Centenares de personas participan en el acto reivindicativo para reclamar el 31 de diciembre como Diada de Mallorca

Cientos de ciudadanos de distintas organizaciones se congregaron en Palma para exigir que el día tradicional de Mallorca vuelva a celebrarse en diciembre y denuncian que el cambio responde a intereses partidistas, según líderes de la movilización

Guardar

El presidente de la Obra Cultural Balear (OCB), Antoni Llabrés, consideró que el evento celebrado en la plaza Sant Jeroni de Palma constituyó una muestra clara de respaldo social al 31 de diciembre como la fecha tradicional de la Diada de Mallorca. Según expresó durante su intervención, la amplia participación ciudadana pone de manifiesto una demanda transversal para restablecer esta jornada conmemorativa. Este acto, promovido por la OCB junto a Joves de Mallorca per la Llengua (JMLL), reunió a varios cientos de personas que acudieron a reclamar públicamente la recuperación del 31 de diciembre como día emblemático de la isla, según informó el medio.

De acuerdo con la información publicada, la OCB insistió en que la Diada debe celebrarse el último día del año, como lo marcan las tradiciones institucionales de Mallorca desde el siglo XIII. Esta fecha, argumentó la organización, es símbolo de continuidad histórica y de la identidad lingüística y cultural que los mallorquines forjaron hace casi ocho siglos. Según consignó la OCB, la modificación implementada por el Consell responde a “motivos políticos” que no comparten los convocantes. Los organizadores interpretan el cambio de jornada como una decisión alejada del consenso social e institucional, lo que motivó la convocatoria de representantes de distintos sectores sociales y culturales de Baleares.

Según detalló el medio, la manifestación incluyó diferentes actividades culturales y reivindicativas, entre ellas una actuación de ‘xeremiers’ –músicos tradicionales de la isla–, la lectura de un manifiesto y la interpretación colectiva de 'La Balanguera', himno popular mallorquín. El evento también contó con un concierto del grupo Reïna y una ‘vermutada’, promoviendo un espacio de encuentro para los asistentes.

Durante el mitin, el presidente de la OCB remarcó el propósito de la movilización al vincularla a un compromiso con los derechos, las libertades y la defensa de la lengua y la cultura propias de Mallorca. En sus palabras ante los congregados, Llabrés puntualizó: “Desde el compromiso con los derechos y las libertades, desde la radicalidad democrática, desde la defensa de nuestra lengua, de nuestra cultura y de este país que se llama Mallorca, os animamos a actuar como mallorquines, con normalidad, de forma nacionalmente desacomplejada como hacen los ciudadanos demócratas de todos los países libres del mundo”. De este modo, animó a la ciudadanía a afirmar su identidad y sus derechos en el marco de la convivencia democrática.

La postura de la OCB estuvo acompañada de la intervención de Maria Maians, representante de Joves de Mallorca per la Llengua, quien defendió la lengua catalana como patrimonio propio de la isla. Maians argumentó que “el catalán es la lengua propia de la isla y que tiene que ser la lengua de cohesión social entre todas las personas que viven en Mallorca”. En su intervención, según citó el medio, destacó el valor integrador y de acogida de la lengua, que consideró esencial para la convivencia y la igualdad entre residentes, independientemente de sus orígenes.

El carácter plural de la convocatoria se reflejó en la inclusión de distintos colectivos sociales y culturales de Baleares, quienes sumaron su presencia para remarcar la oposición al cambio de fecha de la Diada. Tal como recogió la OCB, la celebración del 31 de diciembre como día conmemorativo representa la integración del legado histórico y cultural que ha caracterizado a la sociedad mallorquina durante siglos.

El acto culminó con manifestaciones públicas en favor de la lengua catalana, el patrimonio cultural y la recuperación de la fecha original de la Diada, que para los participantes simboliza la defensa de la identidad colectiva. El medio informó que los organizadores consideraron la respuesta ciudadana como un ejemplo de la voluntad mayoritaria de mantener la tradición vinculada al último día del año, frente a los cambios recientes impulsados por las autoridades insulares.

Durante el desarrollo de la movilización, los portavoces incidieron en el rechazo a lo que denominan motivaciones partidistas tras la reformulación de la Diada y subrayaron el carácter histórico de una fecha que, según su relato, forma parte esencial de la memoria y la cohesión de la comunidad. Los motivos expresados por los manifestantes giran en torno a la defensa de la lengua, la cultura y los derechos civiles, como ejes centrales para mantener el sentido original de la conmemoración en Mallorca.

De acuerdo con el medio, la jornada sirvió tanto para canalizar el descontento ante las decisiones institucionales como para reforzar el papel de la sociedad civil en la preservación de la identidad mallorquina. Las actividades culturales y los mensajes pronunciados subrayaron la importancia que los asistentes otorgan al 31 de diciembre, consolidando la fecha como emblema colectivo del patrimonio de la isla.