Él fue el único presidente mexicano que se atrevió a legalizar las drogas

Cuatro meses duró la legalización de las drogas en México; más de 80 años después los argumentos de la discusión siguen siendo similares

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Marihuana legal (Foto: cuartoscuro)
Marihuana legal (Foto: cuartoscuro)

El tema de la legalización de las drogas es un debate que se intensifica cada que ocurre un cambio de gobierno o cuando la violencia generada por los cárteles mexicanos llega a escalas como las presentes en Sinaloa; desde julio de 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional la prohibición al consumo de cannabis y THC (marihuana), empero, hubo un presidente que se atrevió a legalizar todas las drogas.

La legalización de las drogas en México duró apenas cuatro meses, del 17 de febrero al 7 de junio de 1940, hasta que el Gobierno de Estados Unidos presionó a la presidencia de Lázaro Cárdenas para que diera marcha atrás a la promulgación del Reglamento Federal de Toxicomanías (RFT).

“Que la práctica ha demostrado que que la denuncia sólo se contrae a un pequeño número de viciosos y a los traficantes en corta escala, quienes por carecer de suficientes recursos no logran asegurar su impunidad”, se lee en el RFT.

Eran momentos difíciles a nivel mundial: había estallado la Segunda Guerra Mundial, el general Lázaro Cárdenas acababa de anunciar la expropiación petrolera y los sembradores y consumidores de marihuana y opio -las principales drogas de la época- eran perseguidos sin una instrumentación clara y efectiva.

Reglamento Federal de Toxicomanías
Reglamento Federal de Toxicomanías

La estrategia de Lázaro Cárdenas

La tesis central de la ley del presidente Lázaro Cárdenas radicaba en dejar de considerar a los toxicómanos (consumidores) como criminales y englobarlos en la condición de enfermos que necesitaban seguir consumiendo ciertas sustancias con la venia de médicos especialistas.

“La persecución de los viciosos que se hace conforme al reglamento de 1931 es contraria al concepto de justicia que actualmente priva, toda vez que debe conceptuarse al vicioso más como enfermo a quien hay que atender y curar, que como verdadero delincuente que deba sufrir una pena”.

Para garantizar que se cumpliera la ley, el Departamento de Salubridad Pública instaló dispensarios donde se suministraban las drogas (marihuana, morfina, heroína y opio) a todos los dependientes de sustancias psicoactivas que lo solicitaran con una receta médica.

“El resultado obtenido con la aplicación del reglamento de 1931 ha sido el encarecimiento excesivo de las drogas y que por esa circunstancia obtengan grandes provechos los (narco) traficantes”.

La estrategia era clara y similar a las discusiones que se siguen teniendo casi 100 años después: impedir que los consumidores se acerquen a los narcomenudistas -con la inseguridad que ello implica- y obtener sus drogas de médicos especializados que garantizarán que lo que están consumiendo es la dosis y la sustancia requerida y sin alteraciones que pusieran en peligro sus vidas.

An image of late former
An image of late former Mexican President Lazaro Cardenas is held as supporters of Mexico's President Andres Manuel Lopez Obrador arrive at the Zocalo square for an event to mark the 85th anniversary of the expropriation of foreign oil firms, in Mexico City, Mexico March 18, 2023. REUTERS/Quetzalli Nicte-Ha

La presión de EEUU... 80 años después

Hoy la crisis de fentanilo, un fármaco utilizado para aliviar dolores intentos -hasta 50 veces más potente que la morfina-, es un ejemplo claro de lo que advertía Lázaro Cárdenas en 1940: los cárteles mezclan el potente opioide con otras sustancias, provocando cientos de miles de muertes porque los consumidores no saben lo que compran en el mercado ilegal.

Cuatro meses después de la publicación del Reglamento Federal de Toxicomanías en el Diario Oficial de la Federación, el gobierno de Estados Unidos decidió suspender la exportación de medicinas a México, a manera de presión para que Lázaro Cárdenas levantara la legalización de las drogas.

El historiador Froylan Enciso escribe en su libro De Sinaloa para el mundo: economía política del narcotráfico, que el estallido de la Segunda Guerra Mundial imposibilitaba traer medicamentos de Alemania u otras partes del mundo. El único proveedor era Estados Unidos -el mayor consumidor del mundo- y él decidió que las drogas fueran ilegales en México.

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