El alimento que Arguiñano ha eliminado por completo de su dieta para una vida más sana: “Me los quité hace 8 o 10 años”

Muchas cosas han cambiado desde que Karlos Arguiñano comenzara a aparecer en nuestros televisores, cocinando recetas caseras día sí y día también. El cocinero vasco, natural del pueblo costero de Zarautz, lleva instalado en el imaginario colectivo español desde 1990, cuando comenzó a presentar un programa de cocina que, con el discurrir de los años, ha ido mutando de nombre y cadena, pero que siempre ha mantenido intacto el humor y la irreverencia que caracterizan al cocinero.

A sus 76 años de edad, Arguiñano sigue imparable, enseñando a cocinar a miles de españoles aún a día de hoy, cuando las redes se llenan hasta arriba de vídeo-recetas, consejos y publicaciones. Su cocina casera, sencilla, rica y, en muchas ocasiones, saludable, ha conformado el recetario de varias generaciones, con platos que tienen como base la cocina española más tradicional.

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Para seguir al pie del cañón tras tantos años entre fogones, Karlos Arguiñano ha dado cada vez más una gran importancia a su salud. El cocinero es un gran amante del buen comer y disfruta de una dieta saludable y muy completa, algo que, para él, implica comer un poco de todo, también de eso que nutritivamente no es del todo óptimo. “Lo radical no me gusta… Que digan que es veneno tomar leche, no lo entiendo… Todos nos hemos criado bebiendo leche. ¿Por qué no te vas a tomar un flan o un arroz con leche?“, aseguraba el cocinero durante la entrevista.

No obstante, y a pesar de que el vasco defiende disfrutar de todo, siempre con moderación, sí está de acuerdo con los expertos en que hay que reducir o moderar el consumo de ingredientes perjudiciales para la salud como es, por ejemplo, el azúcar. “Me quité los azucarillos hace 8 o 10 años. Si me tomo 3 o 4 cortados todos los días por 365 días al año, ¿cuánto azúcar he evitado?“, reflexiona el cocinero.

Más allá de este alimento, completamente eliminado de su dieta en lo que a cafés se refiere, Arguiñano nos invita a utilizar la lógica a la hora de elegir los alimentos que incluiremos en nuestra dieta. “No hay que ir a estudiar a ningún sitio para darse cuenta de que comer sano es comer un poco de todo, con sentido común, y mucho de nada. Yo lo veo así de sencillo”, dice rotundo.

Más allá del factor alimentario, el cocinero explicaba otras medidas que ha tomado para mejorar su salud en los últimos años. Algo que ha añadido a su disciplina diaria es la costumbre de caminar diez kilómetros todos los días: “Haga el tiempo que haga. Cinco días a la semana, una hora y media o dos horas, no fallo. Caminando, no corriendo, y sin auriculares, porque quiero escuchar el sonido del mar, los pajaritos, hablar con la gente…”, asegura el cocinero vasco.

Los riesgos de un consumo excesivo de azúcar

Que el consumo excesivo de azúcar es perjudicial para nuestro organismo es un conocimiento que ya ha alcanzado prácticamente la cultura general. Sin embargo, ya sea en forma de azúcar refinado o como azúcar añadido en productos procesados, este componente sigue formando parte de la vida diaria de muchos de nosotros.

Tal y como asegura la Access Community Health Network, que el azúcar sea un ingrediente frecuente en nuestra dieta puede tener efectos negativos en la salud. El consumo excesivo no sólo puede conducir a un diagnóstico de diabetes, sino que también puede aumentar el “riesgo de enfermedades cardíacas, presión arterial alta, inflamación crónica y enfermedad hepático no alcohólica”, además de aumentar el peso.

La reducción en su ingesta es un gran comienzo para promover una vida saludable. Sobre cuánta cantidad de azúcar deberíamos comer en un día, la OMS estableció sus recomendaciones en un informe publicado en 2015, en el que estableció que los adultos y niños deberían reducir su consumo de azúcares libres a menos del 10% de su ingesta calórica total diaria. Lo que equivaldría a 25 gramos, es decir, entre cinco y seis cucharaditas.