De dos años a esta parte hay una zona de Villa Urquiza que está irreconocible. Lindera de la coqueta Belgrano R, fue por décadas una zona plagada de baldíos ya que por allí iba a pasar una autopista (la 3, un proyecto abandonado).
Pero un corredor (conformado por las paralelas Holmberg y Donado, desde La Pampa hasta Av. Monroe) se terminó convirtiendo en un circuito que los agentes inmobiliarios comenzaron a llamar DoHo –apócope de Donado-Holmberg–. Donde había casas tomadas, hoy se erigen elegantes edificios. Un barrio que tradicionalmente fue de casas bajas, hace pensar en una versión 2018 de Puerto Madero.
¿Los vecinos? Felices. Aún quedan baldíos (cual un Brooklyn en Nueva York, plagado de grafitis y murales) pero donde antes pasabas caminando rápido hoy hay luz, movimiento y una mayor circulación gracias al túnel de Holmberg que evita retrasos por el Ferrocarril Mitre que va a José León Suárez (a metros de la sede del CBC de la UBA, Drago).
DESEMBARCO GOURMET. Si bien la oferta de bares y restaurantes está aún en crecimiento, la variedad ya es grande. Es que bajo cada reluciente edificio hay locales sin estrenar y los que están en construcción tienen en mente nuevos espacios en su planta baja.
La avanzada la inició Ninina, el espacio palermitano que llamó la atención con su "Ninina Holmberg". Los amantes del café de especialidad (podés pedirte V60, French Press, Chemex) están de parabienes ya que tienen su propia tostadora –el café es tostado y molido ahí mismo– y la expertise de la barista Agustina Román. Desayunos, brunchs y almuerzos para degustar. Un todoterreno.
¿Te gusta el café? Cigaló es uno de los nuevos. Estratégicamente ubicado en una esquina, para degustar un espresso ($ 55), un flat white ($ 75), un cold brew ($ 85) o un matcha ($ 80). En No tan santos podés comer en familia y variado. No sólo tenés parrilla –la porción de asado, $ 350–, pastas y pizzas sino también minutas (milanesa napolitana, $ 195) para salir del paso.
¿Te gustan las pizzas? Tenés Filippa (Donado 1853) y La Guitarrita (Olázabal y Holmberg). ¿Buscás heladerías? Se mantienen las de barrio como Candela (Holmberg 2410) y, atraídos por este nuevo público, desembarcaron Chungo (Holmberg 2446) y Freddo (Donado 1811) casi al fondo, lindero con La Pampa. Hay caras conocidas como Le Blé. En una coqueta esquina, con luz, pastelería y la chance de pasar una tarde relajada tomando un buen té.
LOS PIBES DEL BARRIO. Mucha gente joven pobló el DoHo. Y donde hay público llegan las opciones gastronómicas. Construido en una casa antigua reciclada, El Bohemio (Donado 1802) es otro de los pioneros. Comida de bodegón y relax en una estratégica esquina. Al poco tiempo llegó Ache DeLugo. "Yo vivía por acá; éste es un barrio conocido que por mucho tiempo se mantuvo abandonado", explica su dueña, Laura Tocalini. Recuerda que se trataba de una zona oscura y repleta de baldíos donde ¡se caminaba rápido! "Un día vimos el cartel de alquiler del local. Estos grandes proyectos ya estaban encaminados –señala los edificios de enfrente–, vislumbramos el potencial y nos decidimos. Ya se avisoraba que algo nuevo podía surgir en esta zona".
Entre dueños de locales se visitan, a veces cortan la tarde en Café Urbano (Donado 1901) o en Oveja Negra Wines (Donado 1935) donde podés conocer lo mejor del vino y aprovechar también alguna de sus catas.
Si surge una salida entre amigos, agendate Tiberio Ribs & Burgers. "Vimos que el barrio estaba en pleno desarrollo y quedando bien lindo", comenta Gastón Ilaire, uno de los socios propietarios. Abrió hace cinco meses: "Vienen chicos del colegio, parejas a la noche y se festejan cumpleaños –explica–. ¡Es que tenemos las mejores ribs ahumadas con barbacoa! Diez opciones de hamburguesas, ensaladas, cervezas y cocktails. Todo es autoservice".
En DoHo los grupos son bienvenidos ya que casi todos los nuevos locales se destacan por su luz y espacio. Y suele pasar que cuando un nuevo barrio se gesta, comprás vivienda de pozo a la par de amigos o bien terminás haciéndote amiga de tus nuevos vecinos.
¿Buscan ir a tomar algo? Que esté a unos pasos es ideal. Gallo Negro (Donado 1851) es un frecuente punto de encuentro. También lo son Lumiere (Donado 2887), Bruxx (Donado 1971) y Mar Sushi (Echeverría 4257), especial para fanáticos de la fusión asiática.
Una oferta nutrida y llena de vigor que le dio vida a una zona que dejó atrás la autopista que no fue y resurgió con todo. Quién te ha visto y quién te ve. Bienvenidos seas DoHo.
Textos: Paula Ikeda (pikeda@atlantida.com.ar) Fotos: Fabián Mattiazzi
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