Así ha sido ‘el adiós’ a Héctor Alterio en Madrid: las palabras de sus hijos y la despedida de decenas de figuras del mundo del arte

La Academia de Cine comunicaba este sábado el fallecimiento del actor argentino a los 96 años de edad

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Ernesto Alterio acompañado por su
Ernesto Alterio acompañado por su pareja, la actriz y artista Ella Jazz, en el tanatorio de la M-30 de Madrid para despedir a su padre, Héctor Alterio. (EUROPA PRESS).

El mundo de la interpretación hispanohablante ha despedido este fin de semana a uno de sus actores más queridos. Héctor Alterio, argentino y nacionalizado español, deja un gran legado gracias a más de un centenar de proyectos audiovisuales y una vida dedicada al teatro. Su figura no es solo la herencia que el intérprete deja en nuestro país, sus dos hijos: Ernesto y Malena, son parte de la filmografía española y actores muy queridos por el público.

La capilla ardiente, instalada en el tanatorio de la M-30, se fue sucediendo desde primera hora de la tarde de visitas de familiares, amigos y compañeros de profesión. El primero en llegar fue Ernesto, acompañado por su pareja, la actriz y artista Ella Jazz, uno de sus principales apoyos desde 2019. Minutos después hacía su entrada Malena. Ambos, visiblemente afectados, recibieron el cariño de quienes se acercaron a arroparles en uno de los momentos más difíciles de sus vidas.

Juana Acosta y Lola Alterio
Juana Acosta y Lola Alterio llegan al tanatorio para despedir al actor Héctor Alterio, a 13 de diciembre de 2025, en Madrid (España). (Manuel Pinilla Cruces/EP).

A la salida del tanatorio, los hermanos atendieron brevemente a los medios, dejando palabras que reflejaron no solo el dolor de la pérdida, sino también el orgullo de haber compartido la vida con alguien tan excepcional. “Pensábamos que nunca iba a llegar este día, pero está en el contrato. Está claro, es inevitable”, expresó Malena con la voz entrecortada. La actriz quiso destacar la serenidad con la que su padre se marchó: “Se fue de una manera bonita y bonito, como ha sido siempre. Y se fue bonito”.

El mayor, por su parte, subrayó el agradecimiento que sentía su familia: “Nos da mucha pena, pero también estamos muy agradecidos por tener el padre que tuvimos y que también se fue de la misma manera de arte que vivió”. El actor quiso recalcar que Alterio permaneció activo hasta el final, "haciendo lo que más le gustaba y que lo hacía fenomenal y que llegó al corazón de muchísima gente, así que muchas gracias a todos".

Malena Alterio llega al tanatorio
Malena Alterio llega al tanatorio para despedirse de su padre, Héctor Alterio, a 13 de diciembre de 2025, en Madrid (España). (Manuel Pinilla Cruces/EP).

Un referente respetado

La despedida reunió a numerosas figuras del panorama cultural, muchas de ellas amigos personales del intérprete. Entre los asistentes se encontraban Lola Herrera y su hija Natalia Dicenta, Fernando Tejero, Juan Diego Botto, Luisa Martín, Mariano Barroso, Alfonso Bassave y Bárbara Santa-Cruz, entre otros. También acudió Juana Acosta, expareja de Ernesto Alterio, acompañada de su hija Lola, nieta del actor, reflejo de una familia que sigue unida pese al paso del tiempo.

La jornada estuvo cargada de simbolismo para el sector cultural, ya que coincidió con la celebración de los Premios Forqué en Madrid. Durante la gala, compañeros y amigos rindieron homenaje a Alterio con palabras de reconocimiento y aplausos que confirmaron el lugar que ocupa en la historia de la interpretación.

Lola Herrera, Natalia Dicenta llegan
Lola Herrera, Natalia Dicenta llegan al tanatorio para despedir al actor Héctor Alterio, a 13 de diciembre de 2025, en Madrid (España). (Manuel Pinilla Cruces/EP).

Una vida entregada a los escenarios

Para Héctor Alterio, actuar nunca fue solo una profesión. Nacido en Buenos Aires en 1929, debutó en el teatro con apenas 19 años y dedicó más de siete décadas al oficio. Fundador de su propia compañía, impulsor de nuevas miradas escénicas y protagonista de películas clave como Cría cuervos, El hijo de la novia o El nido, su carrera atravesó fronteras y generaciones.

Su llegada a España en los años setenta, motivada por la situación política en Argentina y amenazado de muerte por parte de la Triple A –la Alianza Anticomunista Argentina–, marcó un punto de inflexión personal y profesional. Aquí consolidó una trayectoria que le valió reconocimientos como la Concha de Plata en San Sebastián y el Goya de Honor, que recibió en 2004 de manos de sus propios hijos.