La presión de los ultras del Olympique de Marsella que provocó la salida de Marcelino: “Entraron en el despacho y hubo una amenaza”

Ya hace casi un mes que Marcelino García Toral no es el entrenador del Olympique de Marsella. A mediados de septiembre, el equipo francés anunció que el técnico español se iba, porque la tensión que se vivía entre la afición y la directiva, afirmó el club de fútbol, “no permite a Marcelino y a su cuerpo técnico ejercer en buenas condiciones las funciones para las que fueron contratados”. Por lo tanto, fueron “motivos extradeportivos” los que provocaron la salida del asturiano, que no ha ahondado en lo ocurrido hasta unas semanas después.

Tal y como ha reconocido Marcelino en una entrevista para El Partidazo de COPE, ya ha tenido varias ofertas para volver a los banquillos. “Hubo una conversación con el Sevilla, que es un gran club, pero no se dieron las condiciones necesarias para ese nuevo proyecto. Era para una temporada y la otra vez, cuando estuve allí, vi que los proyectos duraderos son los que tienen una realidad”, asegura. También le han llegado proposiciones foráneas: “La semana pasada, tuve una oferta de Arabia, pero no entra dentro de nuestra perspectiva. La oferta era un poquito… Un representante te propone la oferta, pero no la contemplamos”.

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“Siempre esperas una oferta donde prevalezca lo deportivo”, anhela Marcelino, que aprovechó su conversación con Juanma Castaño para aclarar si en algún momento ha habido cantos de sirena nada menos que de España. “Luis Rubiales no me ofreció nunca la selección española. Mi agente tuvo conversaciones, pero fue antes del Mundial. Pero yo nunca hablé con Rubiales ni con nadie de la Federación”, afirma.

El que fuera preparador del Racing de Santander, el Villarreal y el Valencia, entre otros, quiere, a ser posible, seguir dirigiendo en el extranjero. “Me apetece entrenar fuera porque van pasando los años; tenía un proyecto serio, pero desconocía las circunstancias del club (el Marsella). Si sale un proyecto solvente y atractivo, lo afrontaremos”, expone. Eso sí, a buen seguro que no le gustaría volver a vivir una experiencia tan tensa como la que acaba de dejar atrás.

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“No se podía trabajar en esas condiciones”

“Los ultras pedían abandonar el club, que tenían que dejarlo el presidente y la Junta Directiva, y que si no se atendieran a las consecuencias. No se podía trabajar en esas condiciones”, relata Marcelino. “Así me lo dijo el presidente, Pablo Longoria (también español y asturiano), que sigue allí porque después de unos días de reflexión, aunque dijeron que se iban sí o sí, reconsideraron su postura. Pablo me dijo que era mucha responsabilidad dejar un club vacío y que era un acto de consideración al que había pensado en él”, añade al respecto.

La escena que protagonizaron los aficionados más radicales del Olympique de Marsella fue de todo menos calmada: “Estos grupos entraron en el despacho del presidente, estaba previsto un diálogo y lo que hubo fue una amenaza y una obligación del máximo responsable de estos grupos ultras de que tenían que abandonar el club sí o sí”. “Yo no tuve ningún problema cuando fui a entrar el día siguiente. Cuando él me dice que se iba a ir, yo no hacía nada allí. Era una situación inaudita. No me siento traicionado por Pablo, me dio las explicaciones, lo considero un amigo, y cuando una persona toma una decisión y luego la modifica, seguro que tiene un porqué”, sentencia Marcelino sobre la polémica.

Ahora mismo, el Marsella es sexto en la Ligue 1 francesa, con 12 puntos (tres victorias, tres empates y dos derrotas), a cinco del liderato. No superó la previa de la Champions, todavía con Marcelino al frente, y ha elegido como nuevo responsable de su banquillo al italiano Gennaro Gattuso, otro ex del Valencia.