Por qué es importante lavarse las manos y cuál es la manera correcta de hacerlo

Se trata de un hábito sencillo, eficaz, barato, al alcance de cualquiera y con un alto impacto en la calidad de vida, ya que reduce las posibilidades de contagiarse enfermedades respiratorias

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El lavado de manos es un hábito sencillo, eficaz, barato, al alcance de cualquiera y con un alto impacto en la calidad de vida
El lavado de manos es un hábito sencillo, eficaz, barato, al alcance de cualquiera y con un alto impacto en la calidad de vida

“Lavarse las manos” es una frase que, en el inconsciente colectivo, está relacionada a cuestiones negativas, ya sea para referirse a quien no se hace cargo de una situación que le corresponde o bien a quien prefiere no comprometerse con algo cuando podría hacerlo.

Sin embargo, el hecho de lavarse las manos es, en verdad, un buen hábito de higiene y salud: es sencillo, eficaz, barato, al alcance de cualquier persona y con un alto impacto en la calidad de vida.

En 2018, la empresa Win -dedicada a las investigaciones de mercado- realizó un estudio en 64 países de todo el mundo para medir qué tan arraigado está este hábito en las sociedades. En el relevamiento, Argentina quedó en un cuarto puesto entre los países que más incorporados tienen el hecho de lavarse las manos, debajo de Perú, Panamá y Colombia.

Consejos para lavarse las manos correctamente

En línea con las consideraciones de la OMS, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) asegura que el lavado de manos es la manera más efectiva de evitar la propagación de muchas enfermedades. Y que promover este hábito es la intervención más económica y con más impacto en la salud pública para la población. Desde ese lugar, aconsejan cómo es la manera correcta lavarse las manos.

– Mojarse las manos.

– Aplicar el jabón necesario para cubrir todas las superficies de las manos.

– Frotarse las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.

– Frotarse el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano opuesta, manteniendo unidos los dedos.

– Frotarse la punta de los dedos, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa.

– Enjuagar con agua limpia.

– Secarla con una toalla de un solo uso.

– Utilizar la toalla para cerrar la canilla.

Lavarse las manos con agua es mucho menos efectivo que si se hace con jabón, ya que es este producto el que facilita la frotación entre las manos que permite disolver la grasa y eliminar la suciedad que contienen los gérmenes. Es por esto que Lysoform presenta su línea de cuidado de manos: el Jabón Antibacterial, el Jabón Líquido Antibacterial -que deja una sensación suave en la piel- y el Sanitizante de Manos -que elimina el 99,9% de los gérmenes, no es pegajoso y es de secado rápido-.

En marco de una nueva campaña para la línea de cuidado de manos de Lysoform, se le dio apoyo y visibilidad a todos aquellos que se “lavan las manos” pero para hacer el bien: los médicos que se lavan las manos antes de revisar a un paciente, los encargados de comedores que se lavan las manos para cocinarles un plato de comida a quienes más lo necesitan y muchos más que se lavan las manos todos los días para hacer de este mundo un lugar mejor.