Novak Djokovic se ha convertido en el nuevo campeón olímpico de tenis. El serbio se enfrentó a Carlos Alcaraz en la pista de tierra de Roland Garros. El murciano trató de hacerse con el oro, pero no pudo doblegar a su rival. La medalla era el único título que se le resistía al actual número dos del ranking mundial y la consiguió.
No obstante, ganar un metal olímpico no solo es un reconocimiento deportivo para los atletas. En algunos países también reporta una recompensa. Premios en metálico, galletas de por vida o librarse de realizar el servicio militar son algunos de los beneficios que pueden lograr los medallistas. En este sentido, el Gobierno serbio otorgó una prima de 200.000 euros al tenista, sin embargo, ha decidido no beneficiarse del premio.
Djokovic donará, de forma íntegra, ese dinero a diversas organizaciones benéficas de Serbia. No es la primera vez que el deportista protagoniza una acción altruista de este estilo. Junto a su esposa Jelena, dirige la organización The Novak Djokovic Foundation. A través de ella ayuda a más casi 55 mil niños y financia proyectos para levantar escuelas infantiles en comunidades desfavorecidas.
Más que otro título
El oro olímpico lleva más de dos décadas compitiendo en los diferentes torneos de tenis. Desde 2006, cuando ganó el torneo de Metz y Amersfoort, Nole no ha dejado de acumular títulos. En total suma 24 Grand Slams: diez Abiertos de Australia, tres Roland Garros, siete Wimbledon y cuatro US Open.
En 2008 se hizo con su primera medalla olímpica, sin embargo, era de bronce. Ese año el oro fue para Rafa Nadal, que se impuso al chileno Fernando González. En semifinales, Djokovic se encontró con el español, pero acabó perdiendo 4-6, 6-1 y 4-6.
A sus 37 años, y después de haberlo ganado todo, imponerse en la final de los Juegos Olímpicos fue el mayor logro de su carrera. Visiblemente emocionado sobre la tierra batida, expresó el orgullo que significaba ese título. “Estar en esa cancha con la bandera serbia ondeando, cantando el himno serbio, con el oro alrededor de mi cuello, creo que nada puede superar eso en términos de deporte profesional. Definitivamente, se destaca como el mayor logro deportivo que he tenido”, confesó.
Pese a ser el número dos del ranking de la ATP, su camino a la final de París 2024 no fue fácil. Durante Roland Garros sufrió una lesión de rodilla que puso en duda su participación en el resto de torneos de la temporada. Sin embargo, reapareció de forma rápida y pudo llegar a la final de Wimbledon. Enfrente también estaba Carlos Alcaraz, pero ese duelo calló del lado del murciano.
Durante las Olimpiadas demostró que estaba a un alto nivel y logró avanzar de ronda sin perder ni un solo set. El partido de cuartos de final sembró dudas sobre si estaba o no bien a nivel físico. Tsitsipas fue un desafío, pero pudo sortearlo y enfrentarse a Lorenzo Musetti al día siguiente para lograr el ansiado billete a la final.
El cansancio, los nervios, la inexperiencia y las prisas pasaron una mala jugada a Alcaraz. Pudo cerrar el partido en múltiples ocasiones, pero no supo aprovechar sus ventajas. El encuentro se acabó decidiendo a través de dos Tie-Break: 7 - 6 (3) y 7 - 6 (2). “Todo lo que sentí en ese momento, cuando gané, superó todo lo que pensé o esperé que sucedería”, concluyó.
Después de sufrir durante muchos años a Rafa Nadal, el serbio se enfrenta ahora a la calidad del murciano. A través de su Instagram le quiso dedicar unas palabras tras la final: “Un saludo a Carlos Alcaraz. Otra final épica, amigo mío. El clásico. Felicidades a ti y a tu equipo por unas excelentes olimpiadas. Considerando tu edad, tu energía y la forma en la que juegas, probablemente tienes 20 Juegos Olímpicos más por delante. Tu oro vendrá. Hasta la próxima, amigo”.