Fernando Navarro sobre el proceso de creación de ‘Segundo premio’: “Los Planetas no son dóciles y nosotros tampoco”

A Fernando Navarro lo conocíamos en su faceta como escritor (es autor de Malaventura, editado por Impedimenta) y guionista, en películas que nos llevan desde Anacleto: Agente secreto, de Javier Ruiz Caldera a Verónica, de Paco Plaza y también ha sido creador de la serie Romancero, para Prime Video.

Sin embargo, ahora se ha adentrado en su proyecto más personal gracias a Segundo Premio, la película sobre el grupo Los Planetas que se centra en el proceso de creación de uno de sus discos más icónicos, Una semana en el motor de un autobús (1998).

Te puede interesar: Entrevista | Isaki Lacuesta: “En los 90 los espectadores necesitaban sorpresas. Ahora estamos instalados en lo seguro, prefieres ver una serie después de un día de mierda”

Fernando Navarro, que nació en Granada, ha estado desde el principio involucrado en la escena musical de su ciudad natal, tanto en la década de los noventa, cuando explosionó el fenómeno del ‘indie’ hasta nuestros días. “Toda la historia comenzó porque mi entorno más cercano está formado por músicos de Granada. Y, durante mucho tiempo, bromeábamos sobre por qué no se hacía una película de todo eso, una ópera rock al estilo de lo que hacía Ken Russell, o como Quadrophenia. Yo no me lo tomaba en serio hasta que un día conocí al productor Cristóbal García, que quería hacer una película sobre música. Y esa fue la génesis”, cuenta el creador a Infobae España.

Al principio de la propuesta se encargó Jonás Trueba y, entre los dos, orquestaron un guion que tenía mucho que ver con los intereses del director madrileño y que estaba muy centrado en la ciudad, en su parte más renacentista. “Pero Jonás se cansó durante el proceso, y la cosa se agotó. Fue entonces cuando entró Isaki Lacuesta, así que empezamos a trabajar en otro guion que se acoplara más a su estilo”, continúa.

Es difícil definir Segundo premio, quizás porque no deja de ser una ‘rara avis’ dentro del panorama español, una película que mezcla géneros, texturas, ideas y que experimenta con el lenguaje cinematográfico. “En general, las películas de Isaki son así, bastante inasibles, como que se escapan a cualquier tipo de categorización. Yo creo que todas tienen en común que recogen un momento concreto de algo que pasa en el tiempo y que él se encarga de jugar con él”.

Cuenta Navarro que, al principio, la idea original era recoger la grabación de un disco. “Él tenía claro que quería filmar cómo se hacía eso, pero no solo la parte del estudio de grabación, sino todo el proceso creativo que había detrás. “Creo que hemos hecho una película sobre el proceso creativo colectivo, para demostrar que cualquier obra artística, está compuesta de muchas voces, que es algo que también ocurre con las películas”.

Te puede interesar: Nicole Wallace y Clara Galle juntas en ‘Ni una más’: el nuevo fenómeno juvenil en Netflix

Segundo premio parte de un momento de crisis dentro del grupo musical. La bajista original abandonó la formación, también el batería, el guitarrista estaba enganchado a sustancias tóxicas y el cantante quería grabar un disco en Nueva York. “Creo que a nosotros nos pasó algo parecido con todo el proceso de la película, se fue cayendo y levantando varias veces, hubo abandonos, tuvimos que reinventarnos varias veces. Y, en ese aspecto, hay un paralelismo muy chulo, un juego de espejos entre la realidad y la ficción y el propio desarrollo creativo que, muchas veces está sometido a errores, a accidentes junto a la propia voluntad”.

Más equivalencias: al igual que Los Planetas eran un grupo que nació en el ‘indie’ y que alcanzó una gran repercusión a nivel de público, también la propia película tiene un espíritu alternativo pero, al mismo tiempo, también mainstream. “Es verdad que Los Planetas eran un grupo ruidoso de guitarras que no renunciaba a los estribillos poperos para que la gente pudiera cantarlos. Y estaban en una multinacional. En nuestro caso, Isaki es un director que viene de los márgenes de lo narrativo y yo básicamente de las películas comerciales de género, así que la simbiosis ha sido de lo más fructífera”.

¿Qué importancia tiene Lorca en la película? “Bueno, los granadinos no podemos huir de él. Y el viaje a Nueva York de la banda y el que hizo el poeta nos ponía en bandeja ese doble reflejo”.

El guionista, también nos cuenta una anécdota: cuando Los Planetas viajaron a Nueva York, en ese vuelo iba también Antonio Ozores, cuya mujer no era otra que Elisa Montés, hija de Ramón Ruiz Alonso, que pasaría a la historia por ser uno de los responsables de la detención del poeta. “Es decir, que la banda viajó junto a la familia directa del captor de Lorca, lo cual no deja de cerrar una especie de círculo curioso”.

En la película también aparecen numerosas referencias a la cultura popular, como el mítico álbum Omega, de Enrique Morente y Lagartija Nick, encontramos leyendas como la del cocodrilo lorquiano que está en las catacumbas. De esa manera, se configura un espacio casi mítico.

¿Cómo fue la relación con Los Planetas? “A ver, ellos no son un grupo dócil ni fácil, lo bueno es que nosotros tampoco lo somos”, bromea Navarro. “Ellos tienen su carácter, pero también respetan el trabajo ajeno, así que las tiranteces nos han ayudado a generar tensión, que siempre me parece buena. Sé que Jota ha visto la película dos veces y obviamente participó en el proyecto, porque no se podría haber hecho sin ellos, y ha sido parte del diseño musical. Lo que pasa es que, sanamente, estamos un poco peleados y mantenemos una distancia sana”.