Cómo aprovechar las propiedades curativas de la ortiga para mejorar la salud de las articulaciones

Aunque esta planta puede ser de apoyo para el bienestar, es recomendable seguir las indicaciones de un profesional de la salud

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Esta planta es conocida por
Esta planta es conocida por sus propiedades antinflamatorias. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

La ortiga (Urtica dioica) se ha destacado como una planta con múltiples beneficios para la salud, especialmente en el cuidado de las articulaciones.

Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y remineralizantes, esta planta se ha convertido en un recurso natural valioso para quienes padecen afecciones como artritis, artrosis o gota. Según los especialistas, su uso puede contribuir tanto al alivio del dolor como a la mejora de la salud ósea y articular.

Entre los principales beneficios de la ortiga para las articulaciones se encuentra su capacidad para reducir la inflamación. Esto se debe a la presencia de compuestos naturales como flavonoides y compuestos fenólicos, que actúan directamente sobre las zonas afectadas.

Además, su efecto calmante sobre las terminaciones nerviosas permite aliviar el dolor crónico asociado a estas condiciones. Otro de sus aportes clave es su riqueza en minerales esenciales como magnesio, calcio, silicio y potasio, fundamentales para fortalecer los huesos y los tejidos conectivos, incluidos cartílagos y tendones.

La ortiga también destaca por su capacidad para eliminar toxinas del organismo. Su efecto diurético facilita la expulsión de ácido úrico, lo que resulta especialmente beneficioso para quienes sufren de gota o retención de líquidos, condiciones que suelen agravar la inflamación articular.

La ortiga puede ser de
La ortiga puede ser de ayuda para la salud ósea y de las articulaciones. Foto: (iStock)

Este conjunto de propiedades convierte a la planta en un aliado natural para el tratamiento de diversas dolencias relacionadas con las articulaciones.

Existen diferentes formas de aprovechar los beneficios de la ortiga, dependiendo de las necesidades específicas de cada persona. Una de las opciones más comunes es la preparación de infusiones.

Para ello, se recomienda utilizar una cucharada de hojas secas por cada taza de agua caliente, dejando reposar la mezcla durante 10 minutos antes de colarla. Consumir esta infusión entre una y tres veces al día puede proporcionar una acción antiinflamatoria y depurativa a nivel interno.

Otra alternativa es el uso de tinturas de ortiga, que consisten en extractos líquidos concentrados de la planta. Estas se pueden adquirir en herbolarios o preparar mediante la maceración de ortiga en alcohol.

La dosis orientativa es de 15 a 20 gotas diluidas en agua, administradas dos o tres veces al día, aunque se recomienda consultar a un fitoterapeuta para un uso adecuado. Este método ofrece una mayor concentración de principios activos, ideal para tratar inflamaciones más severas.

La ortiga se debe manejar
La ortiga se debe manejar con sus debidas precauciones para evitar que sus espinas urticantes dañen la piel. Foto: (iStock)

Para quienes buscan un alivio localizado, la aplicación tópica de ortiga es una opción eficaz. Esto puede realizarse mediante cataplasmas, que consisten en ortiga cocida o triturada envuelta en una tela caliente y aplicada directamente sobre la zona inflamada.

También existen geles y cremas de ortiga disponibles en el mercado, diseñados para un uso más práctico. Estas aplicaciones tópicas son especialmente útiles para reducir el dolor y la inflamación en áreas específicas.

Otra forma de consumo es mediante ortiga liofilizada o en cápsulas, una opción práctica y dosificada que resulta adecuada para tratamientos prolongados o como suplemento. Este formato permite incorporar los beneficios de la planta de manera sencilla en la rutina diaria.

A pesar de sus múltiples beneficios, el uso de la ortiga requiere ciertas precauciones. Puede interactuar con medicamentos antihipertensivos, diuréticos o anticoagulantes, por lo que es fundamental consultar a un médico antes de iniciar su consumo, especialmente si se está bajo tratamiento farmacológico.

Además, no se recomienda su uso durante el embarazo, la lactancia o en personas con condiciones renales sin supervisión médica. En el caso de manipular ortiga fresca, es importante utilizar guantes, ya que los pelos urticantes de la planta pueden causar irritación en la piel.

En resumen, la ortiga se presenta como una solución natural y versátil para el cuidado de las articulaciones, ofreciendo alivio del dolor, reducción de la inflamación y fortalecimiento de los tejidos conectivos. Sin embargo, su uso debe realizarse con precaución y, preferiblemente, bajo la orientación de un profesional de la salud.