A principios de semana, la empresa de reparto a domicilio Glovo anunció la salida de un nuevo modelo laboral en España, con el cual la empresa comenzará a firmar contratos a sus trabajadores para que figuren como empleados de la compañía, en vez de seguir siendo falsos autónomos.
La empresa, con servicios en más de 900 ciudades en todo el territorio nacional, venía presionada por algunas decisiones de los tribunales y medidas legislativas impulsadas en los últimos años. Entre estas últimas, destacaría la Ley 12/2021, más conocida como Ley Rider, por la que se modificaba el texto refundido del Estatuto de Trabajadores “para garantizar los derechos laborales de las personas dedicadas al reparto en el ámbito de plataformas digitales”.
15.000 trabajadores a la espera de una respuesta
Esta ley obliga a las empresas del sector a regularizar la situación laboral de sus repartidores, en calidad de asalariados y no como autónomos. Anteriormente, en el año 2020, una sentencia del Tribunal Supremo ya había unificado doctrina al confirmar la dependencia de estos trabajadores, dados de alta, de las plataformas. Asimismo, el órgano judicial dictaba también que era la compañía la que debía fijar las condiciones de empleo.
Sin embargo, pese al anuncio de Glovo existe todavía mucha incertidumbre respecto a cómo se conformará el modelo empresarial a partir de ahora. Este jueves, la empresa afirmó que implantaría una fórmula híbrida en la que se mezclarían empleados en plantilla y otros subcontratados a otras empresas de logística. “Es esperable que la mayor parte de la actividad se mantenga y con ello la misma necesidad de repartidores”, afirmaron, pero no resolvieron si ello implicaría mantener a los 15.000 trabajadores que a día de hoy reparten comida para la empresa.
Los modelos híbridos son los que han seguido las otras compañías mayoritarias en el país. Uber y Just Eat, si bien esta última dispone de empleados propios y luego mensajeros subcontratados, mientras que la primera se sirve de autónomos y subcontratados. Lo que está por ver es si estos cambios de la que era la principal marca de reparto de comida a domicilio afectará algo en sus precios y comisiones, así como si ello derivaría en algún perjuicio en su cuota de mercado.
Glovo deberá gastarse 100 millones de euros para seguir la ley
Respecto a las condiciones de las que podrán disfrutar estos empleados, cabe decir que la plataforma Rider x Derechos, pese a reivindicar la decisión de la compañía como un triunfo, advierten a los trabajadores del sector de que no se confíen, dado el historial “delictivo” de Glovo. Hay aún muchos cabos por atar, además: no se ha anunciado si el nuevo modelo laboral supondrá la firma de un convenio colectivo o si, por otro lado, se amparará en otro ya oficial como el del sector de la mensajería. En total, se estima que la implantación del modelo tendrá un coste de 100 millones de euros.
Este anuncio ha coincidido, por otro lado, con una investigación iniciada este verano para averiguar si Glovo vulneraba los derechos de sus trabajadores, motivada por numerosas inspecciones que han conllevado finalmente una denuncia de la Fiscalía Provincial de Barcelona. Este mismo martes, además, el administrador y consejero delegado de Glovo, Oscar Pierre, ha realizado su declaración judicial. De forma paralela, también Just Eat ha demandado a la empresa por competencia desleal, reclamando una compensación de casi 300 millones de euros.