Tras el avance del proyecto de homeschooling, Dolores Smith sostuvo que “la estructura educativa tradicional abandonó a las familias que necesitan alternativas”

Dolores Smith, reconocida como referente en la educación basada en el sistema de homeschooling (educación en casa, en español) y madre de dos jóvenes que enfrentan desafíos como la dislexia y la discalculia, aseguró que “la estructura educativa tradicional abandonó a las familias que necesitan alternativas”. La declaraciones de la educadora se dieron en medio de la discusión pública provocada por el proyecto de ley de libertad educativa presentado por el Gobierno, que permitiría la educación domiciliaria como una opción legal en Argentina.

Estas declaraciones fueron realizadas en diálogo con Infobae en Vivo, durante el programa de la mañana, que cuenta con la conducción de Gonzalo Sánchez, María Eugenia Duffard, Ramón Indart y Cecilia Boufflet.

Smith profundizó sobre los desafíos familiares, la falta de respuestas estatales y la experiencia que la llevó a fundar un colegio digital con alcance internacional. En este marco, la educadora sostuvo que “no se trató de una elección voluntaria, sino de una salida a la angustia y la falta de contención del sistema actual para las familias con hijos con necesidades educativas especiales”.

Smith explicó que sus hijos, diagnosticados con dislexia y discalculia, no lograban integrarse en los formatos educativos tradicionales y que fue la “ausencia de opciones adaptadas en los pueblos chicos” lo que la llevó a investigar alternativas: “La opción educativa es muy restringida para quienes viven en pueblos chicos. Llegamos al homeschooling primero, luego a la educación digital, y terminé abriendo un colegio online en Estados Unidos debido a lo positiva que resultó la experiencia”, contó, detallando su transición de madre angustiada a impulsora de un modelo de escolarización alternativo.

A lo largo de la entrevista, Smith destacó la diferencia entre homeschooling y educación a distancia: “El homeschooling permite a la familia educar con libertad los contenidos que considera relevantes, aunque finalmente se valide ante el sistema oficial. En la educación digital, en cambio, los contenidos y la currícula dependen del Estado, y los chicos estudian a través de plataformas sin presencialidad ni socialización clásica”.

Según la emprendedora educativa, la propuesta de ley de libertad educativa viene a visibilizar y reconocer experiencias como la suya y la de otras familias con hijos con necesidades particulares: “No es la mayoría la que accede a estos sistemas, pero quienes los necesitamos encontramos una herramienta más inclusiva y adaptada”, indicó. Asimismo, aseguró que “el homeschooling requiere que los padres se conviertan en actores primordiales; hay pocas familias que disponen del tiempo y la energía, pero para ciertos casos es fundamental”.

“En América, especialmente bajo la ley norteamericana, el pilar educativo es la familia y el Estado actúa de manera subsidiaria. La ley argentina que se debate es casi idéntica y reconoce el valor de la implicación familiar en la enseñanza, algo imprescindible para los chicos con condiciones como el Asperger, la discalculia o cualquier necesidad especial”, subrayó.

Relató, además, el crecimiento exponencial de su colegio digital: “En tres años pasamos de educar a mis propios hijos a tener quinientos chicos. Esperamos duplicar esa cifra el año próximo y tenemos estudiantes en Mongolia, España, Brasil, Uruguay, Estados Unidos y más. No somos muchos, pero somos familias invisibilizadas por el sistema tradicional. En Argentina, se calcula que somos entre veinte mil y veinticinco mil familias; en otros países de la región, la cifra es similar o incluso mayor”.

Smith celebró que la normativa en debate busque incluir en vez de reemplazar: “No tira abajo lo preexistente, simplemente suma posibilidades. En Estados Unidos el financiamiento funciona mediante subsidios o becas estatales para el alumno, que así elige el colegio, lo que obliga a las escuelas a ofrecer mejores propuestas curriculares, edilicias y de infraestructura”.

En cuanto al impacto social, Smith reconoció los desafíos del sistema para garantizar derechos y cuidado integral: “En Argentina, la escuela cumple también roles alimentarios y de protección para muchos chicos. Por eso, cualquier cambio requiere un debate profundo sobre cómo adaptar el modelo a las realidades locales”, señaló, matizando el optimismo respecto de la exportabilidad ciega de paradigmas extranjeros.

Consultada por las motivaciones detrás de la demanda de homeschooling, Smith diferenció la situación local del fenómeno estadounidense: “En Estados Unidos, motivos ideológicos o religiosos pueden tener más peso. En Argentina, la mayoría busca que el sistema se adapte a la particularidad educativa de sus hijos, más allá del debate ideológico. No tengo una respuesta única: el sistema educativo aquí cumple funciones que van más allá de la enseñanza”.

Smith también abordó las dificultades relacionadas con el acceso a especialistas y el rol del padre o madre como educador principal: “No todos los padres pueden abarcar todo el contenido. Yo tercericé inglés y matemáticas porque no tenía la formación suficiente y contraté docentes online o presenciales. Los otros contenidos los fuimos trabajando como familia o a través de la plataforma digital”, detalló, recalcando la importancia de elegir tanto los docentes como el contenido al que acceden los chicos.

La entrevistada, además, remarcó los beneficios de la educación personalizada: “El sistema tradicional, con un maestro para treinta alumnos, es inabarcable para responder a todas las necesidades”. Según su visión, el homeschooling o la educación digital permiten avanzar al ritmo de cada chico: “Si necesitan más tiempo para un tema, lo tienen; si avanzan más rápido, también. Sobre todo en matemáticas, la atención individual es una ventaja significativa”.

Sobre la financiación, Smith comparó el funcionamiento argentino con el estadounidense, donde el subsidio sigue al alumno: “Eso promueve la competencia entre escuelas y mejora las ofertas para todas las familias. En nuestro país, hay que debatir cómo implementar ese esquema de manera justa y equitativa”, agregó.

No obstante, señaló el principal desafío de estos sistemas: la socialización. “Es el punto débil”, aceptó Smith. “Por eso, en mi colegio dejamos arte, educación física y música como materias que los alumnos deben tomar externamente, para garantizar espacios de socialización genuina”. Añadió: “Debemos acompañar a nuestros hijos tanto académica como socialmente. Así como garantizamos la enseñanza, debemos procurar que tengan oportunidades de contacto con pares”.

En el cierre, Smith invitó a la comunidad a apoyar la campaña para legalizar la educación no presencial en Argentina: “En change.org de Argentina hay una petición para que nos acompañen y la educación no presencial sea válida para todos”.

“El Estado debe tomar conciencia de que existen realidades diversas que requieren alternativas formales, legales y visibilizadas. Este proyecto de ley puede traducirse en una verdadera inclusión para los chicos con necesidades educativas especiales y sus familias”, concluyó.

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