Salamanca, 18 ago (EFE).- La Guardia Civil tuvo que hacer un rescate al límite con medios aéreos de un vecino que se había negado en un primer momento a abandonar su casa cuando desalojaron su localidad a causa de uno de los incendios que han asolado la provincia de Salamanca en la última semana.
"Cuando desalojamos una localidad es por necesidad y no por capricho. La Guardia Civil ha tenido que jugarse el tipo para sacar a una persona que no quiso irse en un primer momento y luego llamaba pidiendo que lo sacaran, y tuvieron que ir con medios aéreos a sacarlo", ha explicado este lunes la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Rosa López, que no ha precisado en qué municipio ocurrió este suceso.
La subdelegada ha agradecido la colaboración ciudadana, mayoritaria, y ha llamado a seguir las instrucciones de los operativos de extinción y también a alertar cuando se considere necesario.
"Es muy duro ver cómo se quema tu casa, tu nave, tu ganado y no actuar. Pero tienen que estar supeditados a la dirección técnica del operativo. También llamamos a ser sensatos y no saturar a los medios de alerta, pero sí a avisar cuando consideremos que es necesario", ha dicho.
La situación de incendios en Salamanca, que llegó a ser extrema con cinco grandes a la vez, ha mejorado hasta tener ahora solo uno en nivel 1, el de Cipérez, de manera que ya los últimos 500 evacuados que quedaban fuera de sus casas han podido volver.
La Junta de Castilla y León da por hecho que el incendio descontrolado de Jarilla (Cáceres) afectará a Salamanca y Ávila y considera que ya puede haber entrado por la zona de las gargantas en el municipio salmantino de Candelario, por lo que se está llevando a cabo un vuelo de reconocimiento.
El otro punto de preocupación para la provincia de Salamanca es un incendio en Las Arribes portuguesas, con fuerte movimiento de pavesas, algunas de las cuales ya han llegado hasta Salamanca y han sido atendidas a tiempo. EFE
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