Un hombre sufre por un divorcio y da tres vueltas al mundo en bicicleta “para superarlo”

Recorrió 130.000 kilómetros a modo de terapia tras su separación

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

El divorcio es un proceso que, además de tener consecuencias legales, también pude llegar a tener impacto en las emociones y las relaciones sociales. Una persona puede experimentar sentimientos de tristeza, ansiedad o depresión, que a su vez afecten a su círculo cercano y provocan la pérdida de relaciones o amistades.

En otros casos se llegan a cometer acciones poco comunes después de un divorcio, que incluso pueden llegar a parecer locuras. Esto fue precisamente lo que hizo un hombre neerlandés tras su matrimonio.

Después de un turbulento divorcio, no era capaz de encontrar la paz, por lo que un día, gracias a la recomendación de amigo, se subió a su bicicleta y ya no se bajó hasta mucho tiempo después. Recorrió más de 130.000 kilómetros en bicicleta en seis años, es decir, lo que equivale a dar más de tres vueltas al mundo. Según indica el medio De Limburger, este hombre ya estaba muy dado a los retos previamente, de hecho, había participado en el campeonato mundial de pesca durante tres años seguidos, una pasión que tenía desde pequeño.

Su mejor amiga Contoura

El protagonista de esta historia es Huub Gähler, un hombre de 72 años que vive en Nederweert, una localidad situada en la provincia de Limburgo en los Países Bajos. “Conduzco una bicicleta de carreras normal. Ni de carreras, ni de montaña, ni mucho menos eléctrica. Eso sí, tengo 18 marchas”, asegura el ciclista. Tras su traumática separación, la bici Contoura es en la actualidad su mejor amiga, lo más importante de su vida.

Es azul celeste y lleva dos alforjas en la parte trasera, explica: “Mi vajilla y una botella de agua extra van siempre ahí. No pago 13 euros por una baguette y un café todos los días. Prefiero encontrar un sitio por el camino donde sentarme a tomar mi propia comida”. Además de eso, cuenta con neumáticos antipinchazos y pedales automáticos, lo que permite alcanzar una velocidad media de entre 20 y 21 kilómetros por hora. Y, cuando sale en bici, viste un llamativo uniforme azul con casco blanco a juego, según relata.

Huub Gähler lleva casi 25 años montando seis días a la semana en bicicleta, y recorriendo una media diaria de entre 100 y 200 kilómetros. Entre risas cuenta su próxima ruta: “He tenido muchos encuentros geniales. Mañana quiero dar una vuelta por la localidad de Tilburgo, pasando cerca de Hilvarenbeek. Son unos 160 kilómetros”. Este hombre, entregado por completo al ciclismo, lo practica en horarios en los que sería normal estar en la cama. “Me las arreglo con unas cinco horas de sueño cada noche. Bueno, el médico tampoco lo entiende, con todo ese esfuerzo”.

Un ciclista sufrió un accidente cerca de llegar a la meta

Desde su divorcio en el año 2000 no ha vuelto a tener contacto con sus hijos, pero dice haberlo superado gracias a su gran grupo de amigos que nunca le han decepcionado. Esa misma compañía fue la que animó a montar en bici a este hombre nacido en Ospel, que solía ir a pescar con su padre y llegó a ser tan bueno que compitió con la selección nacional en el campeonato mundial de pesca. Un amigo le invitó un día a montar en bici para despejarse, desde entonces, relata orgulloso, que el odómetro ya marca 131.000 kilómetros.

Buena alimentación

Uno de sus trucos para aguantar ese ritmo es la buena alimentación. En sus declaraciones ha comentado la que es su dieta habitual: pan integral con jamón y tomate, un paquete de pasas, bebida isotónica deportiva, café, un bollo de pasas o gofre azucarado, dos plátanos, 113 gramos de verduras salteadas con pollo o pescado, arroz y huevos. Para la cena también toma yogur turco con fruta fresca y un trozo de queso con una Coca-Cola Zero. Todo ello para estar en un peso de 65 kilos.

Todos los días, sea cual sea el clima o la situación, sale a montar en su bici, excepto los martes, ese día es el que se reune con sus amigos, esos que siempre le ayudaron tras su divorcio, para charlar y tomar café juntos.