
(Desde Washington, Estados Unidos) La Estrategia de Seguridad Nacional diseñada por Donald Trump para América Latina se basa en la exclusión rampante de China y Rusia, y en el respaldo sistemático a los países de la región que se alinean con la agenda geopolítica de Estados Unidos.
El documento oficial que establece la hoja de ruta para la Seguridad Nacional de Estados Unidos tiene 33 páginas, y a partir de la foja 16 describe el denominado “Corolario Trump de la Doctrina Monroe” para explicitar cómo actuará la administración republicana en América Latina.
A fines de 1823, el presidente James Monroe estableció la Doctrina Monroe, que partía del concepto “America para los americanos”.
La doctrina geopolítico tenía como principal objetivo evitar una nueva irrupción europea en la región -recuperación de territorios o la creación de nuevas colonias - y reprimir posibles intervenciones de las potencias europeas en los asuntos del Hemisferio Occidental.
En 1904, Theodore Roosevelt amplía la Doctrina Monroe con un corolario que lleva su nombre. El Corolario Roosevelt estableció que Estados Unidos podía intervenir en la región para "estabilizar" a los países que implicaban una amenaza a los intereses de Washington.
Entre 1904 y el fin de la Guerra Fría, la Casa Blanca ejecutó el Corolario Roosevelt para defender la inversiones de las empresas locales en la región y más adelante proteger su área de influencia ante la ofensiva de la Unión Soviética, que financiaba movimientos revolucionarios para desgastar a Estados Unidos.
“Después de años de abandono, Estados Unidos reafirmará y hará cumplir la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el Hemisferio Occidental, y para proteger nuestra patria y nuestro acceso a geografías clave en toda la región. Negaremos a los competidores no hemisféricos la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos estratégicamente vitales, en nuestro Hemisferio. Este “Corolario Trump” a la Doctrina Monroe es una restauración de sentido común y poderosa del poder y las prioridades estadounidenses, coherente con los intereses de seguridad de Estados Unidos", sostiene el documento sobre la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos en su página 16.
La Casa Blanca no enumera “a los competidores no hemisféricos”, pero sus nombres son obvios: China, Rusia, Corea del Norte e Irán.
Y en este contexto geopolítico se debe añadir a Venezuela, Cuba y Nicaragua como proxies de Xi, Vladimir Putin, Kim Jong-un y Ali Khamenei.
El documento oficial sobre la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos se apoya en los conceptos de “Alistar y Expandir” para consolidar sus relaciones diplomáticas con los aliados regionales y controlar los recursos naturales que serán claves en el desarrollo económico y tecnológico que planifica Washington para las próximas décadas.
Bajo el concepto de “Alistar”, Estados Unidos apunta a cumplir estos objetivos centrales:
• “Alistaremos a amigos ya establecidos en el Hemisferio para controlar la migración, detener los flujos de drogas y fortalecer la estabilidad y la seguridad en tierra y mar.
• Cultivando y fortaleciendo nuevos socios mientras reforzamos el atractivo de nuestra propia nación como el socio económico y de seguridad preferido del Hemisferio.
• Estas naciones nos ayudarían a detener la migración ilegal y desestabilizadora, neutralizar cárteles, acercar la manufactura y desarrollar economías privadas locales, entre otras cosas.
• Recompensaremos y alentaremos a los gobiernos, partidos políticos y movimientos de la región que estén ampliamente alineados con nuestros principios y estrategia. Pero no debemos pasar por alto a los gobiernos con perspectivas diferentes con quienes, sin embargo, compartimos intereses y desean trabajar con nosotros".

Tras definir estos conceptos generales, el documento sobre la Estrategia de Seguridad Nacional fija los objetivos vinculados a la presencia del Pentágono en América Latina.
En la página 16 del documento oficial se puede leer:
“Estados Unidos debe reconsiderar la presencia militar en el Hemisferio Occidental. Esto significa cuatro cosas evidentes:
• Un reajuste de nuestra presencia militar global para abordar amenazas urgentes en nuestro Hemisferio, especialmente las misiones identificadas en esta estrategia, y alejarnos de teatros cuya importancia relativa para la seguridad nacional estadounidense ha disminuido en las últimas décadas o años.
• Una presencia más adecuada de la Guardia Costera y la Marina para controlar las rutas marítimas, frustrar la migración ilegal y no deseada, reducir el tráfico de personas y drogas, y controlar rutas de tránsito clave en una crisis.
• Despliegues selectivos para asegurar la frontera y derrotar a los cárteles, incluyendo, cuando sea necesario, el uso de fuerza letal para reemplazar la fallida estrategia basada solo en la aplicación de la ley de las últimas décadas.
• Establecer o ampliar el acceso en ubicaciones estratégicamente importantes".
Scott Bessent es una pieza clave en la estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. El secretario de Estado colaboró en la ofensiva arancelaria encabezada por Trump, que fijó tasas diferentes en la región acorde a la cercanía -o no- con la Casa Blanca.
Desde esta perspectiva, la Casa Blanca benefició a la Argentina por su sintonía perfecta con los intereses de Estados Unidos, y castigó a Brasil por sus vinculaciones con China y la situación judicial de Jair Bolsonaro.
En las páginas 16 y 17 del plan de Seguridad Nacional se asegura:
“1. Estados Unidos priorizará la diplomacia comercial, para fortalecer nuestra propia economía e industrias, utilizando aranceles y acuerdos comerciales recíprocos como herramientas poderosas.
- El objetivo es que nuestros países socios fortalezcan sus economías nacionales, mientras que un Hemisferio Occidental económicamente más fuerte y sofisticado se convierte en un mercado cada vez más atractivo para el comercio y la inversión estadounidenses.
- El fortalecimiento de cadenas de suministro críticas en este Hemisferio reducirá dependencias y aumentará la resiliencia económica estadounidense.
- Los vínculos creados entre Estados Unidos y nuestros socios beneficiarán a ambas partes y dificultarán que los competidores no hemisféricos aumenten su influencia en la región.
- Y aunque prioricemos la diplomacia comercial, trabajaremos para fortalecer nuestras alianzas de seguridad—desde ventas de armas hasta el intercambio de inteligencia y ejercicios conjuntos".

Cuando concluye con la descripción del concepto “Alistar”, el documento de la Casa Blanca se ocupar de explicar qué significa el término “Expandir” para los estrategas en Seguridad Nacional de la administración republicana.
En las páginas 18 y 19 del documento oficial se sostiene:
• “A medida que profundicemos nuestras alianzas con países con los que Estados Unidos ya tiene relaciones sólidas, debemos buscar expandir nuestra red en la región. Queremos que otras naciones nos vean como su socio preferido, y (por diversos medios) desalentaremos su colaboración con otros.
• El Hemisferio Occidental alberga muchos recursos estratégicos que Estados Unidos debe desarrollar en asociación con aliados regionales, para hacer que los países vecinos, así como el nuestro, sean más prósperos.
• El Consejo de Seguridad Nacional iniciará de inmediato un sólido proceso interinstitucional para encargar a las agencias, apoyadas por el brazo analítico de nuestra Comunidad de Inteligencia, la identificación de puntos y recursos estratégicos en el Hemisferio Occidental con miras a su protección y desarrollo conjunto con socios regionales.
• Los competidores no hemisféricos han logrado importantes avances en nuestro Hemisferio, tanto para perjudicarnos económicamente en el presente, como de formas que podrían dañarnos estratégicamente en el futuro. Permitir estas incursiones sin una respuesta seria es otro gran error estratégico estadounidense de las últimas décadas.
• Estados Unidos debe ser preeminente en el Hemisferio Occidental como condición para nuestra seguridad y prosperidad—una condición que nos permite afirmarnos con confianza donde y cuando lo necesitemos en la región.
• Los términos de nuestras alianzas, y los términos bajo los cuales proporcionamos cualquier tipo de ayuda, deben estar condicionados a la reducción de la influencia adversaria externa—desde el control de instalaciones militares, puertos e infraestructura clave hasta la compra de activos estratégicos en sentido amplio.
• Algunas influencias extranjeras serán difíciles de revertir, dadas las alineaciones políticas entre ciertos gobiernos latinoamericanos y ciertos actores extranjeros. Sin embargo, muchos gobiernos no están alineados ideológicamente con potencias extranjeras, sino que se sienten atraídos a hacer negocios con ellas por otras razones, incluyendo bajos costos y menos obstáculos regulatorios.
• Estados Unidos ha tenido éxito en revertir la influencia externa en el Hemisferio Occidental al demostrar, con especificidad, cuántos costos ocultos—en espionaje, ciberseguridad, trampas de deuda y otras formas—están incrustados en la supuesta asistencia extranjera “de bajo costo”. Debemos acelerar estos esfuerzos, incluso utilizando la influencia estadounidense en finanzas y tecnología para inducir a los países a rechazar dicha asistencia.
• En el Hemisferio Occidental—y en todo el mundo—Estados Unidos debe dejar claro que los bienes, servicios y tecnologías estadounidenses son una mejor inversión a largo plazo, porque son de mayor calidad y no vienen con el mismo tipo de condiciones que la asistencia de otros países. Dicho esto, reformaremos nuestro propio sistema para agilizar aprobaciones y licencias—nuevamente, para convertirnos en el socio preferido.
• Todo funcionario estadounidense que trabaje en o sobre la región debe estar al tanto del panorama completo de la influencia externa perjudicial, mientras aplica presión y ofrece incentivos a los países socios para proteger nuestro Hemisferio.
• Proteger con éxito nuestro Hemisferio también requiere una colaboración más estrecha entre el Gobierno de Estados Unidos y el sector privado estadounidense. Todas nuestras embajadas deben estar al tanto de las principales oportunidades de negocio en su país, especialmente los grandes contratos gubernamentales. Todo funcionario del Gobierno de Estados Unidos que interactúe con estos países debe entender que parte de su trabajo es ayudar a las empresas estadounidenses a competir y tener éxito.
• El Gobierno de Estados Unidos identificará oportunidades estratégicas de adquisición e inversión para empresas estadounidenses en la región y presentará estas oportunidades para su evaluación por todos los programas de financiamiento del Gobierno de Estados Unidos
• También debemos asociarnos con gobiernos y empresas regionales para construir infraestructura energética escalable y resiliente, invertir en el acceso a minerales críticos y fortalecer las redes de comunicaciones cibernéticas existentes y futuras que aprovechen al máximo el potencial de cifrado y seguridad estadounidense.
• Estados Unidos también debe resistir y revertir medidas como la imposición de impuestos selectivos, regulaciones injustas y expropiaciones que perjudiquen a las empresas estadounidenses.
• Los términos de nuestros acuerdos, especialmente con aquellos países que más dependen de nosotros y sobre los cuales tenemos mayor influencia, deben ser contratos de fuente única para nuestras empresas. Al mismo tiempo, debemos hacer todo lo posible para expulsar a las empresas extranjeras que construyen infraestructura en la región".
El documento público y oficial que describe la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, permite entender la lógica geopolítica que utiliza la Casa Blanca para designar a sus enemigos.
Trump identifica a China, Rusia, Irán y Corea del Norte como sus enemigos regionales, y considera que Venezuela, Cuba y Nicaragua son los proxies de esos países autoritarios que condicionan los intereses de Estados Unidos en la región.
El documente oficial también adelanta que Estados Unidos desea controlar todos los recursos estratégicos -tierras raras y minerales estratégicos, por ejemplo-, gatillar aumentos arancelarios acorde a sus necesidades financieras y facilitar la ayuda económica a los países que se alinearon con sus intereses globales.
“La elección que todos los países deben enfrentar es si quieren vivir en un mundo liderado por Estados Unidos, de países soberanos y economías libres, o en uno paralelo en el que estén influenciados por países del otro lado del mundo", se advierte en las disposiciones de la Estrategia de Seguridad Nacional para America Latina que aplica Trump desde el viernes pasado.
Últimas Noticias
Donald Trump cuestionó a Zelensky por demorar su respuesta al plan de paz que discute Washington con Moscú
El presidente estadounidense expresó su “decepción” con el mandatario ucraniano luego de días de reuniones entre delegaciones de ambos países
Justin Bieber arremetió contra Apple por su botón de dictado: “Les voy a hacer una llave de estrangulamiento”
Las declaraciones del intérprete sobre la interrupción de su música por una función del dispositivo han sido replicadas por sus seguidores, quienes han expresado molestias con la interfaz y el diseño del teléfono

Caimán de casi 300 kilos sorprendió a un vecindario de Florida: ocho hombres fueron necesarios para capturarlo
El suceso, registrado en video, muestra cómo el equipo trabajó coordinadamente para inmovilizar al reptil y cargarlo en la parte trasera de una camioneta para su posterior traslado

Estados Unidos ampliará restricciones migratorias para ciudadanos de más de 30 países
La prohibición de viaje vigente afectará tanto a inmigrantes como a visitantes temporales, incluyendo turistas, estudiantes y viajeros de negocios

Autoridades de Luisiana intensifican la búsqueda de uno de los tes reclusos fugados en St. Landry
La operación policial se mantiene activa tras la evasión de tres internos, mientras se investiga el estado de la infraestructura penitenciaria y la actuación del personal encargado de la vigilancia


