Cómo consumir cada semilla para sacarle todos sus beneficios, según una médica: “Reduce la hinchazón, mejora la digestión y te da mucha saciedad”

Tal y como advierte la doctora Sara Marín, no todas las semillas se consumen de la misma manera y puedes estar desperdiciando todos los nutrientes que pueden llegar a aportar

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Cómo preparar las semillas para
Cómo preparar las semillas para sacarles el mejor partido

En los últimos años, las semillas se han convertido en un superalimento habitual en muchas cocinas. Chía, lino, sésamo, girasol o calabaza aparecen cada vez más en recetas saludables, pero no siempre se consumen de la forma adecuada. Así lo explica la doctora Sara Marín, médica especializada en nutrición, en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram. En él, Marín advierte: “¿Sabes que te estás comiendo las semillas y tirando supereficacia al suelo?”, una frase que ha captado la atención de miles de usuarios interesados en aprender a sacar el máximo partido a estos pequeños tesoros nutricionales.

La doctora comienza su vídeo aclarando que no todas las semillas se deben consumir igual, ya que su preparación influye directamente en la cantidad de nutrientes que el cuerpo puede absorber. “La chía remójala en agua o lácteo y así forma un gel rico en fibra que disminuye la inflamación, mejora la digestión y te da mucha saciedad, además de regular tu colesterol”, explica. Según Marín, este gel que se forma al hidratar la chía contiene mucílagos, unas fibras solubles que ayudan al tránsito intestinal y contribuyen a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.

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En el caso del lino, la recomendación es distinta. “Lo mejor es molerlo. Si los mueles antes de comer, se digieren mejor y te aportan fitoestrógenos”, señala la médica. Estos compuestos vegetales actúan como una versión natural de los estrógenos, y “son una imitación superconseguida de los estrógenos, regulando el ciclo hormonal, lo que te puede ayudar en los síntomas de la menopausia y en la menstruación”. Por eso, el consumo de lino molido puede ser especialmente beneficioso para las mujeres que buscan aliviar molestias asociadas a los cambios hormonales.

“Es como el Nesquik japonés”

El sésamo, por su parte, requiere un pequeño truco para potenciar sus propiedades: tostarlo. Marín recomienda que “lo mejor es tostarlo antes. Así potenciarás calcio, magnesio y sus efectos antioxidantes que te protegen del daño celular y del envejecimiento”. Además, lo describe de forma muy gráfica y cercana: “El sésamo es como el Nesquik japonés. Lo mismo, por esto los chinos y los japoneses viven 100 años”, bromea, haciendo referencia al papel que estas semillas tienen en la alimentación tradicional asiática, donde son fuente de longevidad y vitalidad.

Las semillas de calabaza son
Las semillas de calabaza son uno de los alimentos más ricos en zinc. (Freepik)

En cuanto a las semillas de girasol y calabaza, Marín sugiere un proceso más completo: “Lo ideal es remojarlos, tostarlos y consumirlos en ensaladas, granones o snacks”. Al remojarlas, explica, “disminuyen unas sustancias que tienen las semillas llamadas antinutrientes, que son como los secuestradores de los minerales”. Estos antinutrientes, si no se reducen adecuadamente, pueden dificultar la absorción de minerales esenciales. Por eso, el remojo previo potencia los beneficios del magnesio y el triptófano presentes en la calabaza, “que te ayuda a la relajación y al sueño”, y del zinc y la vitamina E del girasol, que “mejoran tu sistema inmune, cuidan tu piel y tus funciones cognitivas”.

Sara Marín es clara: no basta con añadir semillas a los platos, sino que hay que saber cómo tratarlas para aprovechar sus nutrientes de verdad. Moler, tostar o remojar puede marcar la diferencia entre un alimento saludable y uno que pasa sin dejar huella en el organismo.