Silvia Severino, psicóloga: “Si explotas por cosas pequeñas o siempre estás al límite, no es mal carácter, es algo más profundo”

La experta ha explicado en su cuenta de TikTok los motivos por los que hay gente que reacciona así

Guardar
Fragmento de TikTok en el
Fragmento de TikTok en el que Silvia Severino explica por qué hay personas que explotan tan rápido. (@silviaseverinopsico)

Tener un mal día es algo que nos ha pasado a todos, ya sea por haber dormido poco, recibir una mala noticia o haber tenido una pelea con algún amigo. Sin embargo, hay en ciertas personas que esta conducta es recurrente.

En muchas ocasiones tendemos a pensar que son personas ariscas, bordes o que no somos de su agrado. A pesar de que pueda parecer sorprendente, esto no siempre es así.

Silvia Severino, una psicóloga que cuenta con miles de seguidores en redes sociales, ha publicado un vídeo en su cuenta de TikTok (@silviaseverinopsico) en el que explica los posibles motivos. "Si explotas por cosas pequeñas o siempre estás al límite, no es mal carácter, es algo mucho más profundo“, afirma durante los primeros segundos.

Por qué reaccionan así

Lo que ocurre en estas personas va más allá de la simple irritabilidad o del mal humor. Muchas veces, la reacción explosiva o la constante tensión emocional no son un reflejo de mal carácter, sino un mecanismo de defensa aprendido.

Cuando alguien ha pasado por experiencias difíciles o ha vivido situaciones que le han generado inseguridad emocional, su mente puede utilizar la ira como un escudo automático frente a posibles amenazas. Este enfado funciona como un filtro protector que, aunque parezca desproporcionado para quienes observan desde fuera, tiene un sentido profundo.

Otro factor que contribuye a estas reacciones es la alexitimia, una dificultad para reconocer, procesar y expresar emociones de manera adecuada. Las personas que la presentan pueden experimentar dolor, miedo o frustración interna, pero solo logran exteriorizarlo a través de la rabia.

Esto explica por qué, muchas veces, son amables y comprensivas con personas desconocidas o en contextos neutros, pero resultan duras y críticas con quienes más quieren, como familiares o amigos cercanos. Su lenguaje emocional se ha moldeado como una estrategia de supervivencia aprendida desde la infancia o a lo largo de experiencias personales complicadas.

Comprender estos comportamientos desde la psicología permite cambiar la perspectiva y sustituir el juicio por empatía. Reconocer que detrás de una reacción explosiva puede existir un dolor no expresado ayuda a generar vínculos más saludables y a ofrecer apoyo de manera más consciente.

¿Puede la genética determinar tu salud mental? Un gen define cómo respondemos ante el estrés.

Cómo manejar los arranques de ira

Si tiendes a perder los nervios con facilidad, el primer paso es reconocer que estas reacciones no son un defecto de carácter, sino señales de emociones no procesadas. Identificar los momentos en los que te sientes al límite permite anticipar la ira y evitar responder mal.

Técnicas de respiración profunda, pausas conscientes y ejercicios de relajación ayudan a calmar la mente antes de responder. También es útil hablar de lo que sientes, aunque sea en un diario o mediante la comunicación asertiva con alguien de confianza, para disminuir la intensidad de la emoción.

Buscar apoyo profesional puede ofrecer herramientas para comprender el origen de la frustración y desarrollar diferentes estrategias. Con el tiempo, aprender a gestionar estas explosiones fortalece la autoestima, mejora las relaciones y permite transformar la rabia en acciones constructivas.