Un exempleado de una multinacional cervecera dice que lo obligaban a beber 4 litros de cerveza al día en el trabajo: demanda a la empresa por volverse alcohólico

El tribunal ha desestimado la relación directa entre su labor y el desarrollo de su enfermedad

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Un hombre bebiendo una cerveza.
Un hombre bebiendo una cerveza. (AdobeStock)

Para algunos puede parecer el trabajo ideal, pero para este exempleado brasileño de la cervecera Ambev —la mayor productora de América Latina, subsidaria de la multinacional belga Anheuser-Busch InBev—, se convirtió en un problema.

Según recoge la página web del Tribunal Superior del Trabajo de Brasil, este antiguo trabajador demandó a la multinacional alegando que, durante su tiempo de servicio, se vio obligado a consumir hasta cuatro litros de cerveza al día, ya que su labor consistía precisamente en probar el producto. Y según él, este fue el origen de su alcoholismo.

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Este exempleado era uno de los maestros cerveceros de la compañía: la persona encargada de controlar todo el proceso de elaboración de la cerveza, elaborar nuevas recetas y asegurar la calidad final. Y para ello, claro, hay que probar la bebida. De acuerdo con la demanda de este brasileño, fue contratado por Ambev en 1976, a la edad de 26 años, un momento en el que describe haber sido “joven y con poca experiencia”. Según él, nunca se le advirtió sobre los riesgos que implicaba la actividad, que requería ingerir cerveza en grandes cantidades: calcula el promedio en cuatro litros diarios. “Y en vísperas de feriado y fines de semana, la dosis aumentaba”, ha declarado en el tribunal.

El exempleado asegura que la empresa no tomó medidas preventivas, ni realizó exámenes periódicos que pudieran haber identificado tempranamente su condición, permitiéndole así buscar ayuda a tiempo.

Ambev, al recibir la denuncia, presentó una defensa en la que argumentaba que las degustaciones realizadas por sus maestros cerveceros son de carácter técnico. La empresa explicó que el proceso de degustación consiste en tomar un pequeño sorbo de cerveza, permitiendo que el líquido recorra lentamente las distintas zonas de la lengua para evaluar los sabores, lo que, según la empresa, no implica consumo en grandes cantidades. Ambev afirma que este procedimiento, al tratarse de cantidades mínimas, no puede ser el causante de una adicción.

Además, la empresa subraya que el maestro cervecero en cuestión contaba con amplia experiencia en la industria y conocimiento suficiente para entender los riesgos del consumo excesivo. Según sus representantes legales, la cantidad diaria de consumo alegada por el exempleado es descrita como “humanamente imposible” para alguien que debía mantener sus tareas y responsabilidades laborales al día.

Crecen un 4% las ventas de cervezas sin alcohol en España.

La justicia da la razón a la empresa

La Segunda Sala del Tribunal Superior del Trabajo negó el recurso del maestro cervecero, que buscaba indemnizaciones por daños morales y materiales. La decisión se justificó en el hecho de que los síntomas de alcoholismo solo comenzaron a manifestarse nueve años después del despido del empleado. Esta línea temporal fue clave en el fallo, ya que contribuyó a desestimar la relación directa entre su trabajo en Ambev y el desarrollo de su enfermedad.

A lo largo de su carrera, el exempleado continuó desempeñando roles similares en otras empresas, una vida laboral que, según el peritaje, debilita la tesis del nexo causal con su antigua posición en Ambev. Desde que presentó la demanda, el trabajador ha estado jubilado por invalidez, citando su alcoholismo como la causa subyacente. En los documentos anexados a la demanda, se incluye una declaración de 1999 que reconoce su ingreso a tratamiento para la dependencia alcohólica, así como un informe técnico propuesto por una médica psiquiatra.