En un importante golpe para combatir la inseguridad ciudadana, la ciudad de Huancayo ha visto la captura de cinco integrantes de una banda de falsos taxistas conocidos como los “Lagartos del auto”. Esta organización delictiva operaba bajo un modus operandi bien definido, en el cual se aprovechaban de las transeúntes para robarles sus pertenencias y realizar movimientos bancarios irregulares mediante tarjetas falsificadas.
Los miembros de esta red criminal utilizaban vehículos con placas clonadas y presentaban documentación falsa al alquilar dichos autos, engañando a las personas que confiaban en su legítima transacción. A través de un meticuloso trabajo de investigación, la Policía Nacional del Perú logró identificar y detener a estos individuos, quienes habían generado una serie de delitos en la ciudad, afectando principalmente a mujeres que transitaban por las calles.
El comandante PNP Frank Muñoz, encargado de la operación, explicó cómo se llevó a cabo la detención. “Siguiendo las instrucciones de nuestro comando, personal policial de la comisaría de Huancayo se enfocó en este problema específico, trabajando en equipo para desarticular esta banda que había generado gran temor entre los ciudadanos”, comentó en declaraciones de Latina Noticias.
Además, destacó que estos sujetos formaban parte de una estructura criminal bien organizada, con roles específicos que incluían desde cabecillas hasta cómplices encargados de alquilar vehículos falsificados.
De acuerdo con la autoridad, uno de los métodos más preocupantes de esta banda era el arrebato violento de carteras. Los sujetos utilizaban vehículos para arrastrar a sus víctimas o simplemente robarles sus pertenencias a la fuerza.
Posteriormente, mediante el uso de tarjetas falsas, se efectuaban movimientos bancarios en cuestión de minutos, despojando a las víctimas de sus cuentas.
Muñoz mencionó que el trabajo investigativo llevó a los agentes a recopilar una serie de pruebas, entre ellas evidencias digitales y físicas obtenidas durante allanamientos en diferentes inmuebles relacionados con los detenidos.
Además, precisó que se encontraron carteras, monederos, placas y documentos fraudulentos, todo utilizado para perpetuar sus actividades ilícitas.
La colaboración con el representante del Ministerio Público fue crucial para sustentar las denuncias. La Fiscalía ha iniciado una carpeta fiscal sólida, acopiando todos los elementos de convicción necesarios para sustentar los cargos ante el poder judicial.
De esta manera, se busca detener la actividad de esta banda no solo en Huancayo, sino también en otras jurisdicciones como El Tambo, Huancayo y Chilca.
Actualmente, cinco miembros de la banda han sido detenidos, mientras que otros tres aún siguen buscado para su captura. Además, se allanaron siete inmuebles que, junto con el análisis de huellas digitales y otros indicios, ayudaron a esclarecer la participación de los miembros de esta organización delictiva.
El comandante Muñoz enfatizó que esta detención no solo representa un alivio para las víctimas directas, sino también para la ciudadanía en general, al asegurarse que los delincuentes ya no permanezcan en las calles.
Inseguridad ciudadana
Según el Índice de Progreso Social Regional del Perú (IPSRP) 2024, elaborado por Centrum PUCP en colaboración con Social Progress Imperative, la protección a la ciudadanía en el país ha enfrentado un deterioro significativo entre 2016 y 2024. Este retroceso ha sido impulsado por la crisis política, la falta de reformas en las políticas y la planificación urbana inadecuada.
En Lima Metropolitana, por ejemplo, la inseguridad ha aumentado en un 30 % debido al incremento de delitos violentos y a la proliferación de actividades delictivas organizadas. A nivel regional, la costa ha experimentado una disminución del 11 %, mientras que las áreas de la sierra y la selva han registrado caídas aún más pronunciadas, con descensos del 15 % y 14 %, respectivamente.
El informe destaca que esta situación es especialmente preocupante en regiones como Madre de Dios, donde la inseguridad personal ha disminuido en un 66 %, vinculada al crecimiento de actividades ilegales como la minería informal.