Estas serán las ciudades con el pronóstico de mayor cantidad de nieve para el invierno de 2024 en EEUU

Cuando se habla de inviernos severos en el noreste y medio oeste de Estados Unidos, el “efecto lago” suele protagonizar las conversaciones. Este fenómeno es el causante de intensas nevadas en ciudades cercanas a los grandes lagos, como Buffalo y Syracuse en el estado de Nueva York. Este invierno 2024-2025, el “efecto lago” sumará nuevamente sus efectos a un pronóstico que ya anticipa nevadas superiores a la media en algunas áreas, mientras que en otras regiones las acumulaciones de nieve serán moderadas. Según AccuWeather, este invierno traerá cambios en los patrones de nevadas que afectarán a las principales ciudades del noreste y medio oeste de manera diversa.

Buffalo, Nueva York se perfila como una de las ciudades con las mayores nevadas en esta temporada invernal. Con un promedio histórico de 95,4 pulgadas (alrededor de 242 cm), AccuWeather prevé que las acumulaciones puedan alcanzar entre 75 y 100 pulgadas (190 a 254 cm) debido al “efecto lago”, que intensificará las tormentas de nieve al cruzar el lago Erie. En comparación, el invierno anterior trajo unas 71,3 pulgadas (181 cm), y se espera que esta temporada supere esa cifra.

Por otro lado, en ciudades como Boston, donde las nevadas han sido mucho más moderadas en los últimos años, se proyecta un invierno con más nieve que el promedio reciente. La acumulación histórica de nieve en Boston, entre 1991 y 2020, fue de 49,2 pulgadas (125 cm), pero en el invierno pasado apenas alcanzó las 9,8 pulgadas (25 cm). Este año, el pronóstico de nieve indica que las acumulaciones oscilarán entre 30 y 40 pulgadas (76 a 102 cm), impulsadas por frentes fríos periódicos.

En Nueva York y Filadelfia, los pronósticos también muestran acumulaciones mayores en comparación con el invierno anterior. En Nueva York, donde el promedio histórico es de 29,8 pulgadas (76 cm), la nieve podría acumular entre 20 y 25 pulgadas (51 a 63 cm), superando las 7,5 pulgadas (19 cm) registradas el año pasado. Filadelfia, por su parte, con un promedio histórico de 23,1 pulgadas (59 cm), espera entre 15 y 20 pulgadas (38 a 51 cm), cifra superior a las 11,2 pulgadas (28 cm) registradas el invierno pasado.

Este invierno en Estados Unidos estará marcado por varios fenómenos meteorológicos que podrían intensificar o moderar las nevadas en distintas regiones. La interacción de elementos como La Niña, el vórtice polar y las temperaturas de los océanos jugará un papel importante en la distribución y la intensidad de las tormentas de nieve en el norte del país.

Uno de los factores predominantes en el pronóstico para el invierno 2024-2025 es la presencia de La Niña, un fenómeno que ocurre cuando las aguas en el océano Pacífico ecuatorial están más frías de lo normal. Este enfriamiento de las aguas altera los patrones de viento y las corrientes atmosféricas, afectando así el clima de Norteamérica. Según AccuWeather, La Niña en esta temporada será débil, lo que permitirá que otros factores influyan de manera más directa en el clima invernal.

Durante inviernos de La Niña, las tormentas de nieve tienden a seguir un trayecto norteño, afectando particularmente a las áreas cercanas a los Grandes Lagos y partes del noreste y medio oeste, mientras que el sur del país experimenta climas más templados y secos. Esta distribución podría contribuir a que ciudades como Chicago y Buffalo reciban nevadas superiores a su promedio histórico.

Otro fenómeno relevante es el vórtice polar, una masa de aire extremadamente frío que circula en torno a los polos de la Tierra. En algunos inviernos, este vórtice se debilita y permite que grandes volúmenes de aire gélido se desplacen hacia el sur, llegando incluso a latitudes medias de Estados Unidos. Según los meteorólogos de AccuWeather, es probable que el vórtice polar tenga una influencia importante en la segunda mitad del invierno, particularmente en febrero, cuando podría liberar oleadas de aire ártico en el noreste y el medio oeste, aumentando las probabilidades de intensas tormentas de nieve en ciudades como Pittsburgh y Nueva York.

Las temperaturas de los océanos cercanos a Estados Unidos también influirán en el clima invernal de este año. El Golfo de México ha mostrado temperaturas superiores al promedio, lo que se traduce en masas de aire más cálidas que se mueven desde el sur hacia el centro y el este del país. Estas condiciones podrían limitar la presencia de aire frío continuo en algunas regiones, interrumpiendo los patrones de nieve en el medio oeste y noreste.

Por otra parte, en el Pacífico Norte, las aguas cálidas pueden alterar la trayectoria de las tormentas, impulsando frentes fríos hacia el noroeste y la costa oeste. Este fenómeno beneficia las zonas montañosas, donde la temporada de esquí podría extenderse debido a las frecuentes nevadas.

Las nevadas intensas pronosticadas para el invierno 2024-2025 tendrán un impacto directo en diversas actividades económicas y en la vida diaria de las personas que habitan en el noreste y medio oeste de Estados Unidos, regiones afectadas por el “efecto lago” y otros fenómenos climáticos. Este año, ciudades como Buffalo, Chicago y Boston se preparan para acumulaciones de nieve significativas, lo que puede alterar desde el transporte hasta las industrias locales.

Las fuertes nevadas pronosticadas para ciudades como Pittsburgh y Nueva York aumentarán las dificultades para el transporte en carreteras y vías férreas. Las carreteras se vuelven resbaladizas y, en muchos casos, imposibles de transitar sin equipo especializado como cadenas o neumáticos de nieve, lo que eleva los costos operativos para las empresas de transporte. En estas condiciones, es común que los aeropuertos enfrenten cancelaciones o demoras, afectando tanto a viajeros como a empresas de carga y transporte aéreo.

En el caso de los trenes, el hielo acumulado en las vías y las tormentas de nieve dificultan la movilidad de mercancías esenciales, lo que puede causar retrasos en la entrega de productos en regiones con alta demanda. Las ciudades cercanas a los Grandes Lagos, donde el “efecto lago” intensifica las nevadas, están especialmente expuestas a estos desafíos de movilidad.

Otro aspecto crítico es el consumo de energía, que suele aumentar en los meses más fríos. Las bajas temperaturas, especialmente si el vórtice polar impulsa masas de aire ártico hacia el norte y noreste de Estados Unidos, elevarán la demanda de calefacción, afectando las redes de energía eléctrica y gas natural. El aumento de consumo podría presionar los precios de los servicios públicos en áreas afectadas por frentes fríos persistentes, como las regiones cercanas a los Grandes Lagos y el noreste.

Además, las nevadas intensas pueden dañar la infraestructura eléctrica, provocando apagones en algunas áreas. Para los habitantes, estos cortes significan una interrupción en el acceso a servicios básicos, además de riesgos de salud por las bajas temperaturas. Las empresas de energía suelen prepararse con cuadrillas de emergencia para restablecer el servicio rápidamente, pero el trabajo puede ser lento en condiciones extremas.

En contraste, el invierno 2024-2025 podría beneficiar la industria del turismo en regiones montañosas del oeste, como las Montañas Rocosas, gracias a las nevadas provocadas por frentes fríos y tormentas del Pacífico. Las estaciones de esquí de estados como Colorado y Utah esperan una temporada fuerte, con una buena base de nieve que atraerá a turistas locales e internacionales, especialmente en días festivos como Acción de Gracias y Navidad.

Para las economías locales, el aumento del turismo invernal representa una fuente importante de ingresos y la posibilidad de recuperar pérdidas de temporadas pasadas afectadas por climas más templados. Restaurantes, hoteles, tiendas de equipos de esquí y operadores de transporte se benefician directamente de la afluencia de visitantes en estas zonas.

Las ciudades en el noreste y medio oeste están acostumbradas a los inviernos intensos y han desarrollado protocolos de adaptación, como el uso de sal en las carreteras, el despliegue de quitanieves y sistemas de alerta para tormentas. Sin embargo, se espera que este invierno exija un esfuerzo adicional debido a las intensas nevadas anticipadas. Las autoridades locales en ciudades como Boston y Filadelfia ya han emitido recomendaciones para que los residentes se preparen con suministros de emergencia y equipos para soportar las condiciones invernales extremas.

La acumulación de nieve prolongada puede generar también un impacto en la economía doméstica, ya que muchas personas optan por trabajar desde casa durante los días de tormenta para evitar desplazamientos. A nivel local, estas interrupciones pueden afectar la actividad comercial y reducir las ventas de pequeños negocios que dependen del flujo constante de clientes.

Buffalo, NY

• Nieve en invierno 2023-2024: 71.3 pulgadas (181 cm)
• Promedio histórico: 95.4 pulgadas (242 cm)
• Pronóstico 2024-2025: Entre 75 y 100 pulgadas (190 a 254 cm). La proximidad de Buffalo al lago Erie intensifica el “efecto lago”, con nevadas que se prevé alcancen entre 75 y 100 pulgadas esta temporada, destacándose como una de las ciudades más nevadas del país.

Boston, MA

• Nieve en invierno 2023-2024: 9.8 pulgadas (25 cm)
• Promedio histórico (1991-2020): 49.2 pulgadas (125 cm)
• Pronóstico 2024-2025: 30-40 pulgadas (76 a 102 cm). Boston espera tener un invierno más nevado en comparación con el año pasado, con entre 30 y 40 pulgadas de nieve, superando ampliamente los 9.8 pulgadas del invierno anterior.

Nueva York, NY

• Nieve en invierno 2023-2024: 7.5 pulgadas (19 cm)
• Promedio histórico: 29.8 pulgadas (76 cm)
• Pronóstico 2024-2025: 20-25 pulgadas (51 a 63 cm). En Nueva York, la acumulación de nieve aumentará en comparación con el invierno pasado, pero seguirá por debajo del promedio histórico.

Philadelphia, PA

• Nieve en invierno 2023-2024: 11.2 pulgadas (28 cm)
• Promedio histórico: 23.1 pulgadas (59 cm)
• Pronóstico 2024-2025: 15-20 pulgadas (38 a 51 cm). Filadelfia tendrá una acumulación esperada de entre 15 y 20 pulgadas, un incremento leve respecto al invierno pasado.

Pittsburgh, PA

• Nieve en invierno 2023-2024: 16.3 pulgadas (41 cm)
• Promedio histórico: 44.1 pulgadas (112 cm)
• Pronóstico 2024-2025: 28-36 pulgadas (71 a 91 cm). Pittsburgh recibirá nevadas más fuertes en esta temporada invernal, con pronósticos que oscilan entre 28 y 36 pulgadas, aunque aún por debajo del promedio histórico.

Chicago, IL

• Nieve en invierno 2023-2024: 22.2 pulgadas (56 cm)
• Promedio histórico: 38.4 pulgadas (98 cm)
• Pronóstico 2024-2025: 30-45 pulgadas (76 a 114 cm). Chicago verá un aumento en las nevadas respecto al invierno anterior, con entre 30 y 45 pulgadas acumuladas, debido a su cercanía al lago Michigan, que intensifica las nevadas por el “efecto lago”.

Syracuse, NY

• Pronóstico: Más de 300 cm de nieve. Syracuse, cercana al lago Ontario, recibe las nevadas más intensas de Nueva York, y el “efecto lago” se espera que genere acumulaciones superiores a 300 cm esta temporada.

Rochester, NY

• Pronóstico: Entre 200 y 250 cm. Rochester también verá nevadas importantes gracias a su posición respecto al lago Ontario, acumulando de 200 a 250 cm en total.

Erie, PA

• Pronóstico: Alrededor de 250 cm. Situada en el sureste del lago Erie, la ciudad de Erie experimentará acumulaciones intensas al inicio del invierno, cuando las aguas del lago aún están cálidas.

Marquette, MI

• Pronóstico: Más de 400 cm. Marquette, junto al lago Superior, tendrá unas de las nevadas más intensas de Estados Unidos, con acumulaciones previstas de más de 400 cm.

Duluth, MN

• Pronóstico: Más de 200 cm. Duluth, en la costa del lago Superior, verá nevadas constantes, con un promedio previsto de más de 200 cm, debido a las bajas temperaturas y la humedad del lago.

Burlington, VT

• Pronóstico: Más de 200 cm. En Vermont, la ciudad de Burlington, aunque no directamente afectada por los Grandes Lagos, experimentará nevadas invernales intensas, acumulando más de 200 cm por temporada.

Este invierno 2024-2025, marcado por el “efecto lago” y patrones climáticos fríos, promete ser un desafío para la infraestructura y las actividades diarias en estas ciudades.

El “efecto lago” es un fenómeno meteorológico que ocurre principalmente en regiones cercanas a grandes cuerpos de agua, como los grandes lagos de Estados Unidos y Canadá. Este efecto se produce cuando masas de aire frío, generalmente provenientes del Ártico, atraviesan las aguas más cálidas de los lagos. Al hacerlo, el aire frío absorbe la humedad del lago, que se transforma en vapor de agua. Luego, al continuar su recorrido hacia tierra firme, este aire cargado de humedad se enfría nuevamente, provocando que el vapor de agua se condense y caiga en forma de nieve.

Este proceso suele generar intensas nevadas en áreas ubicadas en la dirección del viento que sopla desde el lago, afectando con mayor frecuencia a ciudades del noreste y medio oeste de Estados Unidos, especialmente durante el invierno. Las nevadas producidas por el efecto lago pueden ser persistentes y de alta intensidad, ya que el aire frío puede seguir captando humedad mientras cruza los lagos, aumentando la cantidad de nieve que cae en las costas cercanas.

• Diferencia de Temperatura entre el agua y el aire: Cuanto mayor es la diferencia entre la temperatura del agua del lago y el aire que pasa sobre él, mayor es la cantidad de humedad que se absorbe. Por eso, el efecto lago es especialmente fuerte al inicio del invierno, cuando los lagos aún retienen calor y el aire ártico frío comienza a moverse hacia el sur.
• Tamaño y profundidad del lago: Los lagos grandes y profundos, como el lago Erie y el lago Ontario, tardan más en enfriarse, por lo que mantienen temperaturas más cálidas en otoño e invierno, lo cual potencia la creación de nieve cuando el aire frío los atraviesa.
• Dirección y fuerza del viento: El efecto lago es más pronunciado cuando los vientos soplan de manera constante desde el lago hacia la tierra firme. Esto dirige el aire húmedo y frío hacia áreas específicas, aumentando las acumulaciones de nieve en ciudades que se encuentran en su trayectoria, como Buffalo o Syracuse en Nueva York.

El “efecto lago” es responsable de algunas de las nevadas más fuertes y prolongadas en Estados Unidos, particularmente en áreas cercanas a los grandes lagos. Este fenómeno puede traer grandes acumulaciones de nieve en pocos días, lo que afecta el transporte, la economía y la vida cotidiana. Ciudades como Buffalo y Rochester en Nueva York, y Erie en Pennsylvania, experimentan cada año la intensidad de este fenómeno, lo que las obliga a desarrollar infraestructuras y planes de respuesta ante nevadas para enfrentar el invierno.