
Los Flores son una familia indudablemente artística. Todo comenzó con La Faraona, María Dolores “Lola” Flores Ruiz, una de las artistas más importantes de España, que junto con Antonio González ‘El Pescaílla’, su marido y padre de sus hijos, dio inicio a toda una saga de grandes artistas. Sus tres hijos, Lolita, Antonio y Rosario y algunas de sus nietas, como Alba o Elena, han seguido sus pasos en el mundo de la música y la interpretación, pero no son las únicas que se dedican al arte.
Rosario Flores tuvo, hace 28 años y fruto de su relación con Carlos Orellana (de quien Rosario se separó un año después, en la primavera del año 1997), a Lola Orellana, nacida apenas un año y medio después de la muerte de Lola y Antonio Flores, su abuela y su tío. Su nacimiento fue una gran alegría para la familia, y por eso mismo lleva el nombre de su abuela, La Faraona: “Lola me la mandó mi madre, yo estaba destrozada. Ocho meses después llegó mi hija y se acabó el maltratarme y el destrozarme”, aseguró Rosario, según 20Minutos.
Lola Orellana ni canta ni baila, pero no por ello es menos artista
Como no podía ser de otra forma, habiendo nacido en tal cuna, Lola heredó la pasión por el arte. Aunque probó, sin mucho éxito, con la música junto a Lucía Fernanda (hija de Antonio Carmona), la joven se formó en Artes Plásticas en Londres y ejerce como ilustradora y fotógrafa, industria en la que destaca por su talento y originalidad, publicando bajo el nombre de India Gitana.

A pesar de que en su familia no falta la atención mediática, o quizás precisamente por eso, Lola parece preferir mantenerse alejada de tanto barullo y tanta cámara. Según la revista Lecturas, fue Rosario la que intentó siempre que tanto Lola como Pedro Antonio, su hijo menor, no estuviesen en el foco mediático, precisamente porque sabe lo que significa ser hija de famosos y tener las cámaras detrás desde el nacimiento. De hecho, la última aparición pública de Lola Orellana tuvo lugar en 2023, cuando la joven asistió a la inauguración del museo dedicado a Lola Flores en Jerez de la Frontera (Cádiz).
A pesar de que, por esto mismo, no existe prácticamente nada de información sobre su vida privada, la ilustradora y fotógrafa comparte, de vez en cuando y a través de sus redes sociales, sus trabajos artísticos y algún detalle de su día a día, pero evita aportar información íntima. Aun así, deja intuir su pasión por el arte y por viajar, ya que muestra con orgullo sus trotes por el mundo.
No es exclusivamente parte del mundo de la ilustración y de la fotografía: Lola también recibió clases de interpretación en Londres y, además, trabajó como ayudante de dirección en la conocidísima serie de HBO, Juego de Tronos; y como asistente de casting en la serie Dime quién soy. También ha hecho uso de su preparación interpretativa, ya que, en 2020, debutó como actriz en la película Eco, dirigida por Miguel Sierra (Eva no muerde, El mundo que dejamos).
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