David Broncano se estrena hoy en La 1 de Televisión Española con La Revuelta, la gran apuesta de la cadena para esta temporada y con la que pretende ganar en audiencia a El Hormiguero de Pablo Motos. Un programa que seguirá el formato de La Resistencia, aunque con ciertas modificaciones, ya que, sus horarios de emisión lo sitúan dentro de una franja semiprotegida. Mantendrá esa comedia transgresora, fresca y original que le caracteriza y también continuarán los rostros habituales como son Jorge Ponce, Ricardo Castella y Grison.
El que ahora es una de las figuras más destacadas de la televisión, ha recorrido un camino largo hasta su llegada al formato público. El cómico es uno de los presentadores más reconocidos del panorama del país, gracias a la huella que ha dejado con La Resistencia, basta decir el nombre del programa para que todo el mundo ponga cara a su director.
A escasas horas de que arranque su nuevo proyecto, no es de extrañar que la audiencia se pregunte cuáles fueron los inicios de Broncano. A pesar de haber estudiado Informática y Publicidad en la Universidad Complutense de Madrid -al mismo tiempo que Alba Carrillo- y pasarse también por alguna clase de Comunicación Audiovisual, engañado por Alejandro Amenábar, como confesó en una entrevista años después (pensaba que iba a acabar dirigiendo una película a la altura de Tesis), el gallego criado en Jaén, comenzó con los monólogos nada más dejar los estudios.
“Me fui para casa llorando”
Sin embargo, su debut televisivo nada tuvo que ver con el humor. En 2006, con 19 años, participó en Metro a Metro, un concurso de preguntas de cultura general de Telemadrid presentado por Javier Capitán, donde un joven Broncano puso a prueba sus conocimientos y acabó siendo un mar de lágrimas. La experiencia fue todo un trauma. “Me fui para casa llorando”, confesó en tono humorístico al rememorar su estreno en la pantalla, añadiendo que apenas recuerda los detalles de lo ocurrido. “Os juro que fue un trauma, me ganó un yayo”, continuó. “Al despedirme del programa, Capitán me llamó Félix, confundiendo mi nombre con el del concursante que me había ganado”, rememoró.
Un concurso que no le brindó la victoria, pero que le otorgó su primera experiencia en un mundo que está claro que ha dominado. Dos años después, en 2008, se incorporó a Nuevos Cómicos de Paramount Comedy, otra vivencia que tampoco recuerda con demasiado cariño. Sobre esta etapa de su vida también se ha aventurado a hablar en más de una ocasión. “No lo puedo ver, eso es infernal. Era malísimo, no tenía personalidad escénica para nada, parecía que estaba imitando”, explicó en La Resistencia.
Una carrera que fue despegando poco a poco
Poco a poco la cara del presentador fue apareciendo en más espacios, pasó por programas como Estas no son las noticias en Cuatro, como cómico invitado en Ilustres Ignorantes y como copresentador de Tentaciones o Nos gusta el cine. Su humor le llevó también a participar en El club de la Comedia, Locomundo o LateMotiv. Asimismo, colaboró en espacios de radio como No somos nadie, Hoy por Hoy, Yu, No te pierdas nada o en A vivir que son dos días. Pero, sin duda, La vida moderna, ese espacio radiofónico que dirigió junto a Ignatius Farray y Quequé, fue un punto de inflexión. Con él ganaron el Ondas al mejor programa de radio en 2018, hicieron giras por España y llenaron el Palacio de Deportes madrileño.
Sin embargo, ese mismo año dijo adiós a las ondas para ponerse al frente de La Resistencia, un nuevo late show que se iba a emitir en Movistar+. La primera entrega del espacio se emitió el 1 de febrero de 2018 y en ella participaron algunas personalidades como Quequé, Dani Rovira o Antonio Resines.