Víctor Arpa, abogado: “Si la mutua te da el alta y no estás recuperado puedes impugnarla”

La primera señal a la que hace referencia el letrado es el aumento de la frecuencia de las revisiones médicas

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El abogado Víctor Arpa expone
El abogado Víctor Arpa expone las señales de la mutua para darte el alta médica (@abogadovictorarpa)

Las bajas laborales derivadas de accidentes de trabajo suelen convertirse en un terreno especialmente delicado para los trabajadores. A la recuperación física se suma, en muchos casos, una relación tensa con la mutua colaboradora con la Seguridad Social, encargada del seguimiento médico y del pago de la prestación. En ese contexto, no es extraño que surjan dudas, inseguridad y sensación de presión cuando el proceso avanza más rápido de lo esperado. Precisamente sobre esta situación alerta el abogado Víctor Arpa, poniendo el foco en las altas médicas concedidas antes de una recuperación real.

Arpa comienza su explicación advirtiendo de un escenario concreto: el del trabajador que ha sufrido un accidente laboral y percibe que la mutua “le está apretando”. Según explica, ese apremio no es casual y suele responder al interés de cerrar el proceso cuanto antes. Para ello, señala que existen varias señales claras que permiten identificar cuándo una mutua puede estar preparando un alta prematura, incluso aunque la persona afectada siga con dolor o limitaciones.

La primera señal a la que hace referencia es el aumento de la frecuencia de las revisiones médicas. Cuando el trabajador empieza a ser citado cada semana o incluso con mayor periodicidad, Arpa advierte de que no necesariamente se debe a una mejora significativa. Según su explicación, el objetivo suele ser encontrar cualquier mínima evolución que pueda servir como argumento para justificar el alta. En ese punto, destaca un cambio en la actitud de los profesionales de la mutua: dejan de interesarse por cómo se encuentra el trabajador y pasan a centrarse en qué cosas ya es capaz de hacer, por pequeñas que sean.

La segunda señal tiene que ver con la insistencia en la entrega de informes médicos externos. El abogado explica que, en muchos casos, la mutua solicita repetidamente documentación de otros facultativos. No lo haría, según su análisis, para mejorar el tratamiento o reforzar la recuperación, sino para localizar alguna frase concreta que permita sostener que el proceso ya no es curativo. Arpa alerta especialmente cuando esta petición va acompañada de advertencias o amenazas veladas, como la posibilidad de suspender la prestación si no se aportan los documentos solicitados.

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El alta médica no es el fin del camino

La tercera señal, que el propio abogado califica como la más grave, aparece cuando la mutua empieza a hablar de secuelas. En ese momento, aunque el trabajador siga teniendo dolor o no se encuentre plenamente recuperado, se transmite la idea de que ya se ha hecho “todo lo posible” y que el proceso ha llegado a su fin. Arpa explica que esta estrategia puede incluir la derivación del caso al Instituto Nacional de la Seguridad Social, con el objetivo de que sea este organismo quien asuma el coste de la baja y la mutua se libere de esa carga.

Ante este escenario, el mensaje central del abogado es claro: el alta médica no es necesariamente el final del camino. Si el trabajador no está recuperado, existe el derecho a impugnar esa decisión. Arpa subraya, eso sí, que el plazo para hacerlo es muy corto, por lo que resulta fundamental actuar con rapidez y conocimiento de los tiempos legales.

A lo largo de su intervención, el abogado insiste en la importancia de no afrontar esta situación en solitario. Según señala, la presión ejercida por la mutua puede llevar a muchos trabajadores a aceptar un alta con la que no están de acuerdo, por miedo a perder la prestación o por desconocimiento de sus derechos. Frente a ello, recalca que la impugnación es una vía legítima cuando el alta no se corresponde con una recuperación real.