Así fueron las giras de Chespirito y el elenco de “El Chavo del 8″ por Latinoamérica

Las presentaciones en vivo del elenco y el humorista hicieron historia y dejaron un gran legado en la cultura popular de la región

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Las presentaciones en vivo del
Las presentaciones en vivo del elenco y el humorista hicieron historia y dejaron un gran legado en la cultura popular de la región. (Foto: Archivo)

Durante la década de los setenta y parte de los ochenta, el fenómeno de “El Chavo del 8″ y otros programas creados por Roberto Gómez Bolaños, conocido mundialmente como Chespirito, trascendió la televisión mexicana.

La popularidad del elenco llevó a que se organizaran diversas giras por Latinoamérica, donde miles de fanáticos colmaban estadios y teatros para ver a sus ídolos en vivo. Detrás del éxito multitudinario, los viajes grupales también dejaron episodios polémicos, marcados por problemas internos, malentendidos y conflictos contractuales.

Las giras comenzaron como una estrategia para capitalizar el fervor que generaban los programas en la región. El elenco, conformado por nombres como Florinda Meza, Ramón Valdés, Carlos Villagrán, Rubén Aguirre y María Antonieta de las Nieves, acompañaba a Gómez Bolaños en extensas travesías que, en algunos casos, recorrían varios países en pocas semanas.

Elenco de Chespirito en Colombia.
Elenco de Chespirito en Colombia. - crédito Colprensa

Presentaban sketchs en vivo, imitaban capítulos clásicos y añadían rutinas exclusivas para el público latinoamericano. Ciudades como Buenos Aires, Lima, Caracas, Bogotá y Santiago de Chile se convertían en puntos de encuentro de multitudes ansiosas por ver a El Chavo, Quico, Doña Florinda y Don Ramón fuera de la pantalla.

Las funciones en estadios y grandes teatros superaban, en muchos casos, las expectativas de los organizadores. Se reportaron asistencias que rondaban las diez mil personas, y en algunos eventos, la demanda superó la capacidad de los recintos, lo que obligaba a programar funciones dobles o triples. La prensa de la época dio cuenta de fenómenos como el “Chavomanía”, con niños disfrazados de personajes y familias dispuestas a acampar por días para conseguir entradas.

(Foto: Twitter/@Camiseta_Pincha)
(Foto: Twitter/@Camiseta_Pincha)

Sin embargo, la magnitud del fenómeno y la presión de los itinerarios no estuvieron exentas de complicaciones. Uno de los primeros conflictos se registró durante una gira en Venezuela en 1977, cuando una empresa local incumplió el pago contratado. El elenco se negó a salir a escena, lo que provocó disturbios entre el público y la intervención de las autoridades para mediar entre los artistas y los empresarios.

Episodios similares ocurrieron en otros países, motivados también por el exceso de funciones programadas y las difíciles condiciones logísticas.

Las giras revelaron igualmente tensiones dentro del propio grupo de actores. Uno de los momentos más recordados fue la salida de Carlos Villagrán, intérprete de Quico, quien en 1978 decidió abandonar el programa tras diferencias creativas y referentes a su contrato con Gómez Bolaños.

Chespirito y su compañía realizaban
Chespirito y su compañía realizaban sketches en vivo frente a miles de personas. Foto: Twitter

La disputa generó versiones cruzadas: Villagrán argumentó falta de libertad para desarrollar su personaje en solitario, mientras que la productora defendió la propiedad intelectual de los personajes y la coautoría de las historias.

María Antonieta de las Nieves, quien interpretaba a La Chilindrina, también mantuvo diferencias con la dirección, principalmente por el uso del personaje fuera de México. Posteriormente ganó una batalla legal para explotar la imagen de La Chilindrina de manera independiente, algo que afectó la relación con Chespirito.

No obstante, los viajes grupales
No obstante, los viajes grupales también estuvieron llenos de polémicas. (Foto: @KarlaCalle)

En ciertas ciudades, las giras del comediante y su grupo causaron controversia por motivos que iban más allá de las disputas laborales. En Bolivia, durante una visita en 1977, circularon rumores infundados que vinculaban al grupo con actos de brujería tras un accidente en el que fallecieron varias personas durante un incendio en el teatro donde se presentaban. Estos rumores fueron desmentidos por las autoridades y por los mismos actores, pero marcaron la percepción en ciertos sectores del público.

La exposición mediática también trajo críticas de sectores conservadores, que cuestionaron algunos contenidos del show por considerarlos inapropiados para niños o por promover estereotipos. Pese a ello, la respuesta masiva de los fanáticos consolidó el legado de Chespirito en Latinoamérica.