Este año tenemos una particularidad porque siempre eran 120 cardenales los electores en un Cónclave, pero este año serán 135 cardenales mientras que hay 117 que por haber cumplido los 80 años ya no pueden ser candidatos ni votar en dicho encuentro; sin embargo, pueden participar en las congregaciones generales, las primeras que se van a realizar estos días. Ellos pueden aportar sus ideas y opiniones, por ejemplo del Perú tendríamos a los cardenales Barreto y Cipriani que aportarán sus ideas, pero como elector (y elegible) estará solamente el cardenal Carlos Castillo”, agregó. 

Luego de debatir, los cardenales votan en papeletas con la inscripción latina “Eligo in Summum Pontificem” (“Elijo como Sumo Pontífice”). Las papeletas se recogen y se queman al final de las sesiones matutina y vespertina, y el humo sale por una chimenea improvisada sobre la Capilla Sixtina. El humo negro indica que no se ha alcanzado un acuerdo, mientras que el humo blanco señala al mundo exterior que un nuevo papa ha sido elegido.