Así es el síndrome del corazón roto: la ciencia demuestra que se puede morir por amor

Diversos estudios han profundizado en el síndrome de Takotsubo, un fenómeno que tiene repercusiones a nivel físico y emocional

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Persona triste mirando a un
Persona triste mirando a un corazón. (Freepik)

Probablemente hayas escuchado muchas veces, ya sea a algún amigo o en la gran pantalla, la expresión “morir de amor”. Aunque esta se suele emplear claramente como una hipérbole, figura literaria en la que exagera la realidad, la ciencia ha demostrado que puede ser una realidad.

En el ámbito científico es conocido como el síndrome de Takotsubo y, en casos extremos, puede ocasionar fallo cardíaco y la muerte prematura. El síndrome del corazón roto es un trastorno cardíaco real que se manifiesta tras episodios de estrés emocional intenso, como una ruptura sentimental o la pérdida de un ser querido.

Los síntomas pueden imitar un ataque al corazón, teniendo graves repercusiones a nivell físico. Los más comunes son dolor en el pecho, dificultad para respirar y fatiga extrema. Aunque es más frecuente en mujeres, los hombres suelen presentar síntomas más duraderos y un riesgo mayor de complicaciones graves, según datos de la Sociedad Americana del Corazón (AHA).

Un hallazgo reciente de la AHA demuestra que este síndrome no solo afecta físicamente al corazón, sino que refleja cómo las emociones y el cerebro impactan directamente en nuestra salud cardiovascular. Estudios muestran que el corazón puede cambiar de forma y debilitarse rápidamente ante situaciones de estrés intenso, aumentando el riesgo de fallo cardíaco y muerte prematura.

Un ensayo clínico pionero liderado por David Gamble, catedrático de Cardiología en la Universidad de Aberdeen, ha demostrado por primera vez que un programa que combina terapia cognitivo-conductual con ejercicio físico supervisado puede revertir los efectos del síndrome de Takotsubo en tan solo doce semanas.

Durante este período, los participantes siguieron un plan de actividades que incluía natación, ciclismo y ejercicios aeróbicos de intensidad progresiva, complementados con sesiones de terapia individual adaptadas a sus necesidades.

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Cómo afrontar las pérdidas y proteger tu corazón

Perder a alguien o enfrentarse a grandes rupturas es una experiencia emocionalmente devastadora, y aprender a gestionarla de manera saludable puede ser clave para proteger tanto la mente como el corazón. El estrés intenso y prolongado no solo afecta al bienestar psicológico, sino que también puede desencadenar reacciones físicas graves, como es el caso del síndrome de Takotsubo.

Para prevenir situaciones de riesgo, es fundamental permitirnos sentir y procesar las emociones en lugar de reprimirlas. Hablar con amigos, familiares o un profesional de la salud mental ayuda a exteriorizar la tristeza, reducir la ansiedad y evitar la acumulación de tensión emocional.

Mantener hábitos saludables también es crucial. Dormir lo suficiente, seguir una alimentación equilibrada y realizar ejercicio físico de manera regular contribuyen a estabilizar el sistema cardiovascular y a reducir el efecto del estrés. Técnicas de relajación, meditación o respiración profunda pueden complementar estos hábitos, ayudando a controlar la respuesta fisiológica ante situaciones difíciles.

Establecer rutinas y pequeños objetivos diarios facilita la recuperación emocional. Afrontar las pérdidas con apoyo emocional y estrategias para la gestión mental no solo ayuda a superar el duelo, sino que también reduce la probabilidad de que las emociones intensas se traduzcan en un riesgo físico.