En Banfield, ciudad de Buenos Aires, la historia de Ciro Joaquín Boggiano, un niño de 12 años, ha capturado la atención de vecinos y medios por su capacidad de convertir la curiosidad en emprendimiento. Con esfuerzo y perseverancia, Ciro compró una impresora 3D y montó su propio negocio: “La idea es hacer piezas a pedido”, ha afirmado el joven a La Union.
Todo comenzó durante un evento por el aniversario de Banfield. Allí, Ciro vio a varios chicos mostrando impresoras 3D en acción. Su madre, Jimena Iglesias, ha recordado ese momento: “Unos meses atrás, fuimos al evento que se hizo por el Aniversario de Banfield, donde vio a unos chicos que estaban mostrando ese tipo de impresión y ahí ya quería comprar una de esas impresoras”.
A partir de ese día, Ciro se volcó a aprender por su cuenta: miró tutoriales y videos para entender cómo funcionaban las máquinas, mientras planeaba cómo financiar su sueño. “Siento que Ciro tiene una gran inclinación artística desde que era muy pequeño”, ha dicho su madre.
Ahorro y creatividad
La clave de su proyecto estaba en conseguir ahorrar para comprar una impresora 3D. Algo nada fácil ya que estos objetos pueden ir desde los 170 euros hasta los más de 2.000 para los profesionales. No obstante, según su madre, “puso mucho empeño y logró reunir el dinero gracias al Día del Niño y su cumpleaños”.
Además, Ciro ha asegurado: “Lo que más me gusta es poder crear con la impresora. Comenzar un trabajo desde cero y ver el producto terminado tal y como lo imaginaste”.
Pero su trayectoria como pequeño emprendedor no es nueva. Desde chico, Ciro ha mostrado una marcada inclinación artística y emprendedora, siguiendo los pasos de su hermana Camila. “Recuerdo que su hermana empezó a emprender con unas masas que hacía para vender y él también quería acompañar con otra cosa para vender”, ha relatado Jimena.
Antes de aventurarse con la impresión 3D, Ciro ya había trabajado con palomitas, pulseras y otras manualidades aprendiendo habilidades de venta y a tratar con el público.
Del hobby al sueño
Tras adquirir la impresora, Ciro abrió una cuenta de Instagram (@pinter.3d.cb) y comenzó a recibir pedidos de amigos y familiares. “Cuando empezó a recibir pedidos, me propuso anotarse en la feria y como justo se estaba organizando, hablé con la organización y enseguida le aceptaron”, ha explicado su madre.
Este sábado, Ciro presentará su proyecto en la Feria Artesanal del Vivero Los Tilos, donde tendrá un puesto especial y realizará demostraciones en vivo de cómo se imprime una pieza en 3D desde cero. Pero la visión de Ciro va más allá de su círculo cercano. “Por ahora solo está trabajando para conocidos, pero la idea es que pueda ir más allá y hacer piezas a pedido”, ha señalado su madre. Por su parte, el joven ha indicado que quiere que su “proyecto crezca para seguir creando y mostrar lo que hago a un público más amplio”.
La ambición y perseverancia han demostrado que no entienden de edades. Y que si se tiene un sueño, solo hace falta luchar por él, con paciencia y entrega.
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