Finge tener cáncer para estafar a su expareja millonaria: se gastó el dinero en un aumento de pecho y vacaciones de lujo

También hizo creer a su propia hija que estaba a punto de morir

Guardar
Finge tener cáncer para estafar
Finge tener cáncer para estafar a su expareja millonaria: la historia de Laura McPherson. (Imagen Composición Infobae)

La realidad a veces supera a la ficción. La británica Laura McPherson, de 35 años, fue descubierta tras fingir durante cinco años que padecía múltiples tipos de cáncer para estafar a su pareja, Jon Leonard, empresario benéfico, con más de 24.000 libras (unos 27.800 euros) destinadas, supuestamente, a tratamientos médicos. Sin embargo, McPherson utilizó el dinero en lujos personales y una cirugía estética.

La historia comenzó en 2017, cuando McPherson afirmó haber sido diagnosticada con cáncer de cuello uterino. Posteriormente, sumó otros supuestos diagnósticos: ovarios, colon, intestino y mama. Incluso involucró a su hija, haciéndole creer que su madre estaba a punto de morir.

Además, Leonard, que dirige la plataforma Ultra Events, dedicada a recaudar fondos para organizaciones benéficas, cayó en la trampa: le compró un Rolex de 30.000 libras (34.624,95 euros) y le dio 24.248 libras (27.986,19) para un supuesto tratamiento.

Me engañó de la manera más cruel. Durante años, sentí que estaba atrapado en una pesadilla”, declaró Leonard ante el tribunal. “Nunca tuvo cáncer, y ahora se ha descubierto que ha estado inventando la enfermedad desde la secundaria. Ha quedado expuesta como una persona horrible, mentirosa y manipuladora”, añadió.

El empresario se enteró gracias a que una excompañera del colegio se lo confesó: “Ella ha estado mintiendo sobre tener cáncer desde que estaba en la escuela en las Tierras Altas”.

Jon Leonard y Laura McPherson,
Jon Leonard y Laura McPherson, la mujer que estafó a su marido para hacerse operaciones estéticas. (Imagen: Instagram)

Vacaciones de lujo y aumento de senos

A pesar de afirmar que necesitaba tratamientos médicos urgentes, McPherson gastó el dinero en vacaciones en un resort de lujo de Austria y en una cirugía de aumento de seno en Manchester.

En 2020 afirmó haberse sometido a una histerectomía, pero dos días después fue vista escalando una montaña. Además, llegó a aconsejar a amigos y compañeros sobre tratamientos oncológicos, aprovechando su falsa condición.

“Usó su falsa historia para ganar atención y manipularnos a todos”, aseguró un amigo cercano de la pareja durante la audiencia. “Es una mentirosa compulsiva, e incluso su propia hija llegó a creer que iba a morir”, afirmó Leonard.

Laura McPherson llegó a fabricar
Laura McPherson llegó a fabricar múltiples diagnósticos de cáncer. (Imagen: X)

La justicia interviene

En el Tribunal de la Corona de Derby, la justicia británica determinó que McPherson debía devolver 30.714 libras (aproximadamente 35.300 euros) antes del 5 de enero. La sentencia incluyó dos años de libertad condicional, un toque de queda de 19:00 a 06:00 horas cinco noches a la semana y 30 días de actividades supervisadas.

“Es difícil imaginar como una persona pudo ser tan calculadora y cruel con quienes la amaban y la cuidaban”, declaró el juez Jonathan Straw.

La defensa alegó que la acusada sufría ansiedad, depresión y un trastorno emocional, lo que habría contribuido a su comportamiento. La abogada principal, Laura Pitman, aseguró que McPherson “no tiene historial delictivo, pero reconoce el impacto de sus acciones y está comprometida con no reincidir”.

Jon Leonard, el marido estafado.
Jon Leonard, el marido estafado. (Imagen: Instagram)

Un engaño que marca vidas

Más allá del fraude económico, la estafa dejó profundas secuelas emocionales. Leonard explicó que atendía llamadas de la escuela de la hija de McPherson, quien creía que su madre estaba gravemente enferma.

“Laura destruyó mi fe en la humanidad. Me robó la vida, no solo el dinero”, señaló el empresario. “Por fin se acabó. Hoy marca el final de ocho años y medio difíciles”, sentenció.

El caso ha generado un intenso debate sobre los límites de la mentira y ha recordado a historias similares como la de Belle Gibson, influencer australiana que fingió un cáncer terminal y levantó un imperio digital basado en la desinformación.