La vida de Brittany Phillips, una estudiante universitaria de 18 años en Tulsa, Oklahoma, fue truncada abruptamente el 30 de septiembre de 2004, cuando su cuerpo fue encontrado en el apartamento donde vivía. Desde entonces, el caso sigue sin resolverse, convirtiéndose en una búsqueda incansable de justicia por parte de su madre, Maggie Zingman, quien durante las últimas dos décadas ha recorrido el país en un esfuerzo por mantener viva la memoria de su hija y lograr que su asesinato se esclarezca. La historia ha sido reportada por varios medios, incluidos People y el Departamento de Policía de Tulsa.
Brittany Phillips era una estudiante de química en Tulsa Community College y planeaba transferirse a la Universidad Estatal de Oklahoma para seguir con sus estudios, según declaraciones proporcionadas por su madre a People. Su último contacto con familiares y amigos ocurrió el 27 de septiembre de 2004, cuando fue vista dejando a una amiga en su casa tras acudir a una consulta médica debido a problemas de alergia, detalla el Departamento de Policía de Tulsa. Tres días después, agentes que respondieron a una solicitud de revisión de bienestar encontraron el cuerpo de Brittany en su apartamento. La autopsia reveló que la joven había sido estrangulada y agredida sexualmente, de acuerdo con el reporte policial.
Maggie Zingman, una psicóloga especializada en trauma que trabaja con veteranos de guerra, inició en 2007 un recorrido que llamó “Caravana para Atrapar a un Asesino” en un intento por atraer la atención pública hacia el caso de su hija y fomentar la colaboración ciudadana. Zingman explicó a People que la idea de la caravana surgió con el objetivo de visibilizar el caso y propiciar la obtención de información clave, dado que las investigaciones previas, que incluyeron la toma de pruebas de ADN y entrevistas con exnovios y otros sospechosos, no arrojaron resultados concluyentes.
En los años siguientes, Zingman recorrió más de 482,803 kilómetros y distribuyó volantes en casi 48 estados. Según datos de la familia y del Departamento de Policía de Tulsa, la madre de Brittany ha visitado estaciones de policía, estaciones de servicio y áreas de descanso, buscando testigos o personas con conocimiento del caso. Zingman relató a People que llegó a vivir sin servicios básicos como calefacción y aire acondicionado, además de asumir una deuda significativa, para continuar financiando los viajes. En cada recorrido, Zingman utiliza un vehículo decorado con imágenes de su hija y el número de contacto de Crime Stoppers de Tulsa para recibir pistas.
El detective Jeremy Stiles, asignado a la unidad de casos sin resolver en el Departamento de Policía de Tulsa, explicó que, si bien las campañas de Zingman no han arrojado pistas definitivas, han ayudado a generar conciencia sobre el caso de Brittany Phillips. En declaraciones recogidas por People, Stiles afirmó que los esfuerzos de Zingman han sido efectivos para mantener el interés en el caso, motivando a personas a llamar y proporcionar detalles que creen relevantes, aunque hasta la fecha ninguna pista ha sido concluyente.
En 2023, Zingman halló un posible indicio que podría modificar la línea temporal de los eventos relacionados con el asesinato de Brittany. Según People, Zingman recibió una llamada de su exesposo, quien encontró una tarjeta de cumpleaños que Brittany había enviado a su abuelo en septiembre de 2004. La tarjeta contenía un matasellos con fecha del 29 de septiembre, dos días después de la última vez que la joven fue vista con vida. Este dato ha generado interrogantes sobre el momento exacto en que pudo haber ocurrido el asesinato, según comentó el detective Stiles. La investigación inicial establecía el 27 de septiembre como la última fecha en la que Brittany estuvo con vida; sin embargo, el matasellos podría indicar que aún estaba viva el día 29, lo que altera la cronología previamente establecida por los investigadores.
El detective Stiles confirmó que actualmente están trabajando con genealogía genética aplicada a rastros de ADN encontrados bajo las uñas de Brittany, un posible avance tecnológico que podría dar con la identidad del responsable. El uso de técnicas de genealogía genética ha permitido resolver varios casos de décadas anteriores en Estados Unidos, y los investigadores esperan que esta metodología pueda arrojar resultados en el caso de Phillips. Stiles declaró a People que, de encontrarse una coincidencia de ADN, se revisaría cuidadosamente cualquier conexión entre el sospechoso y la víctima para determinar si se le puede vincular con el crimen.
Además de mantener el caso de su hija vivo en el ámbito público, Zingman ha utilizado sus viajes para conectarse con otras familias que atraviesan situaciones similares. A través de su caravana, Zingman ha expresado a People que su objetivo ha evolucionado hacia brindar apoyo emocional a otros padres que, como ella, han perdido a hijos en circunstancias violentas sin una resolución de los casos. Según Zingman, su experiencia en la carretera y su contacto con otras familias la han ayudado a sobrellevar el dolor de la pérdida, convirtiendo su misión de justicia en un espacio de solidaridad y apoyo mutuo entre quienes también buscan respuestas.
Zingman tiene planeado retomar su recorrido en noviembre de 2024, esta vez con una ruta que incluye Texas, Arizona, Nuevo México, Nevada y California. Según ha declarado a People, el próximo viaje tiene la misma intención que los anteriores: mantener el caso de Brittany Phillips en el ojo público y recordar que aún queda pendiente resolver un crimen que arrebató la vida de su hija hace ya veinte años.
Para cualquier persona que pueda tener información sobre el caso de Brittany Phillips, el Departamento de Policía de Tulsa ha habilitado la línea telefónica de Crime Stoppers en el 918-596-COPS y el correo electrónico homicide@cityoftulsa.org. Asimismo, la organización RAINN pone a disposición la Línea Nacional de Asalto Sexual en el 1-800-656-HOPE para brindar apoyo a víctimas de violencia sexual.