El Real Madrid, LaLiga y la Federación, a vueltas con el caso Vinicius sin alcanzar un frente común

La polémica por los insultos racistas al jugador brasileño ha evidenciado la distancia entre las tres instituciones, que se lanzan acusaciones cruzadas sin ponerse de acuerdo para atajar el problema de raíz

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Una persona sostiene una pancarta de apoyo a Vinicius durante la manifestación frente al Consulado General de España en Sao Paulo.
Una persona sostiene una pancarta de apoyo a Vinicius durante la manifestación frente al Consulado General de España en Sao Paulo.

El caso Vinicius sigue muy candente 48 horas después. Tanto es así que la polémica ha servido para poner en el foco las discrepancias existentes entre las tres instituciones que más miradas acaparan por lo ocurrido en Mestalla el domingo: el Real Madrid, como club en el que milita el jugador brasileño; LaLiga, como competición donde se produjeron los hechos, y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), como órgano regidor del fútbol español en su conjunto. El racismo es el elemento que ha abierto la caja de Pandora: la tirantez marca a día de hoy la relación que mantienen todos estos entes, divididos en lugar de hacer frente común ante un asunto de un calado así.

Fue el propio Vinicius el que motivó primero, con su ejercicio de sinceridad en las redes sociales nada más ser insultado y expulsado, que se evidenciase la disparidad de pareceres. “No era la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en LaLiga. La competición cree que es normal, la Federación también y los adversarios la alientan. Lo siento. El campeonato que alguna vez fue de Ronaldinho, Ronaldo, Cristiano y Messi hoy es de los racistas. Una hermosa nación, que me acogió y a la que amo, pero que accedió a exportar al mundo la imagen de un país racista. Lo siento por los españoles que no están de acuerdo, pero hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas. Y desafortunadamente, para todo lo que sucede cada semana, no tengo defensa. Estoy de acuerdo. Pero soy fuerte y llegaré hasta el final contra los racistas. Aunque sea lejos de aquí”, fueron las palabras a las que Javier Tebas no pudo dejar de responder en Twitter.

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“Ya que los que deberían no te explican qué es y qué puede hacer LaLiga en los casos de racismo, hemos intentado explicártelo nosotros, pero no te has presentado a ninguna de las dos fechas acordadas que tú mismo solicitaste. Antes de criticar e injuriar a LaLiga, es necesario que te informes adecuadamente, Vinicius. No te dejes manipular y asegúrate de entender bien las competencias de cada uno y el trabajo que venimos haciendo juntos”, recriminó el presidente de LaLiga. El futbolista del Real Madrid no se cortó y contestó: “Una vez más, en lugar de criticar a los racistas, el presidente de LaLiga aparece en las redes sociales para atacarme. Por más que hablas y finges no leer, la imagen de tu campeonato se estremece. Mira las respuestas a tus publicaciones y llévate una sorpresa… Omitirte solo te hace igual a los racistas. No soy tu amigo para hablar de racismo. Quiero acciones y castigos. El hashtag no me mueve”.

Vinicius durante el partido contra el Valencia.
Vinicius durante el partido contra el Valencia.

Las competencias, caballo de batalla de LaLiga

Lo que venía a decirle Tebas a Vinicius es que LaLiga no hace más contra el racismo porque no puede. Tal y como dejó claro el organismo que preside este martes, cuando solicitó mayor potestad sancionadora “con el objetivo de poder ser más ágiles y eficaces en la lucha contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte”. En estos momentos, el fútbol profesional español dice sentirse “impotente al observar cómo terminan sus denuncias”, porque sus competencias están “limitadas a detectar y denunciar los hechos que se producen”.

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Por eso, “LaLiga solicitará formalmente que se proceda a la modificación de la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte y de la Ley 39/2022, de 30 de diciembre, del deporte”. Con el fin de poder tomar medidas, en un futuro, como “la clausura total o parcial del recinto deportivo, la prohibición de acceso al mismo en el caso de los socios/abonados y la imposición de sanciones económicas”.

Ahora mismo, tal y como ha recalcado LaLiga, la competencia sancionadora recae en la Delegación del Gobierno, la Secretaría de Estado de Seguridad, el Ministerio del Interior y el Consejo de Ministros, sin perjuicio de las posibles competencias de las Comunidades Autónomas. Las posibles sanciones disciplinarias deportivas le corresponde aplicarlas a la RFEF a partir de su Código Disciplinario.

Javier Tebas en una asamblea reciente de LaLiga.
Javier Tebas en una asamblea reciente de LaLiga.

Además, LaLiga no tiene competencias sobre los árbitros. Por lo tanto, se limita a denunciar lo que considera, al igual que pueden hacer los clubes y la Federación. Y lo hace semanalmente: desde que creó su Dirección de Integridad y Seguridad en la temporada 2015-2016, ha habido más de una docena de incidentes racistas investigados y/o denunciados por la competición liguera. Los sufrieron Iñaki Williams en Barcelona el 25 de enero de 2020 (a la espera de la fijación de juicio), por supuesto Vinicius en las 10 ocasiones ya consabidas, Nico Williams en Sevilla el 13 de marzo de 2022 (denuncia archivada), Carlos Akapo en Granada el 28 de febrero de 2022 (el responsable de los insultos ya ha declarado en los tribunales) y Samu Chukwueze en Mallorca el 18 de febrero de 2023 (el Juzgado se ha inhibido a favor del Juzgado de Instrucción Nº 3 de Mallorca que investiga los hechos relativos a Vinicius también en la isla unos días antes).

Rubiales ataca a Tebas y el Madrid le señala

La Federación, por su parte, se remite a la declaración institucional que su presidente, Luis Rubiales, realizó este lunes: “Tenemos un problema de comportamiento, de educación, de racismo. Mientras que haya un solo indeseable o un grupo de indeseables que insulte por condición sexual, color de piel o por credo, tenemos un grave problema. Vinicius Junior y cualquier futbolista, mujer u hombre, que sufra un insulto, cualquier acto violento, tiene mi apoyo y el de toda la RFEF porque estamos aquí para ayudar y pedirles a ellos que nos ayuden a mejorar”.

Rubiales aprovechó su intervención para pedir (en la teoría sólo al presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol) que se ignorase “el comportamiento irresponsable del presidente de LaLiga”. También consideró que el racismo necesita de una “respuesta firme de la Federación y de todos los agentes”, aunque añadió: “Nos deben dejar aplicarla, y hasta ahora no ha sido así”. Sin embargo, sus palabras no calaron en el Real Madrid.

“Nos sorprenden las declaraciones”, se expuso desde el club blanco en un comunicado. “Siendo como es el máximo responsable del fútbol español y del estamento arbitral, ha permitido que no se haya actuado de manera contundente, según los protocolos de FIFA, para evitar la situación a la que se ha llegado. La imagen de nuestro fútbol está gravemente dañada y deteriorada a los ojos de todo el mundo”, lamentó el club blanco, que aún fue más allá con su crítica.

Con su pasividad se ha contribuido al desamparo y a la indefensión de nuestro jugador Vinicius. Los árbitros, lejos de actuar con firmeza y aplicar los protocolos reglamentarios, han elegido en la mayoría de los casos inhibirse y evitar tomar las decisiones que les correspondían. Ayer mismo (por el domingo), el colegiado y los responsables del VAR eludieron sus responsabilidades y tomaron decisiones injustas basadas en imágenes incompletas, que no se vieron en su totalidad, que fueron sesgadas y que provocaron la expulsión directa de nuestro jugador Vinicius Júnior”, se consideró también desde un Real Madrid que no ve todo esto como algo “aislado”, sino como una situación “que se viene repitiendo en muchos” de sus partidos.

Luis Rubiales, presidente de la RFEF, en una imagen de archivo.
Luis Rubiales, presidente de la RFEF, en una imagen de archivo.

“Nunca se puede hacer responsable del delito a la víctima que lo sufre”, clamó el Madrid, que dijo ver con “máxima preocupación que desde la Federación Española de Fútbol no se haya tomado ninguna medida en todo este tiempo”. Estas llegaron horas después en forma de despido para seis árbitros VAR (entre ellos, Javier Iglesias Villanueva, al frente del videoarbitraje en el Valencia - Real Madrid del domingo) y de campaña de concienciación contra el racismo.

Esta última conllevará colocar una lona en el terreno de juego con el mensaje “Racistas, fuera del fútbol” antes de los partidos, sostenida por jugadores y árbitros, y utilizar un hashtag idéntico en las redes sociales: se busca que LaLiga (una de las competiciones donde se llevarán a cabo las medidas junto a la Copa de la Reina, el Playoff de las competiciones femeninas, Primera Federación, Segunda Federación, Tercera Federación y Primera y Segunda División masculina y femenina de fútbol sala) lo incluya en la retransmisión televisiva de sus partidos tanto de Primera como de Segunda.

Más tarde, llegó el pronunciamiento de Competición: la grada Mario Kempes de Mestalla deberá permanecer cinco partidos cerrada, Vinicius se queda sin sanción y habrá una multa de 45.000 euros para el Valencia. El conjunto che recurrirá al considerarse agraviado.

En medio de todos estos dardos y acciones cruzadas, un Vini más activo que nunca en las redes sociales compartió un vídeo que recoge todos los insultos que ha recibido (”No es fútbol, es inhumano”) y otro sobre el racismo en un Clásico de 1997 (”El racismo en los estadios españoles existía antes mismo de que yo hubiera nacido. ¿Qué ha cambiado hasta hoy?”). Mientras los distintos organismos se lanzan acusaciones en lugar de ponerse de acuerdo, el de São Gonçalo sigue, como puede, con su cruzada.

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