En muchas comunidades de México, la eliminación de parásitos intestinales en niños sigue recurriendo tanto a la medicina alópata como a prácticas ancestrales respaldadas por el conocimiento etnobotánico. Entre las plantas de uso tradicional, el aguacate (Persea americana Miller), ampliamente cultivado y consumido en el país, ocupa un lugar importante dentro de los remedios naturales para combatir lombrices y otros parásitos intestinales.
Diversos estudios y recopilaciones como el Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana y la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM documentan el uso de distintas partes de esta planta para la atención de estos padecimientos frecuentes en la infancia.
La persistencia de las infecciones intestinales por parásitos, que pueden transitar desde molestias leves hasta afectar el crecimiento y la absorción de nutrientes, favorece la búsqueda de alternativas accesibles y de bajo costo para su tratamiento y prevención. Ante este panorama, la sabiduría popular ha conservado y transmitido formas precisas de utilización de recursos vegetales presentes en el entorno inmediato, como el árbol del aguacate.
Elimina parásitos con el árbol de aguacate de esta forma
Según el Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana elaborado por la UNAM, la planta del aguacate se emplea de varias maneras para la expulsión de áscaris, lombrices y otros parásitos intestinales en la infancia. El texto detalla que la cáscara de la semilla o del fruto puede prepararse en infusión y administrarse en ayunas durante tres o cuatro días, o bien hasta que se note la eliminación de los parásitos. Esta práctica es reportada en regiones rurales y urbanas, muchas veces como complemento de la medicina médica formal.
De acuerdo con la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana, otro método común incluye el cocimiento de las hojas, que se toma tres veces al día antes de los alimentos. También se menciona el consumo directo —en ayunas— de la cáscara del fruto. En ciertos casos, la fórmula tradicional añade otras plantas, como asuchil, verbena, sábila, cuachalate y semillas de mamey, aunque la monoterapia con partes del aguacate es la más recurrente y fácil de replicar en el hogar.
La documentación académica resalta que estas recetas no sustituyen los tratamientos médicos modernos, pero aportan una referencia relevante sobre las prácticas tradicionales sostenidas en diferentes regiones del país, resultado de generaciones de observación y transmisión oral.
Receta tradicional de desparasitante hecho con el árbol de aguacate: preparación y recomendaciones de uso
A partir de la información del Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana, se puede replicar un sencillo remedio casero siguiendo estrictamente las proporciones y condiciones de higiene. Para preparar la infusión, se recomienda recolectar la cáscara seca y limpia de una semilla o del fruto del aguacate.
Preparación de la infusión de cáscara de semilla de aguacate:
- Lavar bien la cáscara de una semilla de aguacate y dejar que seque completamente.
- Hervir un litro de agua en olla limpia, añadir la cáscara seca y mantener en ebullición durante cinco a diez minutos.
- Dejar reposar, colar y reservar el líquido.
- Administrar media taza en ayunas, durante tres a cuatro días consecutivos. Tradicionalmente, en niños se puede dividir la dosis en pequeñas tomas según tolerancia, bajo la supervisión de un adulto responsable.
Preparación alternativa con hojas de aguacate:
- Seleccionar de tres a cinco hojas frescas de aguacate, enjuagarlas y hervirlas en medio litro de agua durante diez minutos.
- Dejar enfriar y colar. Se recomienda tomar la infusión tres veces al día antes de cada comida hasta observar mejoría.
La recomendación general de la medicina tradicional es complementar con una alimentación ligera durante el tratamiento y observar señales de posible reacción adversa para suspender el uso inmediato.
La utilización de la planta de aguacate como remedio antiparasitario refleja el conocimiento ancestral de la medicina tradicional mexicana, documentado por la UNAM y transmitido a través del Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana. Sin embargo, es fundamental subrayar que estos remedios forman parte de una visión naturista y tradicional, y no están exentos de riesgos. Por lo tanto, antes de emplear cualquier preparación casera —especialmente con menores de edad— se debe consultar con un médico pediatra.
Las infecciones parasitarias pueden requerir diagnóstico preciso y tratamiento específico, por lo que la supervisión profesional resulta indispensable para evitar complicaciones o reacciones adversas. La complementariedad de la medicina tradicional y la atención médica especializada puede generar resultados óptimos para el cuidado de la salud infantil, siempre priorizando la seguridad y el bienestar de los niños.
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