La espectacular playa de Mallorca que tiene Bandera Azul y es una de las mejores de la isla: un paraíso de aguas cristalinas y arena blanca

Las vacaciones de verano siempre son la oportunidad perfecta para disfrutar de la desconexión y romper con la rutina diaria. Aunque son muchos los que se decantan por viajar al extranjero, España atesora zonas costeras espectaculares. Este es el caso de la playa de Alcúdia, en el norte de Mallorca. De más de 3 kilómetros de longitud, es un paraíso de arena blanca y aguas cristalinas. Prueba de su belleza es que dispone del prestigioso distintivo de Bandera Azul, lo que premia su limpieza y sostenibilidad.

La playa de Alcúdia se extiende a lo largo de casi 3,5 kilómetros de arena blanca y aguas poco profundas. La franja costera presenta dos zonas claramente diferenciadas: la más próxima al puerto deportivo concentra buena parte de los servicios turísticos y cuenta con un paseo marítimo que recorre varios kilómetros; la segunda, menos urbanizada, enlaza con la vecina playa de Muro y ofrece un ambiente más tranquilo.

El litoral es uno de los más frecuentados tanto por residentes como por visitantes extranjeros. A lo largo de la playa se pueden practicar actividades como el windsurf, el paddle surf o el esquí acuático, mientras que en las inmediaciones se distribuyen hoteles en primera línea, restaurantes, bares y comercios orientados al turismo familiar.

No solo es una de las más amplias, sino que la playa de Alcúdia también es una de las más frecuentadas del norte de Mallorca. Situada entre el Port d’Alcúdia y el casco histórico de la localidad medieval, destaca por su ambiente familiar. De hecho, es considerada una de las 20 mejores playas de la isla.

El tramo más próximo al puerto concentra la mayor parte de servicios y actividades, mientras que hacia Playa de Muro el entorno se vuelve más tranquilo. A pesar de su popularidad, la amplitud del arenal permite evitar aglomeraciones incluso en temporada alta, en verano.

Cuenta con equipamientos como duchas, vestuarios, zonas de juegos infantiles y una amplia oferta de deportes acuáticos. También se pueden alquilar sombrillas y hamacas. Las aguas, limpias y generalmente calmadas, pueden presentar oleaje ocasional, por lo que se recomienda consultar el estado del mar.

La playa está flanqueada por un paseo de madera con tiendas, bares, alojamientos y una oficina de turismo. Un canal que atraviesa parte del complejo hotelero añade un rasgo distintivo al paisaje, en una playa que combina funcionalidad turística con un ambiente tranquilo, alejado del ocio nocturno masivo.

Si hay algo por lo que destaca la playa de Alcúdia es por su accesibilidad y servicios. Se puede llegar fácilmente en coche desde el Port d’Alcúdia, donde se habilita un aparcamiento gratuito junto al acceso principal. También es una parada habitual de autobuses turísticos y del transporte público regional.

Un paseo de madera con zonas de sombra y plataformas facilita el acceso para personas con movilidad reducida, personas mayores y familias con cochecitos. El arenal cuenta con servicio de socorrismo y señalización por banderas que informa sobre el estado del mar, importante ante la posibilidad de oleaje.

La playa ostenta la distinción de Bandera Azul, que certifica la calidad de sus aguas, el nivel de limpieza y su compromiso con la sostenibilidad. Además, está habilitada para la práctica segura de actividades acuáticas como el surf y la natación.

A su vez, esta playa se ha consolidado como uno de los principales enclaves para la práctica de actividades recreativas en el norte de Mallorca, con una oferta orientada especialmente a un público familiar y juvenil. A lo largo de su extenso litoral y del paseo de madera que lo bordea, es posible alquilar material para deportes acuáticos como kayak, paddle surf, velomares, windsurf —una de las pocas zonas habilitadas para ello en la isla—, así como realizar parapente, paseos en barco o clases de vela.

La playa cuenta además con redes de vóleibol, zonas de gimnasia al aire libre y áreas infantiles. La amplitud del arenal permite disfrutar de juegos y construcciones en la arena sin aglomeraciones. El paseo ofrece sombra y comercios, y se convierte en una ruta agradable para caminar cuando la temperatura lo permite.