Sumar a un can en la familia es una decisión importante que no puede tomarse a la ligera, cada raza tiene comportamientos, hábitos y necesidades particulares de su especie. Elegir una mascota cuya personalidad no se adapte a tu estilo de vida podría traer algunos problemas en la convivencia diaria.
Para esta importante elección debes de tomar en cuenta el tamaño de la hogar, si la mascota va a convivir con niños, el tiempo disponible para sus paseos y si es compatible con el estilo que llevas.
Bajo estos motivos te compartimos las características del Cobrador de Nueva Escocia, su historia, cuidados básicos y los tamaños promedio cuando alcanzan su edad adulta. Así como algunos consejos que te ayudarán a adiestrarlo de la mejor manera, según la página web de Purina.
Origen y personalidad del Cobrador de Nueva Escocia
Este perro tiene un tamaño medio y es muy activo. Tiene una cola de pelo largo muy característica y las patas palmeadas. Se presenta en todas las tonalidades de rojo y naranja, aunque el pelaje bajo la cola es de un color más claro. Algunos también tienen zonas blancas en la punta de la cola, en las patas y en el pecho. Los perros adultos miden entre 48 y 51 cm y las hembras entre 45 y 48 cm. Ambos pesan entre 17 y 23 kg.
Al cobrador le encanta disfrutar de grandes espacios al aire libre y es ideal para familias activas que vivan en el campo. Responde bien al adiestramiento y destaca en deportes caninos como el flyball, agility, etc. Es un compañero juguetón que rebosa energía.
El cobrador de Nueva Escocia se desarrolló a principios del siglo XX para atraer y cobrar aves acuáticas. Se cree que son el resultado de varios cruces que incluirían a varios retrievers o cobradores como el golden, el chesapeake y el de pelo liso. Puede que por sus venas también corra sangre del cocker spaniel, del setter irlandés y del border collie e incluso una o dos variedades de las razas de tipo spitz. A este perro también se le llamaba little river duck dog o yarmouth toller.
Los beneficios de tener un perro
Una mascota de compañía trae muchos beneficios a la vida de las personas, pues la constante interacción con ellos genera resultados positivos en la salud física, familiar y de la comunidad en la que se desarrolla, de acuerdo con una investigación realizada por Human Animal Bond Research Institute (HABRI), organización a favor de los animales de compañía.
Steven Feldman, director de dicha asociación, explicó en su investigación que los perros o gatos son capaces de "amortiguar el estrés y ayudar a abordar el aislamiento social". Convivir con un compañero peludo influye en gran medida a cuidar los niveles de presión arterial, frecuencia cardíaca y ayuda a la producción de hormonas relacionadas con el bienestar.
La misma organización realizó una encuesta en 2021 para evaluar qué tanto cambió la vida de las personas antes y después de integrar a un perro a su círculo familiar y los resultado impresionaron a los investigadores, pues el 61 por ciento de los propietarios aseguró que consideraría cambiar de casa con tal de que su mascota estuviera cómoda y el 45 por ciento buscaría cambiar de trabajo para compartir más tiempo con el animal.