
El verano no solo representa un desafío para las personas, sino también para las mascotas. Las altas temperaturas pueden causar un aumento drástico en la temperatura corporal de los perros, una condición conocida como golpe de calor. Este trastorno puede resultar mortal si no se identifica y trata de manera oportuna. A diferencia de los humanos, los caninos no sudan, por lo que dependen de mecanismos como el jadeo y el contacto con superficies frías para regular su temperatura. Sin embargo, estos métodos pueden no ser suficientes cuando las temperaturas alcanzan niveles extremos.
Los golpes de calor afectan especialmente a razas braquicéfalas, como el bulldog francés o el pug, que tienen dificultades respiratorias debido a su complexión. Pero ninguna mascota está exenta de riesgo, sobre todo si está expuesta a altas temperaturas, falta de agua o ejercicio intenso en horas de calor. Según explicó a Infobae el doctor Juan Enrique Romero, veterinario y docente universitario, “es fundamental que el perro tenga acceso a un lugar fresco y no realizar actividades físicas intensas en horarios calurosos”.
Síntomas del golpe de calor en los perros

Identificar los signos de un golpe de calor en tu perro es crucial para prevenir complicaciones graves. Los síntomas más comunes, según la asociación británica PDSA, incluyen:
- Jadeo excesivo y gemidos fuertes, que reflejan el esfuerzo del animal para enfriar su cuerpo.
- Dificultad para respirar, especialmente en perros con predisposición a problemas respiratorios.
- Encías y lengua de color rojo intenso o azuladas, indicando niveles bajos de oxígeno en la sangre.
- Saliva espumosa o espesa, que puede aparecer debido a la deshidratación severa.
- Vómitos y diarrea, a veces con sangre.
- Letargo, confusión y tambaleos, o incluso colapso y convulsiones en casos extremos.
Es importante notar que la temperatura corporal del perro puede superar los 40 °C (104 °F) durante un golpe de calor, lo que pone en riesgo sus órganos vitales. Según Romero, “cada minuto cuenta para bajar la temperatura del animal y contactar a un veterinario”.
Cómo curar el golpe de calor de los perros

Ante los primeros signos de golpe de calor, la rapidez y el cuidado son esenciales para salvar a tu mascota. Lo primero es trasladar al perro a un lugar fresco y ventilado. Es importante no enfriarlo de manera brusca, ya que esto puede provocar un shock térmico.
Las acciones recomendadas incluyen:
- Refrescar al perro con agua a temperatura ambiente, mojando su hocico, cabeza, cuello, axilas y almohadillas. Evitá el uso de agua helada, ya que puede causar un efecto contrario.
- Usar ventiladores o abanicarlo para aumentar la circulación del aire.
- Si está consciente, permitir que chupe cubitos de hielo o beba pequeñas cantidades de agua.
- Si es posible, medir su temperatura corporal. Si supera los 40,5 °C (105 °F), enfriar gradualmente hasta que alcance niveles normales.
En casos graves, el veterinario puede utilizar métodos avanzados, como líquidos intravenosos, administración de oxígeno o medicamentos para estabilizar al animal. Los análisis de sangre y orina suelen ser necesarios para evaluar posibles daños en órganos como los riñones y el corazón, según la organización benéfica Cats Protection.
Cómo evitar que mi perro tenga un golpe de calor

La prevención es la mejor forma de proteger a tu mascota de los efectos devastadores del calor. Las siguientes recomendaciones son claves para mantener a tu perro seguro durante los meses más calurosos del año:
- Hidratación constante: asegurate de que siempre tenga acceso a agua fresca y renovada varias veces al día.
- Evitar paseos en horarios calurosos: optá por la mañana temprano o al atardecer, cuando las temperaturas son más bajas.
- Proveer sombra y ventilación: garantizá un espacio fresco donde pueda refugiarse.
- Nunca dejarlo en el auto: incluso con las ventanas abiertas, la temperatura dentro de un vehículo puede subir rápidamente a niveles mortales.
- Evitar superficies calientes: como el asfalto, que puede quemar las almohadillas de sus patas y contribuir al aumento de su temperatura corporal.
Por último, si tenés una raza braquicéfala o un perro con problemas de salud preexistentes, extremá los cuidados. Como mencionó Romero, “estos perros necesitan aire acondicionado en verano para regular su temperatura”.
Con estas medidas, no solo podés garantizar el bienestar de tu mascota, sino también prevenir situaciones críticas que podrían poner en riesgo su vida. El calor es un enemigo silencioso, pero con atención y cuidados adecuados, es posible proteger a tu fiel compañero.
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