Carles Porta estrena ‘Luz en la oscuridad’: “Me da miedo no hacer bien mi trabajo, pero no que me den una puñalada”

El género del true crimen en España tiene nombre propio y es el de Carles Porta. Este periodista ha analizado algunos de los crímenes más mediáticos de Cataluña en Crims, la exitosa docuserie de TV3 que Movistar Plus+ adquirió y tradujo al español. Ahora, el presentador estrena Luz en la oscuridad, su primer proyecto propio en esa plataforma.

Esta nueva serie llega al catálogo de Movistar Plus+ este martes 31 de octubre con dos casos, ‘Daniela, Dulce y Bella’ y ‘El niño pintor’, cada uno de ellos contado en dos episodios. Los dos primeros capítulos pudieron verse el pasado jueves 26 de octubre en la premier celebrada en el marco del Serielizados Fest Madrid 2023. Antes del esperado estreno, Carles Porta atendió a Infobae España para contar cómo afronta este nuevo proyecto y repasar el camino que le ha llevado hasta donde está ahora: entre los grandes referentes del género televisivo.

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Vuelves a Serielizados cinco años después. ¿Qué se siente?

Estuve en 2017 en Serielizados hablando de Tor y se lo agradecí muchísimo, porque que se fijasen en mí sin haber hecho nada de todo este ruido, tiene mucho mérito y fue un reconocimiento muy chulo. Ahora estamos presentando Luz en la oscuridad, ha llovido mucho y hemos evolucionado mucho, estoy muy contento.

¿Esperabas evolucionar tanto en tan poco tiempo?

No, no. Yo esperaba hacer una buena campaña en Crims en Catalunya Radio y no fue buena, fue excelente, una locura. Esperaba hacer buenos programas en TV3 y también se convirtió en una locura. Vamos a ver qué pasa ahora en Movistar Plus+. He luchado por hacer unos buenos capítulos y creo que Luz en la oscuridad es una gran serie, tiene una calidad impresionante que no tiene nada que envidiar a ningún true crime del mundo.

En medio de esta ola de true crimes, ¿cómo conseguís manteneros al margen del morbo que parece invadir el género?

Hay varias cuestiones. Primero, pienso que mucho de lo que se vende como true crime, no lo es. Es hablar de crímenes en documentales largos y bonitos, que tienen su mérito, pero no es true crime. El true crime es un género narrativo que requiere un esfuerzo de narración y fílmico que no veo en muchos otros productos. Eso el espectador y la propia industria lo entienden.

Luego, el concepto morbo es muy personal. Cada uno pone la raya del morbo donde quiere. Nosotros tenemos la raya en el mismo punto desde hace muchos años. No creo que nadie pueda ver un capítulo nuestro y decir que somos morbosos. Hay una gran diferencia entre satisfacer el morbo y satisfacer la curiosidad. Nosotros queremos lo segundo. La reflexión que siempre hacemos es: ¿este detalle es necesario para contar el relato? Si no lo es, no lo ponemos. Enseñar un cadáver prácticamente nunca es necesario. Determinados adjetivos, tampoco. Me hace gracia cuando la gente dice “una trágica muerte”. ¿Es que no son todas trágicas? Dame un elemento que identifique esa muerte, que la defina, cómete el cerebro y dame un adjetivo que funcione.

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En casos mediáticos como el de Álvaro Prieto, muchas personas han lanzado teorías para intentar demostrar que su muerte no fue accidental. ¿Qué opinas de que ahora tanta gente se crea criminóloga?

No tengo tiempo ni me entusiasma entrar en redes o programas que facilitan ese ejercicio absurdo, gratuito y absolutamente innecesario de alimentar todo esto. Por suerte, tenemos buenos policías, fiscales y jueces. Evidentemente, hay gente negligente, la perfección no existe, pero tenemos buenos investigadores y hay que dejar que trabajen. Meterse en medio de todo esto, lo único que hace es generar ruido y molestar. A mí no me van a encontrar en eso. Tenemos que madurar todos y tener en cuenta qué nos alimenta o qué nos engorda. Hay productos que alimentan y hay productos que engordan. Todo eso es azúcar fácil y barato, que solo engorda.

Otro caso muy mediático ha sido el de la muerte de Mario Biondo. ¿Qué piensas del show que rodea esta historia?

Para mí el caso de Mario Biondo tiene un problema inicial, que es el levantamiento del cadáver, que se hace de una manera poco profunda, igual que la primera autopsia. Se dejan demasiadas puertas abiertas y ahí es donde la familia, con todo el derecho del mundo, quiere saber exactamente qué le pasó a su hijo. Cuando eso no se resuelve de entrada, se genera todo tipo de especulaciones y espectáculo. Repito lo mismo: tenemos que ser conscientes de qué nos alimenta y qué nos engorda, y el show en torno al caso de Mario Biondo engorda, no alimenta. Creo que ahí no hay caso, por eso no lo he hecho. Nadie aporta nada que sea concluyente y determinante. En cambio, lo que sí parece bastante evidente y no se puede desmontar es lo que ha dicho la versión oficial desde el primer momento.

En Crims pudisteis descubrir la identidad de Evi Rauter 30 años después de la aparición de su cadáver en Port Bou. ¿Este caso es especial para ti?

Para mí todos los casos son importantes y especiales porque hay gente que los ha sufrido y que te ha entregado su historia. En el caso de Evi Rauter, la parte más especial es que pudimos darle nombre a alguien que llevaba 30 años sin nombre y eso le dio paz a una familia. Ese, probablemente, sea uno de los momentos más placenteros y satisfactorios en la carrera profesional de cualquiera. Llevábamos más de dos años trabajando en esta historia. Tuvimos suerte y encontramos ese nombre. Ahora me gustaría tener tiempo, dinero y un poquito más de suerte para intentar llegar un poquito más lejos y saber qué hacían los austríacos allí, pero eso también corresponde a las policías.

A algunas personas les cuesta dormir tras ver un capítulo de ‘Crims’. ¿Cómo duerme Carles Porta?

(Risas) Yo duermo bastante bien, más bien tenso por la cantidad de trabajo que tengo, pero intento no llevarme los crímenes a casa ni a mis sueños, aunque muchas veces le das vueltas. Yo soy muy poco miedoso, me da miedo no hacer bien mi trabajo, pero no que alguien me dé una puñalada. Vivo sin miedo.

Pero, más allá del miedo, ¿cómo consigues que casos como el de Evi Rauter no te quiten el sueño?

El caso de Evi es de los que te llevas a la cama. Lo arrastras muchos días y le das vueltas pensando en cómo puedes ir más lejos y en cómo cerrar el círculo. Pero acabas aprendiendo que hay situaciones que no tienen ese cierre perfecto, hay que entender que la vida sigue y cuantas menos piedras pongas en tu mochila, mejor.