El pasado 23 de mayo, el National Focal Point de México, responsable de aplicar el Reglamento Sanitario Internacional, informó sobre el primer caso de un humano infectado con influenza aviar en el país y que días después murió.
El paciente, un hombre de 59 años originario del Estado de México, se encontraba hospitalizado en la Ciudad de México. Según su historial médico, no estuvo en contacto con aves de corral u otros animales, lo cual genera incertidumbre sobre la fuente de infección.
Previo a su diagnóstico, presentó síntomas que lo llevaron a buscar atención médica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que el enfermo tuvo contacto hospitalario con 17 personas más y que estaban identificados, solo uno reportó síntomas.
¿Hay riesgo de contagio?
Ante ello, la Secretaría de Salud informó que a pesar de este incidente, no existe riesgo de contagio de gripe aviar entre la población general en México. Hasta la fecha, no se han reportado más casos.
De igual manera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el riesgo de salud pública de este virus es bajo para la población en general.
En respuesta a este caso, las autoridades sanitarias emitieron una serie de recomendaciones para prevenir posibles contagios. Estas incluyen cocer adecuadamente la carne de pollo y los huevos a más de 70°C, y no usar los mismos utensilios para manipular alimentos crudos y cocidos.
También se recomienda evitar el contacto con animales silvestres y no tocar aves o animales de corral enfermos o muertos por causas desconocidas.
Para quienes trabajan en granjas o mataderos, o tienen contacto con aves, animales, sus productos y desechos, se sugiere el uso de guantes, cubrebocas y ropa protectora.
Es fundamental lavar las manos antes de manipular alimentos cocidos y después de manipular alimentos crudos, y hacerlo frecuentemente con agua y jabón o soluciones a base de alcohol al 70%.
Adicionalmente, se insta a la población a vigilar posibles signos de enfermedad o muerte anormal en animales de granja o traspatio y reportarlo inmediatamente a las autoridades. También se recomienda el uso de cubrebocas en caso de síntomas respiratorios, ventilar espacios y cubrir la boca y nariz al toser o estornudar.
En caso de presentar síntomas como fiebre, conjuntivitis, tos, ardor de garganta, escurrimiento nasal, dificultad para respirar, dolor de cabeza, vómito, diarrea, sangrado o alteraciones a la conciencia después de haber tenido contacto con aves u otros animales enfermos o muertos, se debe acudir a la unidad médica más cercana para la atención correspondiente.
Estas medidas buscan proteger la salud pública y contener la posible propagación del virus de la influenza aviar, enfatizando la importancia de la prevención y la pronta respuesta ante cualquier síntoma o situación anormal relacionada con animales y alimentos.